Vacaciones ordenadas, cómo acceder a un crédito y las cuentas en pareja

La primavera llega este mes con aroma a vacaciones. Los primeros calorcitos nos hacen pensar en destinos soñados y en destinos alcanzables. Qué podemos hacer para conseguir el viaje de nuestras vidas sin caer en bancarrota:

Tomá el control de tu presupuesto ahora. No proyectes unas vacaciones en función del bono que vas a cobrar si pasa tal o cual cosa o del aguinaldo que llegará en diciembre.

Ordená tus cuentas para que te sobre un poquito cada mes y, si aparece un extra, podrás usarlo para ampliar o mejorar el programa, pero tus vacaciones están seguras.

¿Paga él o pago yo? Si estás en pareja, lo mejor es discutir juntos el destino y ponerse de acuerdo con el tipo de viaje que quieren hacer para empezar a juntar el dinero. Si tienen distintos ingresos, pueden acordar que aporten a un pozo común los dos un monto diferente, en proporción al ingreso que tienen.

Todos ayudan. Cuando los niños de la casa empiezan la primaria, ya podemos comprometerlos a participar del esfuerzo común. A los más chicos podemos darles una alcancía para las monedas que habitualmente usan para golosinas. Los mayores pueden comprometerse a cortar algún gasto –la salida semanal a la casa de comida rápida o una ida a bailar menos en el mes–. Más allá de cuánto aporten, lo importante es que se comprometan con el plan familiar.

Planificando y haciendo un esfuerzo entre todos, es mucho más fácil llegar al destino soñado.

20 mil. Son los pesos que tenés que cobrar como mínimo o junto con tu pareja para poder acceder a un crédito hipotecario. Además, tenés que tener un fondo ahorrado para aportar, porque ningún banco te presta el total del valor de una propiedad. ¿A dónde ir a buscar un crédito? Si estás dentro del selecto grupo que puede calificar, las mejores opciones están en los bancos públicos, sobre todo para la primera vivienda, porque se ofrecen tasas subsidiadas.

En la pareja y con el uso del dinero también se puede aplicar el concepto de bullying, y, claro está, es una muy mala práctica. Un artículo del diario U.S. News identifica las siguientes modalidades:

- Hacer sentir culpable al otro por sus compras.

- Limitarle los gastos.

- Hacer que la pareja muestre tickets y recibos de compras.

- No dejar al otro ir de compras solo.

Las mujeres, incluso cuando tenemos ingresos similares a nuestra pareja, tendemos a ceder el control de las finanzas en manos de él. En algunos casos, por comodidad; en otros, para respetar el rol tradicional del hombre como proveedor. Pero atención, si aparecen algunas de las prácticas que señalamos antes, más que ceder la administración de las cuentas, estás dejando que el otro ejerza el control.