Charlotte, en acción
Por Silvina Ajmat
Enviada Especial
Enviada Especial
NUEVA YORK.- "La belleza es confiar en uno mismo". Charlotte Willer repetirá tres veces su máxima a lo largo de la entrevista con la autoridad que le permite su trayectoria: hace 30 años que maquilla rostros, se convirtió en la make up artist favorita de las estrellas y desde hace tres años comanda el desarrollo de los productos de Maybelline New York como maquilladora global de la firma.
Con la avidez de quien se sabe prodigiosa, terminó sus estudios en Copenaghe, su ciudad natal, y viajó a París para inscribirse en uno de los institutos más prestigiosos del mundo: el Christian Chauveau . Su habilidad cuasi innata para combinar los colores y embellecer la piel tuvo su mejor vidriera en la capital de la moda europea y ya nadie pudo detener su crecimiento. Después de París vino Londres. Luego, Nueva York. Hoy, vive en la Gran Manzana pero viaja por todo el mundo siguiendo los encargos de las celebrities que no pueden salir a escena si no cuentan con su mano de oro. "A la hora de contratar a un maquillador, los famosos tienen muchos recaudos porque si no conocen al artista se sienten muy inseguros", relata Charlotte, en un diálogo distendido con Ohlalá.
Sus ojos recorren como un scanner cada rostro que ve y tarda apenas unos segundos en descubrir qué falta, qué sobra y qué maquillaje es el más indicado para cada quien. Sin embargo, cuando le piden consejos de maquillaje, apela a su ley primera: "Hay que estar seguro de uno mismo. Hay que saber qué cara querés mostrar y cómo te gustás. Cada uno debe estar conciente de eso antes de maquillarse". Con magistral didáctica y contundencia nórdica, Charlotte se pone como ejemplo: "Yo quiero resaltar mi boca. Jamás me pinto los ojos. Me gustan estos labios rojos".
Aunque ya es experta en estas arenas, la inseguridad de las celebrities le trajo más de un dolor de cabeza. "Si ellos quieren algo en especial, copiar un estilo o algo que vieron, tienen que estar seguras que vas a poder reproducir eso. Cuando sienten que están en buenas manos, entonces está todo bien, pero puede ser muy complicado", comenta y un gesto se cruza por su mirada, como recordara alguna anécdota que ahora le causa gracia. Su memoria atesora momentos con clientes tan famosos como Uma Thurman, Claudia Schiffer, Milla Jovovich, Kate Moss, Elizabeth Hurley, Monica Bellucci, Linda Evangelista, Cate Blanchett, Gwyneth Paltrow y tantas más.
"Lo más difícil, o más bien, lo más importante en mi trabajo es establecer un buen contacto con la persona que voy a maquillar porque la voy a estar tocando. Entonces, en el momento en que la toco el contacto tiene que ser bueno", continúa, moviendo las manos con la misma agilidad con que maquilla.
Cuando está trabajando, todo a su alrededor desaparece. Está acostumbrada a los alborotados backstages de los desfiles que suelen ser igual de ruidosos en todo el mundo: modelos cambiándose a toda velocidad, peinadoras retocando looks, maquilladoras corrigiendo imperfecciones en cada pasada. Charlotte se abstrae. Detrás de unos anteojos de marco pronunciado, concentra su mirada sólo en el rostro de la modelo y la convierte en pocos minutos en una obra de arte andante. Verla es inspirador: cada sesión de maquillaje es una oda a la creatividad. Una ocurrencia repentina la lleva a pintar las pestañas con delineador de ojos o las mejillas con labial, incluso jugar con el delineador de labios para profundizar una sombra. "Creo que no hay que ponerse límites. ¿Quién te va a decir que no está bien? Las restricciones nos las ponemos nosotros. Yo prefiero liberarme de eso. Yo busco colores. Uno puede hacer lo que quiera con ellos. Se pueden mezclar texturas. Hay que ser creativos con el maquillaje", explica y una vez más, recurre a su premisa dorada: "Confíen en ustedes mismos".
La maquilladora junto a la modelo Erin Wasson
Los tips de Charlotte
"El maquillaje ideal es el delineador marrón. Un marrón cálido siempre resalta los ojos".
"Nunca usen la base hasta el borde de la cara. ¡Parece que les cortaron la cabeza! Recuerden que el cuello también se maquilla."
"El rubor rosado es una tendencia por estos días. Es un color hermoso para las mejillas".
"Resalten la parte de la cara que más les guste con colores bien llamativos".
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