
Aprendé a cuidar tus orquídeas
Seguí estos consejos para que tus plantas se mantengan sanas y llenas de flores
23 de julio de 2013 • 11:29


¡Increíbles orquídeas!, superflorecidas y de varios colores - Créditos: Vía pinnaklepeakmarketing
Sus flores son únicas, tienen formas extrañas y bien exóticas. Cultivarlas es un verdadero reto, ni hablar de hacerlas florecer, años tras año. Las orquídeas tienen sus trucos a la hora de cuidarlas y en estea nota vamos a tratar de revelar algunos de ellos para que puedas mantenerlas sanas y llenas de flores.
¿Cómo cuidarlas?
Antes de llevar una orquídea a tu casa es sumamente necesario que te interiorices sobre sus necesidades particulares de cultivo, las cuales dependerán siempre del lugar del planeta de donde provenga (y convengamos que no siempre es fácil recrear las condiciones del lugar de origen). Razón de más para ponerse a leer un poco sobre ellas. No es mi intención ni mucho menos dar una opinión de experta sobre estas plantas (para eso justamente están los expertos) sino simplemente acercarles los conocimientos que como jardinera amateur fui adquiriendo con el tiempo. La idea es hacer un punteo lo más práctico y sintético posible sobre algunas condiciones generales de cultivo, pero insisto: cada orquídea es un mundo, por lo que les pido encarecidamente que cuando se compren o les regalen una averigüen su nombre y sus requerimientos específicos.
¿Dónde ubicarlas?
No todas las orquídeas necesitan la misma temperatura, pero muchas de ellas no toleran demasiado el frío. También en general muchas de ellas necesitan una amplitud térmica importante, lo que ayuda a la floración. Dependiendo de la especie la variación puede ser de entre 15 y 20 grados (por ejemplo, 10° de mínima y 30° de máxima). En el verano podés lograr esa amplitud mojando bien el piso y las paredes del invernadero en donde se encuentren tus plantas.

En vez de atarlas se pueden usar ganchitos, ¡buena idea! - Créditos: vía Pinnaklepeakmarketing
¿Precisan humedad?
La gran mayoría de estas plantas necesitan mucha humedad para no perder agua por transpiración y para que las raíces se hidraten, razón por la que el aire seco que a veces genera la calefacción puede perjudicarlas. Para reducir la sequedad del ambiente podés hacer varias cosas: agrupar las plantas (lo que genera un microclima), ubicar las macetas sobre una bandeja con leca y agua (sin que la maceta esté en contacto con agua porque esto puede generar pudrición), poner cuencos con agua cerca de las plantas o bien pulverizar con agua a temperatura ambiente (ojo con mojar las flores, que se pudren). A pesar de todo esto, nunca te olvides de ventilar de vez en cuando. El aire estancado combinado con un nivel alto de humedad y temperatura puede propiciar la aparición de hongos, bacterias y virus.
Regar o no regar, esa es la cuestión
El agua es fundamental para las plantas porque en ella se disuelven los nutrientes que las raíces absorben. En la mayoría de los casos regar abundantemente una vez por semana es suficiente para mantener a tu orquídea sana, siempre teniendo en cuenta que si se somete a una orquídea al exceso de agua esta puede morir en muy poco tiempo, mientras que la falta de agua tardará mucho más en matarla. Razón de más para que ante la duda siempre riegues de menos. Los factores que hay que tener en cuenta para el riego son los mismos que corren para cualquier otra planta: mientras más chica es la maceta, más sol haya, más calor haga, más viento corra, etc, más hay que regar, mientras que si la maceta es grande, la planta se encuentra en condiciones más oscuras, húmedas o con poco viento, menos hay que regar. Es bien simple.
¿Qué tipo de luz necesita?
Para saber qué tipo de luz necesita tu orquídea prestale atención a las hojas: las que las tienen anchas y en tono verde oscuro necesitan menos luz, mientras que las que tienen hojas más angostas color verde claro necesitan más luminosidad. Las orquídeas en general necesitan una buena iluminación que potencie el crecimiento y la floración, por lo que es idóneo encontrarles un buen lugar junto a la ventana. No obstante, tené cuidado con el sol directo, que no suele ser de su agrado (salvo honradas excepciones). El exceso de luz puede generar que las hojas amarilleen y se caigan.

