Los caprichos de las divas

En el año 1982, la banda de rock Van Halen pidió un bol gigante de M&M, pero con un detalle: "Sin ninguno de los marrones". ¿!What?! Sí. Como lo leen. ¿No les gustaban los marrones? Las golosas sabemos que todos tienen el mismo gusto. ¿Y entonces? Claramente, es un test. ¿Para? ¡Atención! La noticia llegó rápidamente a los medios y la banda se convirtió en una de las primeras divas con caprichos excéntricos. Hoy, veinte años después, ese capricho se ha superado ampliamente por un número de estrellas mucho más "brillantes". Acá van algunas de ellas...

Es algo nuevita en la comunidad de las divas, pero entró con todos los honores. Ri, como la llaman, tiene un séquito de setenta personas . Y así, en más de una ocasión pidió que cerraran una pista de baile para ella y su entourage, o bien en el último Jingle Bell Ball forzó a estrellas como Pixie Lott o The Wanted a que compartieran camerino, para acomodar a toda su gente. Demandó un espacio para sus bolsos, otro para su ropa y un tercero para su equipo. Con catering incluido, claro.

Por más que tan sólo tenga 5 años, la hija de Tom Cruise y Katie Holmes ya merece un recuadro en esta nota. ¿Por qué nunca la ves vestida igual? ¡Simple! ¡Porque ella jamás repite un conjunto! Y no cualquiera, a su edad, llega a la lista de las mujeres más elegantes del mundo. Por algo, a Papá Noel le pidió aros de diamante y vestidos de princesa valorados en 75 mil euros. Además, exigió una versión peque de una cartera de Valextra de su madre, ¿Cuánto? 4500 dólares. Su ropero está estimado en 3 millones de dólares.

Esta ex Spice Girl resucitó como jueza en el programa Popstars, y allí es donde develó su verdadera alma de diva. No deja que ninguno de los concursantes cante canciones de ella (para que no la hagan quedar mal, claro), sólo les habla a los rangos más altos de la producción y exige un chef especial para ella, a diferencia del resto de los jueces. Al viajar, paga para que no haya nadie más en el piso del hotel. Cuando les cantó a las tropas británicas en el Medio Oriente, exigió que en su carpa hubiera aire acondicionado y una heladera repleta de leche de soja. Y eso que ya no es más una Spice Girl.

No se dejen engañar, la colombiana es MUY diva. Pide que la trasladen en una limusina negra, los camerinos deben ser decorados cada vez como ella quiera y tiene que haber siempre dos espejos de cuerpo entero, un espejo especial para maquillarse, dos sillones, dos roperos, y la lista sigue... (¡gigante, la habitación!). Además, debe contar con un cuarto exclusivamente para la ropa. En cuanto a la comida, ¡la llaman la chica de la fruta! Pero no cualquiera: pide tres mangos, tres papayas hawaianas chicas, tres melocotones, cuatro manzanas, seis bananas, un melón cortado y kiwis. ¡Locura!

Entre sus múltiples exigencias, cuentan, figuran delirios como que la llamen "Jennifer" o "Queen Bee". Y ahora que cree estar nuevamente en la cima, ¡durante su última aparición en el programa The X Factor tuvo más exigencias que la propia Mariah Carey! Pidió tres camarinos, triplicó la seguridad y prohibió que los jueces le pidieran autógrafos o fotos. (¿!?!). El último antojo de la diva es una cámara de oxígeno. ¿Y esto? Porque su mejor arma es su garganta (...eso cree ella), y quiere cuidarla con este dispositivo que cuesta la friolera de once mil euros. ¿No será mucho?

Es la reina de las divas, al punto que no hace más ejercicio físico del que ella considera (¿?), por eso, cada vez que tiene que subir una escalera extiende sus brazos. ¿Para volar? Noooo, para que algun asistente la cargue. En las giras, la cantante exige que cambien todas las tapas de los inodoros por nuevas y en su habitación sólo se oyen y ven CD y videos suyos. Se ducha con agua mineral francesa y su mascota también lo hace. La Nanis, un poroto. Cuenta con un asistente sólo para tirar los chicles usados y exige dos purificadores de aire para su voz en los hospedajes. ¡Guau!