Santiago Mitre: “Dirigir es en tiempo presente y es impredecible”
El director y guionista nos cuenta sus procesos creativos y sus fantasías a la hora del amor
16 de julio de 2017
Créditos: Gisela Filc. Producción de Mume Boskovich
Apunto de estrenar La cordillera, se define como un “neurótico normal” y, aunque está enamoradísimo, se lleva muy bien con la soledad. Ah, y banca mucho el sexo oral...
P: La Cordillera es la película con mayor presupuesto del cine nacional de 2017, con Darín de protagonista y un paso por Cannes... Como director, ¿cumpliste el sueño del pibe?
R: Uno fantasea con un montón de cosas que después se dan de un modo más azaroso y menos romántico de lo que parece. La verdad es que trabajé mucho. El proceso de contar la película fue duro; si lo pienso en retrospectiva, logré cosas por las que mi yo de hace 15 años diría: “¡Qué impresionante!”. Por suerte, todo se da de a pasos, pequeños o grandes; empecé con El estudiante, una película con presupuesto nulo y filmando los fines de semana, y este es un gran crecimiento..., pero ¡me lo merezco!
P: Tu cine tiene mucha crítica política...
R: A mí me interesa el cine como exploración, y si exploramos ámbitos políticos, es difícil que no aparezcan las zonas grises y oscuras. La Cordillera retrata a un presidente al que, en medio de su primera cumbre internacional, le surge un problema a través del ex marido de su hija, que se va volviendo cada vez más íntimo. Es una película de suspenso político que se torna cada vez más extraña.
P: Escribiste el personaje del presidente pensando en Darín. ¿Creaste a Mariana, la hija del presidente, pensando en Dolores (Fonzi)?
R: ¿Sabés que ella me lo pidió a mí el papel? Ese personaje estaba en la génesis de la historia, pero era un poco más incierto. Y cuando yo le iba contando cosas, ella no se metía, pero me hacía una devolución. Después, tuve la necesidad de empezar a probar cosas del personaje y ella estaba ahí conmigo y se fue ganando a Mariana.
P: ¿Es un plus conocerla por fuera de lo laboral para pedirle algo en el set?
R: Dirigir es en tiempo presente y es impredecible lo que puede pasar. Si hay mucha confianza, el trabajo se hace más fluido, pero si una escena no está saliendo, la repetimos y ella lo padece como cualquier otro actor y viceversa... Te diría que a la inversa es mejor: ella me ayuda mucho como director. Cuando no filmaba, igual estaba conmigo, aconsejándome y dándome sus opiniones sobre lo que estábamos rodando. Es como una directora bis.
P: ¿Hablaste con algún presidente para escribir esta historia?
R: Tuve una charla con un ex presidente que duró muchas horas y fue muy interesante. No es argentino. ¡Igual, no voy a decir el nombre! Me confirmó que en ese ámbito tienen un control absoluto sobre cada elemento que los rodea, incluso, su vida familiar o su pasado.
P: ¿Y cómo venís vos con el temita control?
R: Bueno, ¡es mi trabajo! Pero fuera de eso, ni a palos. Soy un neurótico normal.
P: Exceptuando La patota, la primera escena íntima de tus otras películas arranca siempre con sexo oral femenino. ¿Es a propósito? ¿O quizás una jugada del inconsciente?
R: ¡No sé si contestarte la verdad o mentirte! Siempre fueron intenciones distintas. Pero la verdad es que el sexo oral a una mujer es más fácil de mentir y que se perciba como real. Me gustan las escenas de sexo como desafío porque son difíciles de filmar. Me gusta darles un toque hot.
P: Pensé que me ibas decir que bancabas al laburante del amor.
R: ¡Por supuesto! Y el sexo oral me parece hermoso en todas sus formas.
P: Cuando la conociste a Dolores, ¿venías con ganas de noviar o fue una sorpresa?
R: Fue raro, porque estábamos trabajando y no estaba preparado, así que fue una linda sorpresa. Después, todos te dicen que la relación entre la actriz y el director es un cliché, pero yo no me lo esperaba. Dolores es una compañera fantástica para filmar y para pasar los días.
P: Ella es mamá de dos..., ¿qué onda convertirse en padrastro?
R: No existe tal cosa. Tengo una relación genial con los chicos, son divinos y yo soy simplemente el novio de su mamá.
P: Son una pareja con cama afuera. ¿Bancás más el noviazgo sin convivencia?
R: No tengo una idea muy clara sobre eso. Tengo buenas y malas experiencias de convivencia. Ahora estamos muy bien así y la relación es la que va dictando sola cuál es la mejor manera de vivirla. Igual, pasamos mucho tiempo juntos.
P: ¿Cómo te llevás con la soledad?
R: Muy bien. Antes de empezar a dirigir era escritor de cine y televisión, así que estoy muy acostumbrado a pasar horas escribiendo solo. Me gusta ir al cine, salir a caminar cuando estoy trabado... Todo solo. Después, es cierto que cuando dirigís sos EL director y eso me pesa. •
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