Dormir en altura: camas elevadas y entrepisos para optimizar metros

Ideales para ambientes pequeños o juveniles, las camas elevadas permiten aprovechar el espacio inferior como escritorio, rincón de lectura o zona de guardado. Existen modelos prefabricados o versiones a medida construidas en madera resistente (como el pino) y con refuerzos metálicos para mayor estabilidad. Un detalle esencial: asegurá la estructura a la pared y sumá barandas de protección para mayor seguridad. El acceso puede resolverse con una escalera de mano, una estructura integrada o incluso con peldaños que funcionan como cajones, una solución tan práctica como decorativa.

En ambientes con techos altos, un entrepiso es una forma elegante de duplicar la superficie útil. Puede convertirse en un dormitorio íntimo, una oficina o un rincón de relax suspendido sobre el resto del espacio. Para lograr una estética liviana, las estructuras metálicas y los colores claros son los mejores aliados, ya que amplifican la luz y la sensación de amplitud. Eso sí, se recomienda contar con al menos 3,80 metros de altura total y el asesoramiento de un profesional que garantice la seguridad estructural. Las barandas, escaleras y cerramientos conviene mantenerlos visualmente ligeros, de líneas simples y materiales translúcidos o naturales. Con un buen diseño, cada metro se multiplica. Y lo mejor: el resultado no solo es práctico, sino también un reflejo de un estilo de vida más ingenioso, luminoso y lleno de personalidad.