Terapia sanadora con flores argentinas

Por Daniela Chueke

En las flores se concentra toda la vitalidad, la energía de la naturaleza. Cada especie tiene su propio campo vibracional y su propia esencia invariable. Y en estas cualidades se basan todos los sistemas de terapias florales. Desde el del precursor Edward Bach, creado el siglo pasado por el médico homeópata galés, hasta los que surgieron después basándose en sus enseñanzas, como el sistema argentino que ahora te presentamos.

Laura Ancizar, astróloga y terapeuta floral argentina, aplicaba en sus pacientes sus conocimientos sobre los sistemas de Bach, California y Bush, hasta que, en el año 2003, decidió aceptar el desafío de escucharse a sí misma: ciertas flores la "llamaban".

Investigó qué cualidades tenían algunas que crecían en un jardín de la campiña de Zelaya, provincia de Buenos Aires, y, cuando las tuvo identificadas, comenzó a elaborarlas mediante el método solar. ¿En qué consiste? En envasar la esencia vibratoria de la flor viva y sin cortar, bajo la luz del sol, en un frasco de agua pura: el vehículo para transmitir su vibración. La primera que investigó fue la del ceibo, y descubrió que potencia la confianza y ayuda a reconocer y equilibrar las emociones que traen dolores de cabeza. Le siguieron dieciocho flores más, y todavía hay otras en proceso de investigación. Así nació el sistema Flores Nuestras, presentado en 2005 en el primer Congreso de Terapias Florales Argentinas. La mayoría de sus esencias se elaboran en Buenos Aires a partir de flores autóctonas y originarias de otras regiones, pero adaptadas al suelo en que se cultivan.

El sistema, además de las esencias florales, incluye fórmulas combinadas, elixires de gemas y perfumes áuricos.

1. Esencias florales: cada una de las dieciocho esencias florales tiene cualidades terapéuticas que se usan para preparar los remedios indicados según cada persona. Algunas comparten ciertos rasgos en común. Por ejemplo:

- las esencias de flores amarillas accionan sobre los miedos y la depresión;

- las blancas están relacionadas con la apertura espiritual;

- las violetas, con el perdón y con la elevación a través de los siete chakras que movilizan nuestros aspectos energéticos.

2. Elixires de gemas: la gemoterapia se basa en el poder vibratorio de las piedras naturales usando las piedras colgadas de un collar o aplicándolas sobre el cuerpo. Los mismos efectos se logran tomando elixires elaborados del mismo modo que las esencias florales: en su agua contienen la vibración de cada gema, con su efecto terapéutico. Hay siete elixires: de cuarzo azul, cuarzo citrino, cuarzo rosado, cuarzo cristal, cuarzo verde, granate rubí y amatista.

3. Fórmulas combinadas: Bach armó una fórmula combinada, el Rescue Remedy, para ser usada en emergencias o como catalizador para el inicio de un tratamiento, hasta descubrir las flores necesarias para cada persona. Con este mismo sentido, las Flores Nuestras incluyen en su set fórmulas combinadas para lograr efectos rápidos en casos muy concretos: Equilibrio Energético, Estudio, Rescate de Luz, que ayudan en las necesidades mencionadas en su nombre; Tres Rosas, para activar el amor; Llama Triple, que despierta la conciencia religiosa; y Madre Nutricia, que ayuda a limpiar las emociones y poner en marcha los propios talentos.

4. Esencias florales aromatizadas: también conocidas como "perfumitos áuricos", estas fragancias combinan esencias florales con elixires de gemas, aceites esenciales aromáticos y una intención determinada contenida en el nombre de la fórmula. Así se consigue elaborar distintos perfumes, con vibraciones especiales. Se usan en forma externa, rociando sobre la persona o en el ambiente que se quiere equilibrar. Hay 33 perfumes diferentes que se clasifican en tres grupos: Aromas de Luz Pura, Aromas de Arco Iris y Jardín de Aromas.

El poder sanador de las flores se basa en la noción de que todo error, desequilibrio o síntoma negativo que se manifiesta en nuestro cuerpo o mente no debe ser simplemente eliminado. Por el contrario, es un mensaje del alma que debe ser escuchado porque contiene una enseñanza, y en ella está la clave de nuestra sanación. Todo defecto representa la puerta de entrada hacia la "virtud latente", que, al ser desarrollada con un trabajo interior, estimulado por la energía de las flores y gemas, va a ir limpiando lo negativo y reemplazándolo por la virtud. Si ya usaste otros sistemas florales, las nuevas esencias, combinadas con los elixires de gemas, pueden ayudarte a refinar los procesos de sanación iniciados: estas flores aportan una nueva mirada que podría desbloquear procesos evolutivos estancados.

Toma básica: llenar un frasco gotero de 30 ml con agua mineral, colocar dos gotas de la esencia elegida (de la botellita de stock, sea floral o de gema) o cuatro de la fórmula combinada y agregar unas gotas de brandy como conservante (opcional). Tomar cuatro gotas, cuatro veces por día.

- Tené en cuenta que las esencias florales y los elixires de gemas se pueden mezclar. La consigna es recordar siempre lo que se quiere trabajar y ver que los elixires y las esencias elegidas no se contrapongan. La botellita de stock contiene la esencia concentrada que se usa para diluir en el frasco de toma.

- Como en todo trabajo de crecimiento emocional, ayuda la guía de un terapeuta o mentor que oficie de espejo para detectar aquello que necesitamos y que disuelva nuestras dudas. La frecuencia de encuentros recomendada es cada quince días.

Laura Frías de Ancizar, terapeuta floral, codirectora del centro de desarrollo Caminos Compartidos y elaboradora de Flores Nuestras.

Precio
$35 el frasco con la fórmula personal.