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Lindas por deporte: Daniela Donadio, ciclista profesional




Daniela Donadio es la importadora exclusiva de la marca Trek

Daniela Donadio es la importadora exclusiva de la marca Trek - Créditos: Gustavo Cherro

Porque el deporte nos pone lindas y contentas, abrimos este espacio para conocer las historias de mujeres que por su esfuerzo y constancia supieron destacarse en sus disciplinas. Por eso hoy les quiero presentar a Daniela Donadio, quien fue siete veces campeona argentina de ciclismo. Heredó de su familia la pasión por las bicis y desde muy joven comenzó a entrenar y competir. Su padre, Eduardo Donadio, fue su coach y guía incondicional durante toda su trayectoria. Emprendedora, fundadora de su propia empresa, hoy, a los 41 es, además, la actual representante local de la marca de bicicletas Trek (a la que califica como "el equivalente de Nike en el mundo de las bicis"). Mamá de Sol y Máximo, dejó la competencia de alto rendimiento a los 25, estudió Relaciones Públicas, hizo carrera profesional en el área de marketing y creó ExpoBici (12 y 13 de noviembre en La Rural), la muestra de ciclismo que ya es un clásico entre los amantes de este deporte. ¿Quieren conocerla? Pasen y vean.
¿Cómo era entrenar en familia y bajo la mirada de papá? Suele ser complicado compartir ese tipo de espacios con los seres más queridos.
Mi papá siempre fue mi ídolo y lo que me decía era palabra santa, en una época salíamos los cuatro juntos a pedalear a la ruta (mi papá, yo y mis hermanos Facundo y Sebastián). En ese entonces yo estaba en quinto año del cole y el director llamaba a mi casa porque yo me rateaba y mi mama le decía, “está entrenando con su padre”. Me pusieron 23 amonestaciones para que no me escapara más. Internamente mis papás sabían que no me podían retar. ¡Yo me escapaba para entrenar! Igualmente para mis papás la bici era un premio al estudio, si me iba mal, me ponían la bici bajo llave.
¿Qué rutina hacías? ¿Cómo era un día típico, cómo se distribuían las actividades?
Iba al colegio en ese momento, me levantaba muy temprano: hacíamos ejercicios de respiración y, si llovía o no había tiempo, empezábamos 5.30 o 6 en el rodillo –una suerte de bici fija-. Después iba al cole, estudiaba para perito mercantil y salía dos menos veinte, no me olvido más ese horario, se me hacía eterno. Llegaba a casa, comía, me vestía de ciclista, y así me metía en la cama y dormía 20 minutos, eso me alcanzaba para luego agarrar mi bici y salir a entrenar. A esa edad me iba sola al circuito KDT, cuanto terminé el colegio e iba a la facultad ya salía a la ruta a entrenar. Además de esto iba al gimnasio tres veces por semana. En bici entrenaba seis días a la semana, solo uno descansaba que normalmente era el día después de competir. En el ciclismo se compite todos los fines de semana en lo posible.
En otra nota dijiste que hace 20 años no estaba bien visto ser ciclista mujer. ¿Por qué pasaba eso?
Yo iba al colegio en bicicleta, era un colegio de monjas, a tres cuadras del Congreso y me acuerdo que no querían que dejara la bici en el colegio porque era un mal ejemplo para el resto. Igual seguí yendo en bici pero la guardaba en un garaje a la vuelta y nadie se enteraba. Por ese entonces los deportes bien vistos para nosotras eran los típicos del colegio: hockey y vóley, que se consideraban más femeninos. A mí toda esta situación me hacía ruido, no entendía por qué tenía que ocultar que andaba en bici si era lo más lindo del planeta. En ese momento no dije nada. Si viviera esta situación ahora la llamaría bullying.
Y en cuanto a la alimentación, ¿seguías un plan muy estricto?
Tenía un plan alimentario muy sano, el hígado en la alta exigencia cumple una función fundamental, entonces había que cuidarlo mucho. No existían los fritos, ni chocolates, ni grasas. De más está decir que nunca fumé y ni tomé alcohol. Y hoy, luego de haber pasado esa etapa, mantengo una alimentación muy sana y muy básica. Sigo sin tomar una gota de alcohol, a pesar de no competir más. Comer mal me da culpa, aunque hoy podría hacerlo. Ni se me ocurre comer una hamburguesa en McDonald´s, no digo que no me guste, es riquísima, pero después es más grande la culpa que el disfrute. Me sigo cuidando como si compitiera (risas).
¿Cuál fue el trayecto más lindo que hiciste en bici? ¿Qué tuvo de especial?
Acá en el país fue la travesía dos Océanos, del Pacífico al Atlántico en bici, con un grupo de 30 personas, parábamos en escuelas rurales y llevábamos donaciones. Fueron 1.000 km en 9 días. Por otro lado, hace años que cada vez que viajo al extranjero, por placer o por trabajo, lo recorro en las bicis públicas. Este año estuve en Chicago y en Madison. Con la bici, además de conocer de forma diferente, es mucho más rápido y cero estrés. Nueva York es un caos de autos, en bici no te das cuenta. Lo súper recomiendo.
Izquierda: Daniela junto a su papá Eduardo. Derecha: con sus hijos Máximo y Sol.

