Mid-Century: cómo armar este estilo de diseño en tu casa

La corredora inmobiliaria Jimena Amaya (@jamaya.inmobiliaria) comparte su experiencia personal y profesional con este estilo tan característico y nos cuenta: “En mi estudio, a metros del Mercado de San Telmo, no sobran cosas. Pero lo que hay, está elegido con intención. Y la persona que me enseñó a entender este estilo de tanta personalidad es Santiago del Campo”.

Jimena describe su espacio como una escena cuidadosamente pensada: “Una mesa redonda que invita a quedarse, sillas que parecen salidas de un set de ciencia ficción de los 60, una hoja de monstera que se estira como si entendiera de simetrías. Todo está donde tiene que estar, como si alguien hubiera silenciado el ruido del mundo y encuadrado la toma perfecta”.

 

Y agrega una reflexión que invita a explorar un lugar así: "Me pasa que hay gente que entra y se queda mirando en silencio. Como si de golpe entendiera que el diseño también puede calmar, ordenar, emocionar. Porque este estilo no es moda ni decoración. Es una forma de habitar el espacio con guion cinematográfico. Pocas piezas, mucho carácter. Nada sobra. Todo suma. Como en una escena de Almodóvar donde hasta el cenicero tiene intención".

La experta apunta una recomendación acerca de por dónde empezar: "El camino es simple: una silla que te levante el living, una lámpara que te redibuje la noche. Una alfombra con geometría sutil. Una pieza Mid-Century bien puesta puede hacer más por tu casa que una reforma entera".

1 - Madera noble sin pesadez: aparadores bajos con patas palito en madera clara como petiribí o teka: suman diseño sin saturar y se llevan bien con pisos originales de parquet.
 

2 - El sillón que manda: de líneas limpias, bajo y con tapizado en tonos como mostaza, azul petróleo o verde oliva. Las patas a la vista marcan la diferencia. ¿Si es de Santiago del Campo? Mejor.
 

3 - Luz con onda retro: lámparas tipo Sputnik o de pie con tulipas opalinas: ideales para techos altos o PHs antiguos. Dan carácter y estilo sin recargar.
 

4 - Sillas con historia: Las Eames, Cesca o Jacobsen. Combinadas con una mesa Tulip redonda, arman un comedor con sello de época. En cocinas recicladas, suman identidad.

5 - Arte que diga algo: un póster vintage, una pintura geométrica o un espejo con marco de madera aportan contraste. El Mid-Century ama los muros que cuentan.
 

6 - Alfombras que abracen: geometría o tonos neutros para definir zonas, sumar textura y ordenar sin dividir. Clave en livings largos o ambientes integrados.
 

7 - Biblioteca modular: estructuras livianas, madera clara y líneas puras. Aprovechá los techos altos sin recargar: lo modular es funcional y bello.
 

8 - Color, pero con intención: naranja quemado, turquesa, bordó: usalos en almohadones, banquetas o lámparas. El secreto está en que dialoguen con el resto.

9 - Objetos con historia: teléfonos de disco, radios antiguas o vajilla retro. No se trata de coleccionar, sino de elegir piezas con alma.

10 - Verde Mid-Century: plantas como potus, ficus o palmas en macetas de cerámica o con patas de madera. Aportan vida y suavizan el diseño.

 

Jimena resume así este estilo de diseño: “El Mid-Century no es una tendencia, es una actitud. Un ‘menos es más’ con swing. No hace falta llenarlo todo ni caer en la réplica exacta: alcanza con saber elegir. En un departamento porteño, con techos altos y pisos que crujen como si hablaran, el Mid-Century se lleva bárbaro. Tiene ese no sé qué entre nostalgia y modernidad que lo hace encajar como si siempre hubiese estado ahí”.