Cómo decorar una casa container: ideas simples que no fallan

Disposición de los espacios. Papel y lápiz en mano –o compu, para los que saben- conviene hacer un planito para delimitar los ambientes y posicionar funcionalmente el mobiliario. Siempre conviene crear zonas para cada necesidad: descanso, sector social y, de ser necesario, rincón de trabajo. Y si los metros no sobran, elegir muebles que cumplan más de una función o que sean de fácil traslado y guardado, como un sillón-cama o un escritorio plegable. Como dato: los containers se pueden combinar entre sí, para generar espacios más amplios.  

Buen uso del color. Si el container se usa individualmente, el espacio suele ser más reducido y, en esos casos, usar colores claros es clave para generar sensaciones de amplitud.

En cuanto a los muebles y objetos, la tendencia sigue por el mismo camino: colores tierra, azules, verdes y grises siempre son bienvenidos, porque generan clama y conexión con lo natural, ideal para este tipo de casas modulares. Y si se busca generar un punto focal en algún ambiente de la casa, se puede pintar una pared de un color más intenso o elegir el negro, por ejemplo en los muebles de cocina, para darle un toque bien actual.    

 

Deco que invite. Por supuesto, la decoración dependerá de los gustos y preferencias de sus dueños. Y, en ese sentido, ¡todo vale! Sin embargo, hay ciertas tendencias que hablan de estética, abrigo y sabor a hogar; entre ellas, elegir muebles de formas orgánicas, sillones mullidos y esponjosos, textiles –cuantos más, mejor- que inviten al relax, cocinas que lleven al encuentro y hasta baños diseñados en versión spa.

En cuanto a los objetos, lo artesanal cobra sentido, en juegos de vajilla hecha a mano, mantas tejidas, canastas de fibras naturales y obras de arte que traigan calma. Y, en épocas de frío, nada más lindo que una salamandra con troncos de madera para mantener calentito el hogar. El fuego, siempre, invita.    

Luz que da vida. Como dato fundamental, siempre maximizar la entrada de luz natural, a través de grandes ventanales y, después, elegir luminarias que acompañen el mood general de la ambientación. Una buena idea es buscar spots para agregar lámparas de pie: por ejemplo, junto al sillón o para generar un rincón de lectura. Y es que las casas container, tan cercanas a lo natural, invitan a desconectar para conectar.

Siempre verde natural. Las casas container se vuelven parte del paisaje: rodeadas de naturaleza tienen las vistas más lindas, a través de grandes ventanales; inclusive, en techos vidriados que acercan al cielo y las estrellas. Adentro, también, es lindo sumar plantas y lograr que exterior e interior se vuelvan uno. Las aberturas, por supuesto, llenan de luz natural a los espacios y de buena ventilación.  

 

Orden que regala paz. Para lograrlo, es importante que cada rincón tenga su lugar de guardado con muebles multifunción, estantes que aprovechen el espacio vertical, camas con cajones o respaldos con lugar extra, baúles o bancos que esconden espacio en su interior y hasta rincones, en doble altura, que pueden convertirse en bauleras para almacenamiento adicional o en un nuevo espacio de descanso con una cama, que puede estar directamente sobre el piso. Para esos casos, sumar una escalerita de madera resulta funcional y le da un toque estético súper canchero.  

Consejo extra: para lograr un estilo cabañita, se puede revestir el interior con madera, que genera calidez y un buen aislamiento térmico. Según preferencias, además, se puede personalizar con diferentes tintes. Y si se quiere sumar un toque industrial, las aberturas de hierro pintadas de negro suman un montón. Afuera, también, se le puede aplicar un acabado exterior que le dé un toque original, desde revestimientos hasta diseños pintados a mano. Y como datazo: sobre la casa, se puede armar una huerta o un sector de relax a cielo abierto, rodeado de verde natural.  

Por @soleavaca