Quién es “La Reina de las Cúpulas” y qué secretos revela sobre las cúpulas más icónicas de Buenos Aires

-¿Cómo y por qué te empezaste a interesar en las cúpulas de BA?

De niña, cuando tenía 6 o 7 años, me llevaban de paseo a la Plaza del Congreso y, en esa época, se podía subir al monumento. Entonces, contemplaba desde allí las cúpulas del Congreso y del Molino, sin saber que había muchas más. Me llamaban mucho la atención los edificios.

Muchos años después, comencé a trabajar a una cuadra de Diagonal Norte y Florida. Una tarde vi gente señalando hacia arriba (turistas) y, cuando miré, descubrí las cúpulas del Edificio Bencich. Ahí entendí que, en las alturas, existía un mundo nuevo para mí y comencé a mirar hacia arriba.

Con actitud de turista, para no sentir vergüenza, comencé a sacarles fotos. Luego apareció Instagram, y en mi cuenta, que llevaba mi nombre, subía fotos de todo tipo: paisajes, edificios, atardeceres, amaneceres y cúpulas. Un amigo al que admiro y quiero mucho me dijo: “Tus fotos son muy lindas, pero cuentas que muestran Buenos Aires hay muchas. Buscá hacer algo que te haga diferente”. Fue ahí que decidí abocarme a eso que tanto me llamaba la atención: las cúpulas.

-¿Cómo surge el nombre por el que se te conoce: "La reina de las cúpulas"?

-Una amiga que es productora y comunicadora me bautizó con este nombre porque le gustaban mis fotos. Me decía: “Tenés un ojo especial para los pequeños detalles, sos una reina sacando fotos, ¡sos la reina de las cúpulas!”. El nombre me gustó, pero me dio pudor ponérmelo.

Creo que pasó más de un año y, cuando estaba visitando la cúpula del Molino en restauración, la experiencia me hizo sentir como una reina. Fue en ese momento que decidí ponerme “La Reina de las Cúpulas”. Luego entendí que también me servía para marcar el camino, a mí y al público que me seguía. Resultó marketinero, comenzaron a llegar más seguidores y dije: “Tengo que hacer algo para merecer este nombre”.

-Tenés un censo de cúpulas: contame de tu tarea de hacer un censo fotográfico, un mapeo de cúpulas: ¿por qué hacerlo y lo que me puedas contar de cuántas hay y lo más llamativo para destacar?

-Sí, tengo un censo. Fue lo que comencé a hacer para merecer esa corona. Quiero fotografiar todas las cúpulas de la ciudad, investigar sobre cada una de ellas. Son un poco más de 400. Las tengo geolocalizadas en Google Maps a medida que las voy fotografiando, e incluso les agregué datos sobre lo que fui investigando: arquitecto, año de construcción, alguna referencia histórica. Llevo fotografiadas casi 300 aproximadamente, pero no es fácil: trabajo, y en mis tiempos libres hago espacio para recorrerlas, fotografiarlas, investigar, actualizar mi base de datos. Por eso el proyecto va lento, pero firme. Es firme porque lo hago para mí, es algo que quiero tener para mí, para la niña curiosa que hay en mí, que quiere saber: ¿cuántas hay?, ¿dónde están?, ¿cómo son?, ¿quién las hizo?, ¿y cuándo? Esto, que comenzó como algo para saciar mi curiosidad, terminó siendo interesante para otros, ya que puede usarse como material de apoyo para estudiantes de arquitectura y urbanismo. Me han invitado a charlar sobre las cúpulas en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de La Plata, donde hablé de arquitectura en redes, y a la FADU, a hablar y llevarles material fotográfico y fílmico sobre ocho cúpulas de Av. de Mayo.

Lo más llamativo para destacar en este recorrido es una cúpula en el barrio de Pompeya que está dentro de una fábrica y pareciera que siempre fue así, que no se trata de una modificación posterior. La fotografié, me puse a investigar y di con sus descendientes. Varios de sus nietos me dieron información y se fue armando su historia. Ciarrapico Hnos. era una fábrica de techos de pizarra, zinc, plomo, tejas, ornamentos de zinc y colocación de pararrayos. Uno de los hermanos era arquitecto y diseñó el edificio adonde se muda esta fábrica entre 1945 y 1947, tiempo en el que la arquitectura estaba cambiando, y creo que quisieron dejar una muestra de lo que ellos hacían. Ahí está la razón por la cual se encuentra allí una cúpula. Todos nos preguntamos eso, y por suerte encontré la respuesta, porque hoy en día Ciarrapico Hnos. se dedica a otra cosa.

