¿Cómo hacer para cuidarnos sin que eso implique descuidar–a través del ejemplo en la mesa o en las hurtadillas a la heladera- a ellos, los niñitos a los que siempre queremos ver bien comidos y nutridos?
ALERTA VERDE. Princesa calabaza. Si sos de las que tiene la dieta incorporada como un modus operandi en la vida y comer implica pasar de la calabaza a la ensalada de lechuga y tomate, con el plato fuerte de una milanesa de soja cada tanto y un esbozo de azúcar en una ensalada de fruta te puede dar arcadas te damos el alerta verde (que no es igual a la onda verde) sino todo lo contrario. Los chicos comen, también, a través del ejemplo y si ven que su mamá tiene una traba permanente con la comida o que siempre se lleva a la boca los mismos alimentos es difícil que puedan aprender que en la variedad está el gusto.
Relajate, comé de vez en cuando algo distinto, ampliá tu dieta, variá aunque sea en porciones chicas e intentá mostrarles a tus hijos que un poco de tuco no anuncia la llegada de Satanás.
ALERTA ROJA. El lunes empiezo yo y empiezan todos. Si sos de las que no tenés incorporada la dieta, sino la culpa por no hacerla, pero te cuesta tanto cuidarte que cuando decidís comenzar el lunes con una tostada –u-n-a- con queso blanco necesitas volverte una evangélica furiosa contra ese pancito (que tanto picoteabas hasta el viernes) o las harinas demoníacas (con las que tus hijos toman el té con leche de la mañana desde hace doce años) te recomendamos que hagas ommmmm pero sola. Toda tu familia no tiene porque acompañar tu última tentación de torta de ricota el domingo a la tarde y el martes a la noche conformarse con un soufflé de espinaca.
ALERTA AMARILLA. Bulimia verbal. El problema no es solamente qué comen las mujeres que comen o qué no comen las que no comen, sino qué dicen y qué no dicen sobre porqué comen o dejan de comer. En épocas de obsesión por la delgadez, mediante la boca se engorda, se adelgaza o se pueden legar trastornos alimentarios. Consejo doble: la sinceridad brutal es apta para las reuniones de amigas; en peloteros, mejor abstenerse.
SIN ALERTA. Me cuido mucho, poquito o (a veces) nada. Si a ellos les untás las tostadas con un poco de dulce y vos simplemente elegís el queso, si el día que comen ñoquis vos te servís una porción más chica, si dejas las papas fritas o las tortas sólo para un gusto de domingo y llevas un menú naturalmente sano, ¡muy bien 10! Estás haciendo las cosas bien. No sólo porque te interesa verte bien y saludable, sino, también, porque no convertiste a la comida en un monstruo atemorizante.
Por Luciana Peker
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