Tu personal trainer

Está muy bien que empieces a practicar yoga como una actividad física, el yoga bien practicado es maravilloso, yo mismo soy un fanático. Ahora bien, te recomiendo que pienses para qué querés practicar esta actividad. ¿Para sentirte bien? Con el yoga lo podés lograr. ¿Para bajar de peso? En este caso, no es lo mejor, pero si practicás un yoga intenso, como ashtanga yoga o cualquier clase o estilo en el cual la intensidad cardiovascular sea la apropiada para quemar grasas, lograrás bajar de peso. En referencia a tu falta de tiempo; sin duda, la actividad física es fundamental para contrarrestar el estrés producido por el ritmo de vida intenso que llevás. Te propongo que, como prioridad, te impongas un tiempo para vos, ya sea a primera hora de la mañana –antes de arrancar para el trabajo–, al mediodía o bien a tu regreso, después de trabajar.

Marisa, tu inquietud es bastante común y te quiero contar que esa "panza" que mencionas no es otra cosa que una "reserva de energía" que tu cuerpo guarda por si la necesita en algún momento. Hay una cuenta que tenés que hacer para bajarla, y es la siguiente: cantidad y calidad de calorías ingeridas contra calidad y cantidad de calorías quemadas. O sea: qué comes contra cuánto te "movés". Tomá conciencia de la cantidad de calorías que tiene una barra de chocolate –ése que tanto te gusta–, hacé la cuenta de cuántas calorías consumís en el día contra la cantidad que gastás ejercitándote. Ejemplo: si por día consumís 1.500 calorías, pero quemás 1.400, esas 100 que sobran se seguirán almacenando en tu "panza". En resumen: podés seguir comiendo tu barrita, pero vas a tener que comer menos de otras cosas y/o entrenar más. Entrená más y mejor y te aseguro que vas a poder comer tranquilamente tus chocolates, que además de ser riquísimos, parece que hacen bien para el buen humor.

Lo ideal, hasta que el bebe crezca, es que desarrolles una actividad física incorporándolo a tu rutina. Hoy mismo comenzá a salir a caminar con tu bebé en el cochecito. Las salidas, realizalas de 30 minutos como mínimo –llegando a un ideal de una hora–, todos los días. Si podés, y tenés tiempo y ganas, anotate en un gym cercano en las clases que más te llamen la atención. Empezá cuanto antes a moverte, te vas a sentir mejor ese mismo día. Mantené constante el ejercicio en el tiempo y te aseguro que, al mediano plazo, volverás a tu talle.

¿Te hiciste tu chequeo anual? Si estás entrenando, o querés empezar a moverte de cualquier forma, pedile a tu médico de cabecera que te haga una orden para un análisis clínico completo de sangre y orina, más una prueba de esfuerzo (ergometría). Esto es lo mínimo e indispensable para saber cómo estás físicamente, si podés entrenar y con qué frecuencia. Este es el primer paso de cualquier actividad física que se quiera emprender seriamente. Si hacés las cosas bien y entrenás como corresponde, cada vez que realices este chequeo anual o semestral te servirá de medición o parámetro para monitorear tus valores generales de salud.