Natalia Oreiro: "Lo personal no se puede controlar nunca"
Naty se suma al festejo de nuestro 4° aniversario y comparte en esta charla su debut como madre; no te pierdas el video del backstage de la producción de fotos
20 de abril de 2012 • 00:47
Musculosa combinada con volado (Las Oreiro, $590), falda plisada con lazo (Las Oreiro, $390) - Créditos: Fernando Gutiérrez; producción de Ferni Moreno
Es mi trabajo, y los tiempos se dieron así. No fue planificado de este modo, y me hubiera gustado esperar más; estoy cansada, y hubiera preferido verme mejor. Pero bueno, es mi realidad.
Creo que a partir del primer mes ya empezás a distinguir un poco mejor, yo ya estoy en los 40 días (risas)... En realidad, toda la primera semana me resultó más "¿cómo es esto?". Ahí sí que estaba en otra. Igual, hasta que no te pasa, no te lo pueden contar. Desde septiembre que había parado con todo, para estar tranquila y descansar, aunque el tiempo de descanso lo necesitás ahora. Pero tengo un gran compromiso asumido.
De chica sí me costaba más decir que no, o me interesaban más cosas, ahora me interesan menos cosas.
Sí, totalmente. Una vez, leí que el 50 por ciento de las madres se enamora durante el embarazo, otro 25 por ciento en el primer mes, y al otro 25 por ciento le puede costar un poco más... Yo creo que me enamoré antes.
Remera con plumas y espalda con transparencias (Las Oreiro, $398) - Créditos: Fernando Gutiérrez; producción de Ferni Moreno
Todo se construye, yo miro los videítos de los primeros momentos, y nunca tuve esa cara de embobada. Me veo la cara y no soy yo ni actuando. Era de relajación absoluta.
Sí, fue muy lindo, súper rápido, me relajé un montón. Me dio pena que no fuera un parto natural, Merlín nació por cesárea. Soy muy testaruda, y quiero que las cosas sucedan como quiero, pero me doy cuenta de que cuando la realidad me enfrenta con otra situación, suelto. Y en esto, solté inmediatamente. Pregunté: "¿No hay más posibilidades?", "No, ya no"; y bueno, ya está... Lo que yo quería era que saliera bien.
Es que una puede controlar lo que tiene más que ver con lo laboral; lo personal no se puede controlar nunca. En general, cuando una retiene ciertas situaciones, se le escapan de la mano siempre. Las veces que he tratado de controlar situaciones que tienen más que ver con lo personal, no ha funcionado, tuve que soltar siempre.
Vestido con vuelo (Las Oreiro, $2290) - Créditos: Fernando Gutiérrez; producción de Ferni Moreno
No, me imaginaba mejor.
No porque sea mala, sino porque pensé que iba a estar mucho más relajada; quizá lo subestimé y creí que era más fácil. No es fácil, nada fácil; pero ojo, que tampoco es difícil, ni siquiera es que tenés que prepararle la comida. Creo que tiene que ver con eso, con las 24 horas, por 7 y por 365, por siempre. Para mí, los hijos nos elijen a nosotros, y saben en el baile en que se están metiendo... Yo siempre fui de esta manera, y ahora estoy con ganas de concentrarme más en el adentro, como un crecimiento personal, estás dándole vida a alguien y, sobre todo en el primer tiempo, estás dándole las bases y las fuerzas para atravesar con la mayor alegría posible las situaciones. Él no deja de ser un pedazo mío, es decir, también es un pedazo del papá, pero, sobre todo, es un pedazo de la mamá. Es una extensión de la mamá.
Absoluta, yo siempre fui muy solitaria. No tengo asistente, me cuesta mucho delegar, no soy muy sociable en la intimidad, me gusta arreglarme con poco y prefiero no depender de nadie en ese sentido.
Vestido con vuelo (Las Oreiro, $2290) - Créditos: Fernando Gutiérrez; producción de Ferni Moreno
Noooo..., nosotros dos solos. Son estilos, qué sé yo, también debe tener que ver cómo fuiste criada vos. A mí me gusta mucho el contacto cuerpo a cuerpo, y no creo que un bebito se malcríe. Eso de "dejalo que llore"... ¿Cómo lo vas a dejar que llore? O eso de "te va a tomar el tiempo, no lo tengas en la cama"... No sé, me parece que es de otro momento. Por lo menos, de donde yo elegí instruirme, surge otra cosa. Que cuanto más amor le das y cuanto más tiempo lo tenés con vos, mejor...
Leí un montón de libros que me regalaban, algunos muy buenos y otros para "Boluda Total". Creo que una aprende a ser mamá todos los días, yo prefiero ser hiperrelajada, y como me doy cuenta de que no sé y estoy aprendiendo, no es que tenga miedo, pero estoy como atenta.
Sí, pero el médico no me dejó. Por suerte, porque con la cesárea tendría que haber salido corriendo. Como estuve en Carmelo hasta el final, también tenía un médico allá. Me vine veinte días antes de la fecha, y se retrasó una semana. ¡Bah!, para mí no se retrasó: yo quería que fuera Dragón en el horóscopo chino (yo soy Serpiente con ascendente en Dragón), y si nacía en la fecha que me dieron, iba a ser Conejo. Cuando se pasaba y se pasaba, el médico me decía: "¡Lo estás reteniendo!", y no, sólo que yo sabía que iba a ser Dragón.
No, llegó enseguida. Eran las ganas...
