Viajamos a Santo Domingo, la ciudad más antigua de América, y recorrimos su herencia cultural, una parada obligada antes de desembarcar en sus playas paradisíacas.
República Dominicana tiene un magnetismo del que es difícil escapar y que va más allá de su gastronomía, el sonido de la bachata y la alegría de los dominicanos. Cuando una visita Santo Domingo, su capital, entiende que una de las razones de la magia probablemente sea su increíble historia.
Solo hace falta tener en mente que se trató del primer lugar de América al que llegó Cristóbal Colón con sus carabelas para que te explote la cabeza. Fue además el centro de operaciones de la conquista española y el lugar en el que recalaron figuras como Hernán Cortés, antes de adentrarse en tierra firme y establecer las bases del nuevo mundo.
Sol, historia y vegetación , todo eso encontrás en Santo Domingo - Créditos: Ministerio de Turismo de República Dominicana.
Para visitar la Ciudad Primada de América –así la llaman a Santo Domingo– como una experta, no te pierdas estas paradas:
El faro a Colón: se construyó en el marco de los actos conmemorativos por los 500 años de la llegada de Colón a América y al encenderse proyecta una luz que se ve a 64 km de distancia. Adentro hay un museo con réplicas en tamaño real de las carabelas, además de los restos del almirante. La entrada cuesta menos de un dólar. Tené en cuenta que los lunes está cerrado, al igual que el resto de los museos de la ciudad, que abren de martes a domingo, de 9 a 17. Un dato curioso es que República Dominicana y España se disputan hasta hoy la posesión de los huesos de Colón. Mientras que los primeros dicen que los encontraron enterrados bajo la Catedral Primada (y luego los trasladaron al faro), los segundos aseguran que están en la Catedral de Sevilla. Todo un enigma.
La calle de las damas: es la primera calle de Santo Domingo y fue bautizada con ese nombre en honor a María de Toledo, la mujer de Diego de Colón –hijo de Cristóbal–, que se paseaba por ahí con las damas de la corte virreinal cuando bajaba el sol. Las fachadas de los edificios coloniales que alberga te van a enamorar.
El alcázar de Diego Colón: es el primer castillo de América, en donde vivían los altos funcionarios de la Corona española. Conserva pinturas de época, además de una cocina y una sala de música de época, como para darse una idea de cómo se vivía la cotidianeidad en los tiempos de la colonia.
Créditos: Ministerio de Turismo de República Dominicana.
La Catedral Primada: construida en 1521, es la primera catedral del continente y tiene algo que la hace única: si bien por fuera es de estilo románico, su interior es gótico, algo muy raro de ver fuera de Europa. Además, está hecha de piedra caliza coralina, por lo que, si mirás sus paredes de cerca, vas a encontrar corales petrificados adornando naturalmente los bloques de piedra. Otro dato curioso es que la iglesia es totalmente proporcionada, gracias a que se construyó con múltiplos de 7, el número divino.
Parque Nacional Los 3 Ojos: es un paseo en el que podés recorrer tres cenotes o lagunas subterráneas, enmarcados por cuevas con estalactitas. El paisaje es de otro planeta y, aunque no está permitido bañarse, el paseo vale mucho la pena. La entrada cuesta aproximadamente US$ 2.
En el Mercado Modelo se pueden conseguir obras de artistas locales a muy buen precio - Créditos: Ministerio de Turismo de República Dominicana.
Kah Kow Experience: es un museo ideal para las amantes del chocolate. Incluye un recorrido interactivo por la historia de este manjar y varias experiencias sensoriales, como la posibilidad de probar la pulpa de la fruta del cacao (no la semilla, la fruta, que es grande como una pelota de rugby). A la salida, pasás por un store lleno de delicias que podés traerte de recuerdo del viaje.
Mercado Modelo: ubicado sobre la avenida Mella, es el lugar perfecto para comprar toda clase de recuerdos y souvenirs. ¿Lo mejor? Las artesanías hechas con ámbar, un material que abunda en la isla y que se consigue a buen precio, así como la bijou hecha con larimar, la piedra nacional de República Dominicana, de un color turquesa precioso y única en su tipo, porque no se extrae en ningún otro lugar del mundo.
¿Necesitás mar y palmeras?
Pasear por el Parque Nacional 3 Ojos es adentrarse en el paisaje de Avatar - Créditos: Denise Sotomayor
Antes o después de pasar unos días en la capital, el planazo ideal es hacer un mix con unos días a puro sol, mar y descanso en algunas de las playas más lindas del Caribe dominicano:
Samaná: ubicada al noreste de la isla, esta provincia enamora por su increíble belleza natural. Tiene aguas color turquesa intenso, playas de arena tan finita y blanca que parece harina y muchísimas actividades para hacer durante el día, ya sea en plan familiar, con amigas o en pareja. Se puede hacer kayak entre los manglares, trekking hasta la cascada El Limón para darte un chapuzón en sus aguas, bucear en los arrecifes de coral y hasta avistar ballenas jorobadas, que se encuentran en esta zona desde enero hasta marzo.