Una orquídea Oncidium amarilla - Créditos: vía Tri Minh
Fertilizantes, sustratos y abonos
El abono es fundamental para estas plantas, en especial si querés disfrutar sus lindísimas flores. Lo mejor es que compres fertilizantes especialmente indicados para orquídeas, muchos de los cuales se disuelven en el agua de riego. El fertilizante foliar también es muy bueno, ya que muchas orquídeas también absorben nutrientes a través de sus hojas.
Por otra parte, es muy importante que utilices siempre sustrato específico para orquídeas, teniendo en cuenta que hay de diferentes tipos dependiendo de si son terrestres o aéreas. Consultá siempre con el especialista de tu vivero de confianza para no pifiarla. El común denominador, no obstante, es que el drenaje tiene que ser óptimo (¡dígale no a los encharcamientos!). Nunca uses compost o tierra utilizada para otro tipo de plantas.
¿Cada cuánto hay que cambiar la tierra y la maceta?
Es hora de cambiar la planta de maceta y renovar el sustrato si:
- La tierra se compactó
- Hay encharcamiento y podredumbre por exceso de riego y mal drenaje.
- La maceta ya quedó chiquita. Ojo que hay orquídeas que NECESITAN macetas transparentes para que sus raíces reciban la luz.
- No te olvides de llevar a cabo este proceso sólo cuando la planta está en reposo, dormida.
- Hay encharcamiento y podredumbre por exceso de riego y mal drenaje.
- La maceta ya quedó chiquita. Ojo que hay orquídeas que NECESITAN macetas transparentes para que sus raíces reciban la luz.
- No te olvides de llevar a cabo este proceso sólo cuando la planta está en reposo, dormida.
Las variedades más comunes
Híbrido de Dendrobium phalaenopsis

Una Dendrobium Phalaenopsis. ¡Cómo me gustaría tener una de cada! - Créditos: vía Eric Hunt
Son las que tienen las típicas flores para el corte. Les gustan los ambientes cálidos y necesitan buena luz. Cuando están en crecimiento regá (sin encharcar) y fertilizá asiduamente.
Cattleya

Una orquídea de la variedad Catleya - Créditos: vía Juglar de zipa
Esta variedad necesita mucha luz. Fertilizá sólo cuando la planta está activa, es decir, cuando crece, no durante el receso. El riego dependerá del tamaño de la planta y de su recipiente, disminuyendo lógicamente la cantidad cuando la planta está en reposo. Esperá a que se seque un poco el sustrato antes de regar.
Phalaenopsis

Un lindo ejemplar de Phalaenopsis - Créditos: vía Tri Mihn
Tienen una floración bastante prolongada y raíces y hojas gruesas, por lo que no necesitás regarlas más de una vez por semana. Necesitan mucha luz. Podés fertilizarlas durante todo el año.
Algunos datos extras
La familia de las orquídeas agrupa entre 25 mil y 30 mil especies y prácticamente no hay lugares del planeta en donde no existan, ya que estas plantas lograron a lo largo de los milenios adaptarse a todo tipo de climas. En Brasil solamente hay más de 2500 especies, en Venezuela 3000 y así sigue la lista. Cada año, además, se descubren nuevas variedades. Las especies más primitivas son terrestres, y suelen (no siempre) provenir de regiones frías, mientras que las que crecen en los árboles (es decir que son epífitas) son las más evolucionadas y generalmente provienen de regiones cálidas.
¿Qué te parecieron las orquídeas? ¿Qué variedad te gustó más? ¡Contanos cuál es tu planta favorita!
Si querés conocer más sobre plantas y flores entrá a Jardín de bolsillo
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