Los movimientos, como agacharse y despatarrarse, favorecen al útero - Créditos: Corbis
Por Paula Pantano, coach personal
Hace un tiempo que investigo casi obsesivamente sobre el poder de la mujer, ese poder único emparentado con la creación de vida y la divinidad de ésta, ni mas ni menos que la magia de que de nuestro cuerpo salga un nuevo ser humano.
Esta investigación se hizo mucho más fuerte en cuanto me sentí diosa y poderosa siendo mamá, pariendo en casa. En esta búsqueda, llegó a mis manos un tratado que me cambió la concepción de muchas cosas, entre ellas, la medicina y la historia de la religión.
Pero lo que quiero compartir con ustedes hoy es el descubrimiento de que nuestro útero, maravillosa parte de nuestro cuerpo que loja a nuevos seres humanos, no es ni más ni menos que un conjunto de músculos; y, como todos los demás músculos, para estar sano necesita lo que siempre les digo: movimiento y equilibrio entre la fuerza y la flexibilidad.
Dicen que el útero es como una rana que se infla y se desinfla, que tiembla, y es rítmico al hacerlo. Por eso, está considerado el verdadero órgano sexual femenino, que en la antigüedad era representado en pinturas con peces, espirales y pulpos.
Por ejemplo: ¿sabías que si tu útero está suelto y relajado, la menstruación puede ser placentera?
A mí me pasó que, luego de parir en casa a mi hijo, con la ayuda del agua tibia, cuando comencé a menstruar nuevamente, me llenaba de placer y relajación, un estado casi meditativo, por así decirlo. Era como revivir, de alguna manera, el parto, que fue bello e intenso.
Entonces, ¿cómo hacemos para mantener la salud de nuestro útero?, ¿cómo lo movemos si está dentro de nuestro cuerpo? Primero y principal, teniendo orgasmos... ¡Muuuyyy importante! Que sean parte de nuestra rutina, no sé si diría diaria, pero no podemos estar mucho tiempo sin orgasmos. Entonces, tenemos la excusa perfecta, hay que ejercitar el útero.
Luego, tenemos los movimientos que favorecen que ese útero se movilice: bailá más, movete, agachate, despatarrate. Tené conciencia de la zona donde se aloja, la pelvis y el vientre, como así también elegí danzas como axé, reggaetón, salsa, danza árabe (si vas dos o tres veces por semana, también practicá un poco en casa).
Sumémosle movimientos a nuestra vida, que la vida es eso: movimiento. ¿Cómo sabemos que algo está vivo? Porque se mueve, ¿no?
¿Sabías que…?
- Luego de parir, a través de la lactancia, nuestro útero vuelve a contraerse para recuperar su forma y tamaño originales.
- Algunos hábitos posturales muy bien vistos, tales como cruzarse de piernas, inmovilizan el útero.
- Un útero que se contrae libremente representa un medio mucho más favorable para el embrión.
- Si tenés contracciones durante el embarazo, casi nunca es peligroso, quiere decir que tu útero está sano.
- Un útero contraído tiene más propensión a desórdenes como endometriosis o fibromas.
Minibio:
La autora es Pilates Master (instructora de instructores), certificada por el Michael King´s Studio. Además, es Lic. en Composición Coreográfica (IUNA), profesora de Expresión Corporal (IUNA) y bailarina. Tiene un bebé de 1 año y dirige junto con Pablo Lezcano (su marido) el estudio Cuerpos Libres.
La autora es Pilates Master (instructora de instructores), certificada por el Michael King´s Studio. Además, es Lic. en Composición Coreográfica (IUNA), profesora de Expresión Corporal (IUNA) y bailarina. Tiene un bebé de 1 año y dirige junto con Pablo Lezcano (su marido) el estudio Cuerpos Libres.
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