
Tips para ahorrar en vacaciones
¿Podemos viajar sin alterar demasiado nuestro presupuesto? Sí, es posible; anotá estas ideas para mantener tus gastos bajo control
11 de enero de 2012 • 11:22


Créditos: Corbis
Por Daniela Chueke
Especial para RevistaOHLALA.com
Especial para RevistaOHLALA.com
Hay momentos en que decididamente las staycations (término que usan los estadounidenses para referirse al hecho de pasar las vacaciones en casa) no son una opción válida. Llegada esta altura del año, después de tantos meses dedicados a cumplir con obligaciones y responsabilidades de todo tipo, sentimos, con absoluto derecho, que irnos de vacaciones es una necesidad. Satisfacela y disfrutala sin endeudarte.
Diseñá un plan de gastos. Si un presupuesto limitado no concuerda con tu idea de vacaciones porque te suena a "privación", quizás te suene mejor considerar un plan de gastos. No importa cómo quieras llamarlo. Lo importante es tratar de respetarlo al máximo. Restá del total de tu dinero disponible los gastos estimados correspondientes a comida, alojamiento y transporte. El saldo es lo que tendrás disponible para usar en tus actividades diarias. Dividilo por el número de días de vacaciones y obtendrás un total diario para gastar. Así vas a evitar recortar tus vacaciones o endeudarte con tu tarjeta de crédito porque se te fue la mano en los gastos de los primeros días.
Evitá endeudarte. Pedir un préstamo para pagar las vacaciones no siempre es una buena idea. Los intereses suelen ser altísimos y te estás comprando una preocupación para el resto del año. Mucha mejor idea es arreglarte con lo que tenés ahora para pasarla lo mejor posible ateniéndote a la realidad de tu economía actual y empezar a ahorrar para el contar con más dinero el año que viene. Por ejemplo, podés empezar a poner plata en una cuenta designada exclusivamente para las próximas vacaciones, mediante depósitos automáticos mensuales, a partir del mismo día en que regreses de las vacaciones de este año.
Reducí al mínimo los gastos bancarios. Usá los cajeros automáticos del banco donde tenés tu cuenta (salvo que tengas cuenta sueldo) para evitar comisiones por retiro de dinero (las cuales pueden llegar a ser de entre 5$ y $8). Si necesitás usar el cajero automático de otro banco, porque no encontrás una sucursal del tuyo, te conviene retirar cantidades grandes y con menos frecuencia.
Buscá el mejor cambio. En el exterior, evitá los adelantos de efectivo de las tarjetas de crédito: las cuotas y las tasas de interés pueden ser muy altas. En los bancos locales en horario comercial es posible encontrar mejor tipo de cambio que en las agencias y en los hoteles.
Aprovechá bien las promos y descuentos. Para esto la clave es ser ordenada y planificar las salidas con antelación... En los lugares turísticos abundan los descuentos de todo tipo, 2x1, cenas gratis para los chicos, etc. Tené a mano una billetera, bolsito o caja especial para guardar las promos así no se te pierden en el fondo de la mochila. Al final de cada día programá la actividad del día siguiente y fijate si podés llegar a usarlos. También consultá en la web de tu tarjetas de descuento (Club La Nación, la de tu tarjeta de crédito, o cualquier otra que tengas), qué promociones hay en el destino que elegís y planificá tus salidas de antemano.
Tarjeta de crédito. Antes de irte consultá en la compañía emisora de tu tarjeta de crédito cuáles son las condiciones que aplican al tipo de cambio (si vas al exterior) y las multas por exceso en tu límite de compras. Escanéa todos tus documentos, tarjetas y números de cuenta, los teléfonos de la sucursal emisora de tus bancos y tarjetas y enviá los PDF a tu webmail para tenerlos a mano en caso de pérdida o robo. Usala poco o, aun mejor, nada, excepto para una emergencia. Si preferís manejarte con crédito, saldá los cargos ni bien volvés a casa (antes de hacer tu compra pensá si vas a poder afrontar el gasto con tus ingresos habituales, no compres pensando que de algún modo mágico el dinero va a aparecer). En realidad son préstamos a muy corto plazo que, si se acumulase más de la cuenta, pueden terminar amargándote la vida después de las vacaciones.
Vos estás de vacaciones, tu economía no. Dejá pagos todos tus gastos fijos antes de irte o prevé que alguien pueda cumplir con tus compromisos habituales asi te desentendés del tema en tus vacaciones y no te encontrás con deudas, intereses o servicios cortados a tu vuelta.
Cuidado con la cuenta del celular. Es comodísimo tener roaming a todo el mundo y mucho más si contás con un smartphone que te conecta a Internet y a las redes sociales donde sea. Pero deja de ser una ventaja si para aprovechar estos servicios te vas a encontrar al final de tus vacaciones con que tu cuenta habitual se duplicó o triplicó. Preguntá en tu compañía proveedora qué es lo que está incluido en tu abono y cuáles son los costos de usar el roaming. Si tu teléfono tiene WiFi, recordá conectarte a las redes libres siempre que puedas, así evitás los costos de navegar por la red 3G.
Experta consultada: Dra. Roxana Lakerman, contadora
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