Izquierda: Daniela junto a su papá Eduardo. Derecha: con sus hijos Máximo y Sol. - Créditos: Archivo personal Daniela Donadio

¿Qué nos podés contar sobre los cuidados de la piel y el físico?
Siempre fui muy coqueta y, con el tiempo, me profesionalicé, me encanta cuidarme y hoy entreno para estar bien físicamente, para sentirme bien. Me cuido mucho del sol, -como hace 20 años nos poníamos Rayito de Sol y salíamos a la ruta a pedalear, tengo la piel bastante dañada- y la pude recuperar de a poco con cuidados y tratamientos. Mis hijos viven con protector 50 y si no les pongo ellos me lo piden. Yo no me expongo en horarios en los que el sol está vertical. Estamos todos siempre con gorro. Y gracias a estos pequeños grandes detalles, creo que esta generación va a envejecer mucho más tarde.
¿Y cuándo dejaste el deporte de alto rendimiento de qué trabajaste?
Dejé a los 25, me fui un año a Europa a recorrer. Trabajé en un velero de lujo como chef en el Mediterráneo, fui niñera de la hija de un polista Español en Sotogrande, instructora de esquí de otro niño en los Pirineos y hasta petisera en Irlanda. Son esas cosas que en su momento quizás fueron duras pero que te hacen crecer de golpe y agradezco haber tenido el valor para hacerlas. Aprendés mucho y luego valorás lo que tenés. Ves la vida desde otro lado. Son esas cosas que se hacen una sola vez en la vida, joven, soltera, sin nada para perder y que nunca más te las olvidás.
¿Hiciste actividad física durante tus embarazos?
Con Sol (7 años) tenía 34 años y pedaleé hasta los seis meses. Di clases de bici (tenía un grupo de entrenamiento de bici para 120 personas) porque la panza no salió hasta tarde. Con Máximo (5 años), dos años después, a los 4 meses ya estaba muy panzona, y ya no podía pedalear más porque me resultaba muy incómoda la posición. No es un deporte que recomiendo para una embarazada por el alto peligro de una caída. Yo porque nací arriba de una bici y era más factible que me tropezara caminando que me cayera en la bici. A las mujeres que quieren seguir con la actividad, no hagan nada que no hayan hecho antes, y si nunca hiciste deporte, el momento no es el embarazo.
¿Qué significan la maternidad y el deporte en tu vida?
La maternidad es todo. El deporte me postergó un poco los embarazos, y eso hizo que los disfrutara mucho más porque, de hecho, del primero al segundo la diferencia de disfrute fue abismal. Con Sol me angustiaba si lloraba y no dormir de noche, con Max me relajé y disfruté. A los chicos les inculcamos mucho el deporte pero desde el ejemplo. Mi esposo sale a entrenar tres o cuatro veces por semana y cuando llega elonga con los chicos. Y cuando yo salgo a correr ellos me acompañan con sus bicis. Es un placer.
Además de ser mamá, tenés tu escuela de ciclismo, sos la creadora de Expobici y representante de la marca Trek en el país. ¿Cómo te organizas con los chicos, la casa y el trabajo?
Mi prioridad son los chicos y luego el resto. Puedo. Nunca me sentí desbordada. Esto es cuestión de organización. Yo trabajo mucho y mezclo, a veces oficina y a veces desde casa, trato de organizarme para pasar tiempo con ellos, tengo la capacidad de abstraerme y trabajar mientras miran los dibujitos, o juegan. Son el complemento perfecto en mi vida.
¿Qué les pareció la historia de Daniela Donadio? ¿La conocían? ¿Sobre qué otras deportistas les gustaría leer? Nos vemos la semana próxima.

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