Playas vírgenes interminables: un paisaje común en Dominicana - Créditos: Ministerio de Turismo de República Dominicana.
Punta Cana: es el destino más turístico de República Dominicana y también el más equipado, porque cuenta con un mix de infraestructura hotelera súper desarrollada y playas que aún conservan su onda agreste. Es, sin dudas, el destino ideal si disfrutás del plan all inclusive y no querés preocuparte por absolutamente nada, sea que vayas en plan mielero o en familia con los chicos.
Isla Saona: tiene uno de los paisajes más lindos del país. Sus aguas cristalinas y sin una sola alga la convierten en EL LUGAR para hacer snorkel y divisar rayas, estrellas de mar y todo tipo de pececitos de colores. Su centro, además, es un pueblito de pescadores muy pintoresco llamado Mano Juan, del que no podés irte sin pedir un rico pescado con coco.
Dominicana Moda
Dominicana Moda es el evento fashion más importante del país - Créditos: Ministerio de Turismo de República Dominicana.
Como parte de nuestro recorrido por la ciudad, tuvimos la oportunidad de ir a varios desfiles de Dominicana Moda, el evento fashion más importante del país, que este año se celebró en el marco de la ciudad colonial, específicamente junto a la Fortaleza Ozama, un castillo militar único en su tipo, que incluye una torre medieval. El broche de oro de esta fiesta de la moda vino de la mano de la diseñadora colombiana Silvia Tcherassi, que brindó un show lleno de tendencia
Cómo llegar
Hay vuelos de Copa, Avianca, Aerolíneas Argentinas (directo a Punta Cana) y American, a partir de los $19.935. Más info: www.ttsviajes.com.
Dónde dormir
Hotel Billini: es el antiguo colegio Santo Tomás, que fue convertido en un hotel boutique. Tiene una terraza alucinante para tomar unos ricos drinks y conserva su arquitectura antigua (256, Padre Bellini). Hay habitaciones en base doble por noche desde $2700.
Hodelpa Caribe Colonial: está en el centro de Santo Domingo (159, Isabel la Católica), y su ubicación es ideal para recorrer la ciudad a pie. Tiene restaurante y una terraza para ver el atarceder y descansar luego de andar todo el día. Hay habitaciones en base doble por noche desde $1300.
Créditos: Ministerio de Turismo de República Dominicana.
¿Qué comer?
Para los dominicanos, el plátano, el coco y los frutos de mar son el eje central de una gastronomía sabrosa, abundante y bien nutritiva. Por las mañanas, los locales desayunan con mangú, un puré de plátano verde que puede incluir cebolla rehogada y otros extras. Al principio puede sonar raro arrancar la mañana así, pero una vez que te encariñás, no podés parar, porque te da energías para hacer lo que te propongas durante todo el día. A la hora del almuerzo o de la cena, se impone el plato típico de Dominicana, “la bandera”, que consiste en arroz, porotos, carne, palta y plátano frito (les dicen tostones). También podés pedirte un buen sancocho, una suerte de guiso que, básicamente, es un fondo de olla con todo lo que haya a mano: arroz, verduras, varios tipos de carnes y mucho condimento. Lo ideal es acompañar la comida con una cervecita Presidente para refrescarte. Se pide “vestida de novia”, es decir, con una capa de escarcha que garantiza que esté helada. Finalizá la degustación con postre de coco con dulce de leche y un buen Café Santo Domingo, la marca país de esta infusión que tanto amamos y que los dominicanos preparan con maestría.
¿Dos restaurantes para visitar? Pat’e Palo, sobre la plaza España y frente al alcázar virreinal, un espacio de gastronomía de lujo que incluye cócteles riquísimos. Tampoco podés dejar de ir a Buche Perico, un restó escondido en una suerte de vivero gigante, ambientado con todo tipo de plantas y lucecitas, música en vivo y una carta súper variada.
Adónde ir: ¡Lanza la bola!
Créditos: OHLALA!
Los dominicanos deliran por el béisbol. Su país el semillero de algunos de los mejores beisbolistas del mundo, que se exportan a los EE. UU. (el novio de J-Lo, Álex Rodríguez, es uno de ellos). Ir a un partido es todo un espectáculo, en especial para ver a los hinchas dedicándose cantitos. Eso sí: para verlo, se impone una pizza con cerveza. •