Y, no sé, ustedes son madres... Vieron que hay mujeres que toda la vida quisieron ser mamá; yo, la verdad, no; lo tuve cuando tuve ganas, cuando sentí que era el momento de correrme de un lugar para ser lo más importante de otra persona. Quería tener la necesidad de tener ese sentimiento profundo, de estar eligiendo y que no fuera algo que me impuso la vida.
Que, efectivamente, éste es un buen momento.
"Una aprende a ser mamá todos los días. Me doy cuenta de que no sé y estoy aprendiendo, no es que tenga miedo, pero estoy atenta" - Créditos: Fernando Gutiérrez; producción de Ferni Moreno
Sí, por supuesto. Pero, bueno, hay algo del proceso que es muy femenino...
El cuerpo es algo clave, pero no creo que sea lo más importante. Se hace hincapié en el cuerpo, en que la mujer tiene que parar de trabajar, y la verdad es que me parece que es algo mucho más profundo lo que sucede. No porque sea frívolo poner el cuerpo físicamente, ¿eh?, pero me parece que tiene más que ver con pasar a un estado tuyo mucho más evolucionado.
Para mí, los hijos llegan para ponerte de frente con todas esas cosas ante las que te hacés la boluda. Es un espejo de tu realidad, y yo fui consciente de eso, sabía que iba a tener un hijo, y que iba a tener que dejar a un costado la parte más superficial mía, y tuve una necesidad grande de dejar eso de lado. Con un hijo empezás a saber quién sos. Porque una cosa es lo que decís..., y si tenés un hijo, estás tan expuesta a eso, a dar el ejemplo. Si yo considero que es bueno para mi hijo tal manera de pensar o hacer algo, tengo que hacer lo mismo, porque si no, es haz lo que digo pero no lo que hago.
´Se hace hincapié en el cuerpo de la mujer, y me parece que es algo mucho más profundo lo que sucede´ - Créditos: Fernando Gutiérrez; producción de Ferni Moreno
Sí, varios. Qué sé yo. Por ejemplo, el uso del celular. Yo tardé muchos años en usar celular, una vez había tenido uno, me sonó en una playa y lo tiré al mar. Recién desde hace cinco años tengo otro, por el proyecto con mi hermana. Y noto que estoy muy pendiente del celular, por trabajo o por algo social, y es algo que no quiero, no me gusta que mi hijo me vea así. Aunque me sirve para cosas lindas, les mando fotos a mis abuelos todo el tiempo... Pero no quiero ser adicta a eso. Trato de que Merlín no me vea todo el tiempo con el teléfono.
Sensible, claro, pero no siento que me haya cambiado el carácter.
Sí, más que nada en el embarazo, ¿vieron que todo te hace llorar?, una película, un comentario, las cosas lindas y las tristes...
Sí, total. Hay veces que digo: "No puedo más", y literalmente "no puedo más", pero hay que seguir, qué vas a hacer, no podés devolverlo.
Sí, las debo tener, pero en casa me la hacen muy fácil en ese sentido. Ricardo es un gran compañero y está al ciento por ciento conmigo.
Vestido tricolor (Las Oreiro, $1490), stiletto combinado con charol (Las Oreiro, $1340) - Créditos: Fernando Gutiérrez; producción de Ferni Moreno
No, hemos salido a mercados de pulgas, ¡miren adónde lo llevé! Lo llevo dentro de una tela que se cruza a mi cuerpo. También he salido a comer, viajé al campo; lo que no me da es salir a caminar por Palermo.
Sí, nuestra intención es vivir la mayor parte del tiempo en el campo. Allá no hay nada, no hay tele, no hay teléfono, sólo huerta y pájaros. Quiero criar a mi hijo así, al aire libre. Ahora tratan de estimularlos con tecnología, y no quisiera que mi hijo estuviera todo el tiempo con los jueguitos.
No, tomé un complejo vitamínico más fuerte, uno que es especial para vegetarianos, y además tomaba un aceite de pescado. Yo siempre fui lactovegetariana, ahora incluí huevos, y además todos los días consumo polen reconvertido, es súper bueno.
Y, los padres lo son, así que sí, hasta que me pida una milanesa..., y lo mandaré a lo de sus abuelos. En casa comerá como comemos nosotros.
Tuve un vestido de bambula que me puse durante los últimos tres meses y no me lo saqué. No me compré nada de mamá. Tenía sólo una remera de embarazada que ni estrené, nunca fui muy "mami".
Vestido tricolor (Las Oreiro, $1490), stiletto combinado con charol (Las Oreiro, $1340) - Créditos: Fernando Gutiérrez; producción de Ferni Moreno
Sí, el otro día me trajeron un jean y me apretaba por la cesárea, una tortura... Igual, los jeans nunca fueron la prenda más cómoda. Lo que me preocupa más es el tema de los pies. Soy fanática de los zapatos, tengo un montón de pares, y ya no me entran. Siempre calcé 38 y medio, ahora el 39 me aprieta.
En mayo viajo a Cannes, como embajadora de L’Oréal Paris y para presentar la película Infancia clandestina; después filmo con Lucía Puenzo en Bariloche... Voy a volver al trabajo con una carga horaria diferente. No creo que un set sea el mejor lugar para un bebé, pero es poco tiempo y me parece que los niños también necesitan que sus padres vuelvan a sus actividades.
De nada, me voy con el gordito, chicas...
En esta nota: