Con 27 años y dos viviendo sola, la dueña de casa, Denise Muchnik, es fanática de la decoración práctica y barata. Por eso, no es casual que trabaje como diseñadora de Dash, dedicados al diseño moderno y funcional de interiores. No cree que haya que gastarse una fortuna para transformar un ambiente y apuesta a los materiales cálidos y nobles puestos al servicio de un estilo súper femenino.
Lo fue armando de a poco, sin apuro, según cómo se iba sintiendo en su nueva casa y cuando disponía de dinero para hacer las compras grandes. Lo primero que consiguió fue el baúl que usaba su abuela para viajar en los años 50, que aún conserva sus iniciales ("me da alegría cada vez que lo veo"). Después, eligió un sillón bien amplio para recibir a sus amigos y lo fue vistiendo con almohadones, algunos a base de los descartes de tela de las paredes y otros hechos por la ambientadora Maggie Tow (
www.maggietow.com.ar ), quien también diseñó las cortinas de todo el departamento. La lámpara la compró en una vieja mimbrería: era una simple campana de mimbre que convirtió en aplique central. Quedó súper romántica la idea de las lucecitas de navidad en la pared arriba del sillón: dos clavitos y listo. Además, una idea linda es coleccionar frascos de yogur de vidrio y convertirlos en floreros.
"La silla Tía Cosa es un éxito, no hay nadie que entre a mi casa y no me diga algo sobre esta silla que es todo un personaje: es de piel de oveja hecha en la Patagonia (Dash, $2600). A ese espacio le pegué unos tubos de luz atrás de los estantes para un efecto más escenográfico. Las letras son de Shinjuku, una diseñadora amiga que hace cositas súper lindas (está en Facebook)."
Éste es el único lugar de la casa al que no puede entrar Ramona, su perra. Es el espacio donde se inspira, trabaja, escucha música, descansa, recopila ideas y genera proyectos. El gran aporte a este cuarto fue la pared entelada con estampa de mapamundi (Levie, $247 el metro), que le resultó más barato que contratar a un pintor ("además, siempre estoy planificando algún viajecito", cuenta) y respeta los colores pasteles presentes en toda la casa. Por otro lado, el escritorio Romantic y la silla Houston (Dash, $2150 y $2530), de la nueva línea de rasgos más simples.
Lo único que le hizo a la cocina fue empapelar de rayado (La Europea, $190 el rollo) para darle onda y poner el rack con ruedas (Dash, $3400). El gran desafío de este mueble es que te obliga a mantener un orden zen.
La cama y el respaldo hechos en pana (Dash, $8600 y $3690) son los protagonistas del espacio; acompañan el empapelado (La Europea, $190 el rollo), la mesita de luz del Mercado de Pulgas de Dorrego ("la compré por $100") y el bucket rosa (Dash, $330). Los almohadones son de Maggie Tow y el acolchado, del mall extranjero Ikea (nunca está de más darse una vuelta online para sacar ideas:
www.ikea.com/es/es )
Enfrente del escritorio, ubicó una cama para visitas (que incluso, cuando está corta de dinero, alquila a extranjeros) y, al lado, armó una pared de corcho que usó para colgar todas las imágenes que le llaman la atención. "Vi la idea en un blog de Dinamarca (
http://scandinavianretreat.blogspot.com ), se llama inspiration board, el concepto es rodearte visualmente de cosas que te gusten para que afloren las ideas."
Algunas claves para lograr una imagen cálida, cómoda y romántica:
Colores: gama de pasteles (celeste, crudo, verde agua, maíz) y algunos toques de colores fuertes para darle un perfil más canchero.
Materiales: tela en todos lados (paredes, pisos, muebles), corcho, madera, mimbre.
Iluminación: luz de bajo consumo y cálida. Poner dimmer te da diferentes opciones a la hora de ambientar.
Letras y libros: ayudan a crear un clima, a contar una historia en cada casa.
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