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Soportan todo el peso del cuerpo y son la base de nuestro sistema locomotor. Y, al estar lejos de nuestra vista, suelen quedar un tanto olvidados de nuestros cuidados y consideraciones diarias, aunque no para algunos especialistas que se dedican a analizar la forma, el tamaño y las durezas de los pies para prevenir problemas de salud y, también, evaluar rasgos de la personalidad de su portador.
¿Sabías que los pies juegan un papel importante en el sistema nervioso porque la planta contiene más terminaciones sensoriales que cualquier otra parte del cuerpo? De hecho, para la reflexología -una técnica milenaria que estudia el pie y cuyo objetivo es detectar enfermedades, o problemas emocionales y paliarlos a través de presiones en distintos puntos conocidos como zonas reflejo-,los pies muestran lo que nos pasa y manifiestan nuestro carácter. Son ellos los que nos sostienen y cuando algo del resto del cuerpo, o de la mente, no va bien aparecen las durezas, los callos, o los dolores. Entonces, como en los pies convergen todas las terminaciones nerviosas, al apretar en el punto adecuado se conecta con la dolencia y se trabaja sobre la misma. "En posición erecta, normal y en reposo, el peso del cuerpo pasa de la pelvis a cada una de las
extremidades, repartiéndose de manera uniforme entre ambas piernas para llegar al pie. Por lo tanto, una persona de 60 kilos distribuirá 30 kilos en cada uno de sus pies, más precisamente, 25 kilos en el talón y 5 kilos en el antepié. Cuando deambulamos, el peso del cuerpo pasa en su totalidad a uno y otro pie, es decir, 60 kilos en el pie derecho y, en el siguiente paso, 60 en el pie izquierdo. Los dolores en los pies a veces son el comienzo de una larga cadena de alteraciones y por eso es muy importante la detección precoz y debido tratamiento. En algunos casos, soportar el dolor genera un desbalance en el cuerpo y puede terminar, por ejemplo, en un dolor de cabeza o una escoliosis", explica el Dr. Carlos Manuel Vilariño, médico especialista en traumatología y ortopedia.
¿Por qué es posible mejorar ciertos aspectos emocionales tratando los pies? Cuando se trabaja en las zonas reflejas de los pies, se aborda la representación de un sistema corporal, un órgano, una glándula y cada órgano tiene relación con una emoción diferente, explican desde el departamento de reflexología de DemiCenter. Por ejemplo, la ira, el enfado y la intolerancia, con el hígado; el miedo a vivir experiencias y la inseguridad, con los riñones; la duda, el escepticismo y la frustración, con el estómago; la melancolía y la tristeza, con el pulmón; los apegos y los celos, con el intestino grueso; el corazón, con el aburrimiento y con la falta de creatividad…
No es casual que la fase fundamental en la vida de todo niño, que es la transición de gatear a desplazarse con los pies, coincida con la etapa en que la personalidad de ese chiquito que está creciendo empiece a expresarse con más claridad. Como si fuera poco, desde el punto de vista anatómico, la estructura ósea del pie se completa entre los 18 y los 25 años, en paralelo al proceso de madurez física. El pie está completo cuando el ser humano termina de crecer, lo que, sin embargo, no significa que ni el pie ni los dedos dejen de cambiar en consonancia con el desarrollo interno de la persona. Así, cualquier cambio, ya sea emocional o físico, implica una modificación en la posición que ocupamos en el mundo. Las situaciones que son persistentes o intensas dejan huellas claras e inconfundibles en las plantas.
El lenguaje de los pies

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Desde la reflexología, cada una de las partes del pie tiene su correlato. Por ejemplo, los dedos suelen mostrar los aspectos mentales; la almohadilla plantar, los sentimentales; el arco del pie, las emociones viscerales y los talones, la parte instintiva.
- Unos pies cuadrados y pesados, con dedos cortos y talones anchos, hablan de alguien apegado a las cosas terrenales o materiales, con tendencia a excesos relacionados con la alimentación o el sexo, con poca conciencia de su cuerpo, su salud, su energía o su aspecto espiritual. ¿Posibles dolencias? Pueden ser más propensos a padecer mala circulación, hipertensión o problemas cardiovasculares.
- Unos pies alargados y livianos, con dedos largos y finos de talones angostos, hablan de personas reflexivas, con capacidad para detenerse a apreciar cosas sutiles y más selectivas, tanto en la comida, en la sexualidad y también en las relaciones personales. ¿Posibles dolencias? Problemas de estrés, gases, ansiedad, indecisión y obsesiones.
Otro aspecto que se tiene en cuenta a nivel reflexológico es la piel de los pies pues, según explican los expertos, ésta refleja los apegos y desapegos, igual que la contención y desborde de las emociones. Los callos y asperezas hablan de las defensas, la protección o prevención con respecto a algo o frente a alguien.
- Las durezas en los dedos (que representan la cabeza), pueden estar relacionadas con un bloqueo mental, resistencia a los cambios y obstinación.
- Las durezas en el quinto dedo, en la zona externa, pueden indicar que te protegés frente a las críticas o comentarios del exterior. Puede significar inseguridad
- Las durezas en la zona de la almohadilla plantar hablan de depresión, tristeza, problemas respiratorios, falta de alegría o de creatividad o incluso dificultad para dar y perdonar. .
- Las durezas en la zona del talón están relacionadas con los apegos materiales y de bloqueos sexuales. Si aparecen muchas durezas o grietas allí, incluso es necesario revisar la zona genital. Cuando esta zona está en desequilibrio significa que la persona presenta dificultades con su estabilidad: mal posicionada en su identidad, con proyectos sin terminar, con problemas sexuales, suele llevar una mala alimentación y dificultades materiales. El estímulo de esta zona puede ayudar a desarrollar las propias necesidades, esto es: a descansar, a poner límites, a evitar los excesos y a desprenderse de aquello que no es útil.
- En la almohadilla plantar están reflejados los pulmones y el corazón, órganos de vital importancia, tanto física como emocionalmente hablando. Desbloqueando estas zonas se puede favorecer una mayor apertura a la vida, a compartir y a comunicarse con los demás de una forma más amorosa. Estas zonas bloqueadas pueden ocasionar egocentrismo, envidia, avaricia y provocar rechazo o dificultad para pensar en los otros.
Expertos consultados: Departamento de Reflexología de DemiCenter. Dr. Carlos Manuel Vilariño, médico especialista en traumatología y ortopedia, miembro de la Asociación de Ortopedia y Traumatología, docente de la Universidad de Buenos Aires.
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