Huertas hidropónicas: cultivá sin tierra
Son una opción de cultivo bien urbana y ecológica; ocupan poco espacio y no demandan mucho tiempo
9 de noviembre de 2012 • 12:07
Por Carolina Esses
Las plantas crecen en el agua. A no haber tierra, tampoco hay hongos ni enfermedades - Créditos: Corbis
Hace rato que comer lo que una misma cultiva no es algo privativo de los habitantes de San Pedro. Tampoco de chicas afortunadas, de esas que vienen con el combo "casa en las afueras, jardín, perro y novio sensible". Ahora, se trata de huertas urbanas que utilizan la hidroponía, una técnica que ya estaba en los Jardines Colgantes de Babilonia, los jardines flotantes de los aztecas, en México, o en la China Imperial, pero aggiornada a la vida en las grandes ciudades, a la tecnología y al poco tiempo disponible que tenemos para cuidarlas. Conocé de qué se trata.
¿Qué es la hidroponía?
Es una rama de la agronomía cada vez más utilizada en el mundo por ser un sistema altamente efectivo –se reducen los tiempos y el espacio de cultivo– y muy ecológico. Las plantas reciben los minerales que necesitan a través de una solución disuelta en agua. También pueden crecer directamente en el agua. Al no haber tierra, tampoco hay hongos ni enfermedades (ni pesticidas ni aditivos tóxicos). Esto hace que se trate de verduras orgánicas que ni siquiera tienen que viajar –y, por lo tanto, comenzar su proceso de descomposición– para llegar a tu mesa. Adaptado a la vida urbana, puede practicarse en balcones y patios, jardines e interiores. Con la iluminación indicada, puede funcionar incluso en las pequeñas dimensiones de tu cocina.
¿Cómo es la huerta?
Son estructuras que pueden ser aterrazadas e ir de los 60 o 70 centímetros de largo a los dos metros. La de 60 centímetros está especialmente diseñada para colocarla en el balcón. Las armás en veinte minutos. Hay diferentes estructuras: espiraladas, colgantes, de varios pisos, etc.
¿Qué se puede cultivar?
La idea es respetar el calendario de cultivo. En otoño/invierno, podés sembrar verdes de hoja –berro, espinaca, lechuga, radichios– y especias como el cilantro. En agosto, ya podés ir sembrando para la primavera: tomates, berenjenas, pepinos, pimientos. Como estás en la ciudad y no tenés helada, te adelantás un poco a las estaciones. Podés combinar entre seis y ocho cultivos según el tamaño de tu huerta. Hay una variedad muy grande de semillas que excede lo que conseguís en la verdulería (de albahaca hay más de 30 variedades). También podés sembrar flores: fresias, margaritas y bulbos, entre otras.
¿Cómo crecen las plantas?
En un recipiente (que se llena una vez a la semana con agua) se coloca la solución hidropónica especialmente diseñada para nutrir las plantas con oxígeno, carbono, hidrógeno, potasio, calcio, magnesio, fósforo, azufre, etc. En invierno, entre que sembrás y cosechás, pasan alrededor de cincuenta días. Lo que siembres en agosto lo cosechás aproximadamente veinte días después.
¿Y en interiores?
Tenés que asesorarte bien con relación a la iluminación. Lo importante va a ser contar con una luz led de cierto rango de onda –porque no todas generan la misma fotosíntesis– que es específica para cada tipo de cultivo. Según el caso, la luz de bajo consumo blanca o espiralada también puede funcionar.
¿Cuánto tiempo de cuidado lleva?
Es la misma técnica que utilizaban en los Jardines Colgantes de Babilonia - Créditos: Corbis
Si bien nos encantaría tener un margen en nuestras agendas para ir y venir con palas y rastrillos como la genia de Juliana López May (¿a quién no?), lo cierto es que no tenemos demasiado tiempo..., ni siquiera herramientas. Pero a no abatatarse, que, según cuentan los expertos para el cuidado de estas huertas, sólo necesitamos una hora semanal para controlar el agua, el tónico hidropónico y el estado general de los cultivos.
¿Por qué es una opción tan ecológica?
Pensá que el 20 por ciento del precio de los alimentos proviene del petróleo en sus diferentes formas –traslados, tractores, sembradores–. Si a esto le sumás la toxicidad que proviene de determinados agroquímicos y pesticidas, la idea de ahorrarte y ahorrarle al medio ambiente al menos ese 20 por ciento de consumo y sumar salud parece ideal. Tampoco se desperdicia agua: ésta se almacena y se recicla para el consumo del cultivo. Además, tampoco tenés que sacar la planta entera para consumirla: cortás sólo lo necesario para cocinar.
¿Qué pasa en el mundo?
En varios países las huertas hidropónicas se impusieron como una buena opción. Dado el poco espacio disponible, Japón es uno de los países que han desarrollado más tecnología en cultivos verdes, incluida la hidroponía. En Manchester, Inglaterra, por ejemplo, hay un proyecto para reutilizar un edificio abandonado transformándolo en un gigantesco espacio de cultivo hidropónico y abastecer con la comida allí producida a todo el Festival Internacional de la ciudad en 2013. Para 2014, la ciudad de Hammarby Sjöstad, en Suecia –un ejemplo de sustentabilidad–, tendrá su primera huerta vertical, instalada dentro de una inmensa esfera de vidrio. En esta ciudad hay edificios que cuentan con este tipo de huertas en los espacios comunes.
¿Las conocías? ¿Vos tenés tu huerta en casa? ¿Cómo es?
Experto consultado
Agustín Casalins , Ingeniero Agrónomo
Tel: +54 911 6 134 7615
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