Tendencia beauty. Las heladeritas para guardar cosméticos son el nuevo fetiche. ¿Sirven?

Así que el tema de tener nuestras cremas refrigeradas no se trata solo de un capricho (aunque, vamos a decirlo, tener una de estas es como tener la casita de la Barbie en los 80), tiene una razón de ser: guardar los cosméticos a una temperatura constante de entre 10° y 18° permite que las fórmulas se conserven mejor y duren más. Además, mantenerlas frías facilita que, al aplicarlas, funcionen como descongestivos, desinflamando la piel y favoreciendo el drenaje linfático y la buena circulación. Esto es especialmente necesario en cremas de contorno de ojos o máscaras hidratantes (sobre todo en pieles sensibles o con rosácea). En corporales, es bueno para las cremas para piernas con várices, celulitis o problemas circulatorios.

En el país no hay muchas marcas y, en líneas generales, las que hay son importadas. La manera más fácil de encontrar variedad y, además, poder leer sus reseñas es ingresando “beauty fridge” en el buscador de MercadoLibre. Vas a ver que los precios van de los $25.000 a los $50.000.

La mayoría de las mujeres que no guardan sus productos en el baño lo hacen en la heladera de la cocina. ¿Cuál sería la diferencia, entonces? En general, las heladeras están a una temperatura inferior a los 10°, por lo tanto, el frío puede ser demasiado bajo para conservar los productos y podría terminar cristalizando los ingredientes activos y haciendo que se deterioren.

Los rollers, las gua shas, los sticks y los globes de piedra están viviendo un gran momento (sobre todo en redes), ¿y adiviná dónde se guardan? Sí, en tu heladerita.