Deco: la casa de una diseñadora

Cuando entramos en la casa, morimos por el almohadón con estampa de zorro. "Es de Urban Outfitters", nos dice Malena recién llegada de Nueva York, quien puede combinar el encanto de este hallazgo moderno con un sillón de mimbre que compró en un remate de Verga Hermanos: "Estoy suscripta al newsletter y cada 15 días ponen a la venta algunos lotes; cuando algo me interesa, voy". Para que el gusto por las antigüedades no te transporte a la casa de tu abuela, sirven los tapizados más sobrios, net, en muebles quizás antiguos (como el juego de silloncitos de estilo nórdico que heredó de su mamá) y nuevamente contemporáneos o la biblioteca hecha a medida de línea pura, que esconde la tele. En este espacio, el más usado de la casa, Male atesora objetos preciados como la lámpara vintage japonesa que le regaló su mamá, Patricia Daiez, otra de las socias; y en un sector de la biblioteca expone el folclore de lo latino con un torito traído de Perú y un espejo de México. "Me gusta destacar el trabajo de las comunidades indígenas, el valor de lo hecho a mano", define, y esa curaduría se nota en ambas casas, y también en su local, donde el arte también tiene un papel fundamental. La curadora de Salmón es Orly Benzacar y actualmente tienen expuesta una muestra de "obritas" de Lucila Domínguez (de ella es la obra del papagayo), que fue un éxito de ventas.

Gracias al ventanal, el living también está integrado con el afuera, y en verano es un ambiente que se ensancha con el balcón terraza.

Coleccionadora compulsiva de vajilla antigua, Malena asegura que cada vez le gusta más cocinar y que en este ambiente encontró el desafío cuando se mudó. "Como este es un edificio estándar, le tuve que poner onda", cuenta. Aprovechó un juego de sillas y mesas tipo Quilmes, que compró en el Mercado de Pulgas de Dorrego, donde se las pintaron de rosa chicle a pedido. Además, unos estantes con cosas lindas, que vienen bien tener a mano, le dan relieve a la pared blanca. Ese espacio funciona más como desayunador, porque la mesa del comedor estilo escandinavo con las famosas patas "Bambi" es la zona de comer y trabajar también. Las sillas las acaba de comprar, porque las que tenía se desvencijaron: "A las anteriores las hice asado, lo barato sale caro, no eran de buena calidad", se lamenta. Sobre la mesa, arreglo floral alternativo: un ananá y listo.

Un detalle: el friso blanco y negro con figuras pegadas que está en el pasillo es de la artista Flavia Da Rin

En busca de encontrarles un ritmo a los ambientes, decidió darle al cuarto un respiro. Que implique un verdadero descanso, también visual. Sólo un collage de obras pequeñas corona la cama, abrigada por una manta de la diseñadora Naná Colette. Al lado, las mesitas de luz súper net son de Kasa Designs. "¿Cómo definiríamos este estilo?", le preguntamos. "La palabra ‘mezcla’ es una de las que más me definen", contesta.

Al igual que su socia, le encanta la ropa, pero como el gran déficit de este departamento son los placares, convirtió el segundo cuarto en guardarropas, y la silla turquesa, heredada de su hermana, funciona como un apoyaoutfit diario.

Para encontrar las variedades más indicadas para su balcón-terraza, Malena sacó fotos con la orientación del sol y se las llevó al vivero de su barrio para que customizara el espacio. Entiende el verde como un ambiente más de su casa, que desde afuera se disfruta y desde adentro se aprecia como otra forma de arte.