
El modelo de silla que se diseñó hace casi un siglo y hoy sigue siendo tendencia
La silla Cesca es un símbolo de diseño que desde hace 97 años permanece en las casas de todo el mundo y renueva videncia gracias a la clave de su éxito: es funcional, elegante, cómoda y accesible.
18 de agosto de 2025

La silla Cesca es versátil, cómoda, funcional y muy estética. - Créditos: Archivo LIVING/ Mariana Pardal
Los clásicos son esos que perduran en el tiempo y que no envejecen. Así como hay canciones que no importa cuántas décadas pasen, siempre vuelven a sonar, en decoración esto sucede con los buenos diseños, esos que no solo cautivan por sus formas sino que logran imponerse por su funcionalidad y consolidarse por su identidad propio.
La silla Cesca es un buen ejemplo. Quizás el nombre no te resulta muy familiar pero si la ves, no hay dudas de que ya la conocías.
Diseñada en 1928 por Marcel Breuer —uno de los grandes nombres de la Bauhaus—, esta creación está por cumplir un siglo y sigue entrando en livings, comedores y estudios de interioristas de todo el mundo como si fuera la última novedad.
Te contamos su historia y cuál es la clave de su diseño, mientras te mostramos ejemplos de LIVING para que puedas inspirarte y llevarla a tu casa.

En el departamento de la Directora de Arte Mariana Sourrielle, Sillas 'Cesca' con estructura tubular cromada y asiento y respaldo de ratán natural. - Créditos: Gentileza LIVING/ Daniel Karp
Una joven moderna de casi un siglo
La Cesca nació en Alemania, en pleno auge del movimiento moderno, cuando el diseño buscaba ser funcional, accesible y elegante sin exceso de ornamentos.
Breuer, fascinado por la industria y la tecnología de su tiempo, decidió experimentar con un material revolucionario para el mobiliario: el tubo de acero curvado. Su idea era crear una silla liviana pero resistente, que pudiera fabricarse en serie y adaptarse a distintos entornos.

Contraste entre la madera oscura de la mesa antigua y el cromado de las sillas Cesca de Landmark. - Créditos: Archivo LIVING
El asiento y el respaldo, tejidos con esterilla de ratán, aportaban la calidez y textura artesanal que contrarrestaban el brillo frío del metal. El resultado fue una pieza que unía lo mejor de dos mundos: la precisión industrial y el toque artesanal.
Su nombre, “Cesca”, no fue idea del propio Breuer sino un guiño afectivo de la empresa italiana Gavina (que más tarde fue adquirida por Knoll): estaba inspirado en Francesca, la hija de Breuer.
Por qué sigue siendo tendencia
Podría pensarse que, después de tantos años, la Cesca podía quedar en la categoría de "silla de museo”. Pero no: hoy es protagonista en comedores minimalistas, livings eclécticos y hasta en oficinas boutique.
Su silueta limpia y su mezcla de materiales quedan bien en tanto en un departamento con piso de madera y paredes blancas que en un loft industrial o en una casa de estilo bohemio. Acompañan mesas antiguas y modernos formatos en mármol, vidrio o hierro.

Las sillas Cesca originales de Marcel Breuer y la BKF, pieza única del diseño argentino, se combinan con piezas contemporáneas como el tapiz de Caucus Lab y candelabros de Blau Co. - Créditos: Gentileza LIVING/ Maia Croizet
Además, el auge del interiorismo retro y de la revalorización de piezas con historia le dio un nuevo impulso. En tiempos en los que buscamos muebles que no solo sean lindos, sino también atemporales y duraderos, la Cesca cumple los requisitos.

Mesa ‘Ceta’ (Melazza Mobili) hecha de microcemento; sillas ‘Cesca’ vintage. - Créditos: Archivo LIVING/ Pompi Gutnisky
Cómo incorporarla en casa
En el living: combinada con una mesa de madera maciza, aporta ligereza visual sin restar calidez.

María Sivak usó sillas 'Cesca' heredadas con esterilla y pintura nuevas. - Créditos: Gentileza LIVING/ Daniel Karp
En un rincón de trabajo: con un escritorio minimalista, es perfecta para un home office con carácter.

Caja blanca, muchos acentos de color y la delicadeza de los respaldos de ratán. - Créditos: Gentileza LIVING/ Santiago Ciuffo
En el comedor diario: al ser tan cómodas y funcionales, estas sillas son ideales para llevar a una cocina abierta sin resignar estilo en los ambientes.

Las sillas Cesca (Landmark) dan el toque perfecto en este comedor diario con mueble bajomesada con frente varillado (Eme Carranza), estructura que se repite para contener la heladera (Samsung). Mesa con tapa de mármol (Canteras del Mundo). - Créditos: Archivo LIVING/ Gentileza Laura Macías Acuña
Mix de estilos: queda increíble rodeada de otras sillas distintas, y también combinada con mesas que cambien el rumbo del diseño y contrasten en cuanto a materiales.

Dos potencias: las Cesca, de Marcel Breuer junto a la mesa Tulip en un rincón cómodo, elegante y ligero, fácil de imaginar para pocos metros. - Créditos: Archivo LIVING
Lujo accesible
Las Cesca originales fabricadas por Knoll siguen en producción y son piezas de colección. Sin embargo, hay muchas reediciones y versiones inspiradas que permiten llevar el espíritu del diseño a precios más accesibles.
Lo importante es respetar la esencia: estructura tubular cromada o negra, asiento y respaldo de esterilla; un diseño que se vea liviano y abierto.

Las sillas Cesca (Michael Thonet) le ceden lugar, en la cabecera, a la silla ‘Aro’ (Ries) y acompañan a la Mesa ‘París’ (Regio). - Créditos: Gentileza Living/ Javier Picerno
La silla Cesca es una de esas joyas del diseño que no entiende de modas pasajeras. Y quizás ahí radica su encanto: en ser, desde hace casi cien años, una invitada permanente en nuestras casas, siempre lista para recordarnos que el buen diseño es, ante todo, atemporal.
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