Créditos: corbis
Ya está. Te decidiste y vas a dejar de fumar. Todo es optimismo y voluntad cuando, de repente, una pregunta insistente te convierte en un nudo de dudas: ¿y si por dejar de fumar engordo 10 kilos de golpe?. Te convencés de que es bueno para tu salud y que es el momento para hacerlo, pero nuevamente surgen las preguntas: ¿para qué dejar el cigarrillo si fumando me mantengo en peso y estoy bien? ¿para qué dejar de fumar y arriesgarme a engordar?
Es cierto que hay personas para quienes fumar es un recurso que las ayuda a mantenerse en el peso deseado, pero ¡a un costo altísimo! ¿Por qué arriesgar tanto?
Son muchísimos los beneficios al dejar el pucho . No sólo es súper importante para la salud sino que también nos da más energía, fuerza y buen humor.
Ahora sí. Si a pesar de saber que el cigarrillo te hace pésimo no intentás dejarlo por miedo a subir de peso, las siguientes sugerencias pueden ayudarte a lograr tu objetivo sin perder la figura.
Claves para no aumentar de peso al dejar de fumar
Racionalizá los antojos: al dejar de fumar es común el antojo de golosinas. Es importante que antes de comer te preguntes si en realidad tenés hambre o es sólo un impulso para combatir la ansiedad.
Snacks saludables: tené siempre a mano algo para picar o masticar como frutas (la manzana es ideal), palitos de zanahoria o chicles sin azúcar.
Plan combinado: dejar de fumar y comenzar un plan nutricional deben formar parte de un mismo proyecto. Si bien, al dejar el cigarrillo, evitar los dulces y las grasas puede ser difícil (solemos lanzarnos sobre la comida para no hacerlo sobre el atado de puchos) es importantísimo que adoptes una dieta saludable en paralelo.
Organizá tu menú: realizá al menos cuatro comidas y dos colaciones por día. Aumentá el consumo de lácteos, frutas y verduras.
Los prohibidos: durante los 10 primeros días sin cigarrillos es fundamental que evites frituras, salsas, alimentos muy salados, chocolates, postres, café u alcohol, porque son alimentos que estimulan los deseos de fumar.
Tomá más líquido: aumentar el consumo de agua mineral y jugos de frutas, tanto para el almuerzo o cena como entre comidas, ayuda en la desintoxicación del cuerpo además de quitar el hambre, ayudando a mantener el peso normal.
Hacé más actividad física: hacer ejercicio no sólo quema calorías sino que, además, te hace pensar en otra cosa manteniendo tu mente libre de humo. Podés salir a caminar, practicar algún deporte o ir al gimnasio. Te vas a dar cuenta de cómo mejoró tu resistencia.
Los beneficios al dejar el cigarrillo (¡vale la pena intentarlo!)
Créditos: corbis
En las primeras 24 horas
- Se reduce la presión arterial y las pulsaciones arteriales.
- Aumenta la temperatura de manos y pies.
- Se reduce la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco.
En las primeras 72 horas libres de humo de cigarrillo:
- Se recuperan los sentidos del olfato y el gusto, resaltándose las cualidades de los alimentos.
- Mejora tu capacidad pulmonar y lentamente te sentís menos cansada frente a las actividades cotidianas.
Entre las 2 semanas y los 3 primeros meses sin fumar:
- Mejora la circulación sanguínea y aumenta el rendimiento físico.
- Los pulmones mejoran su funcionamiento.
En los primeros 9 meses libres de tabaco:
- Los síntomas respiratorios comunes (tos, fatiga, congestión nasal, etc.) se reducen notablemente.
- El aparato respiratorio en general aumenta su capacidad para reaccionar frente a una infección viral o bacteriana.
A los 10 años de haber dejado el hábito
- La probabilidad de tener un cáncer de pulmón con desenlace fatal se asemeja a la de una persona no fumadora.
Experta Consultada: Dra. Georgina Alberro, Médica Especialista en nutrición. Experta en Tabaquismo. Coordinadora de Tabaquismo de LALCEC (Liga Argentina de lucha contra el Cáncer) que ofrece los programas Chau Pucho y Chau Kilos .
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