-Contanos sobre el valor de que tu cuenta haya sido declarada de Interés Cultural por "Difusión Arquitectónica" por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

-Mi proyecto tomó vida en enero de 2021 y el 11 de agosto de 2022 me dieron esta tan importante distinción. Este nombramiento, creo, le da más seriedad a lo que hago y es un reconocimiento que se me brindó por hacer lo que hago por amor a la ciudad. No tengo rédito económico, no soy fotógrafa, no soy arquitecta ni historiadora. Entendieron que lo que hago no es para promocionar nada: soy una simple curiosa que quiere juntar material que no encontró en ningún libro y que sueña con que algún día pueda plasmarlo en uno. Si bien hay libros de cúpulas, quiero ver más. Hay muchas que no conocemos, como por ejemplo la que conté anteriormente.

-¿Cuál es para vos la cúpula más importante de BA y por qué?

-Esto de ser la reina de las cúpulas me ha llevado a visitar 52 cúpulas, pero para mí la más importante, por su diseño, por su tamaño, por lo que representa y por lo que me costó subir a ella, es la cúpula del Congreso de la Nación. Ese edificio en sí es una obra arquitectónica perfecta. Mi sueño era subir a esa cúpula, y nada me abría las puertas: ni la cuenta en Instagram, ni la distinción de la Legislatura, ni haber salido en diarios o en la TV. Costó muchísimo, hasta que pudimos dar con un contacto, de los tantos con los que hablé, que consiguió ese permiso.

--¿Conocés cómo es vivir en una cúpula? 

-Lamentablemente, no vivo en una cúpula, pero sí pude experimentar estar en cúpulas que son viviendas. Visité tres que se alquilan de forma temporaria y las mostré en mis redes. Algunos seguidores que sí viven en cúpulas me abrieron las puertas de sus casas. Tengo un amigo arquitecto, Emilio, que sí vive en una cúpula y me invitó. Hasta tuvo la generosidad de prestarla para que salga en un programa de TV. Y es maravilloso. Las cúpulas, en su forma, tienen algo mágico. No sé cómo explicarlo, pero entrar en ellas da una sensación de protección, más en esas donde podés apreciar desde adentro esa forma cóncava.

-Me intrigó lo de la cúpula sin nombre: ¿cuál es?, ¿me contarías su historia?

-Hay muchas sin nombre. Cuando hablamos de ellas, hablamos poniéndoles el nombre del edificio o de algo que las haga especiales. Por ejemplo: la Cúpula del Molino (Confitería del Molino), La Cúpula de La London (que, si bien ese edificio perteneció a una de las sucursales de las tiendas Gath & Chaves, tomó el nombre de ese café emblemático que está allí desde 1954). En cambio, la cúpula de la esquina de Callao y Lavalle pertenece a un hermoso edificio proyectado por el arquitecto Oscar Shoo Lastra y construido bajo la dirección de los ingenieros Parodi y Figini. Fue inaugurado en 1924 con una hermosa cúpula conoidal que remata la esquina, llegando a 64 metros de altura. El edificio no tiene un nombre o una historia que lo distinga. Hoy funciona allí un sanatorio. La cúpula fue restaurada justo en su centenario y tuve la suerte de caminar por sus andamios y tocar con mis manos las pizarras a 50 metros de altura, cosa que una vez sacados los andamios es imposible: debería levantar vuelo.

- Hay una esquina de BA desde donde se ven 5 cúpulas, ¿las podrías mencionar y hablar de ese punto de la ciudad?

- La esquina de Diagonal Norte y Florida es la única esquina de Buenos Aires que nos brinda ese tipo de coronamiento: cuatro esquinas, cinco cúpulas. La esquina comienza en 1924 con la construcción del edificio para el First National Bank of Boston, en Florida 99, diseñado por los arquitectos Paul Bell Chambers y Louis Newbery Thomas, con estilo neoplateresco, una adaptación del renacimiento español. Obtuvo el Premio Municipal a la Mejor Fachada de Buenos Aires en 1925.

Luego lo secunda la construcción del edificio Miguel Bencich, con una sola cúpula, en Av. Roque Sáenz Peña 616, construida por Bencich Hnos. y diseñada por el arquitecto Edouard Le Monnier. Fue inaugurado en 1926.

Continuó con la construcción del edificio Equitativa del Plata, para una compañía de seguros, en Av. Roque Sáenz Peña 550, diseñado por el arquitecto Alejandro Virasoro e inaugurado en 1929.

Y se termina de coronar en 1931-1932 con dos hermosas cúpulas construidas por Bencich Hermanos en el Edificio Bencich de Av. Roque Sáenz Peña 615, otro diseño del arquitecto francés Le Monnier.

- Sobre Noche de Cúpulas: ¿participás siempre? ¿Qué te parece la iniciativa?

-Postpandemia, cuando Noche de Cúpulas vuelve a tomar vida con sus eventos, me contactan para invitarme. Fui a casi todos los que hicieron. Yo tenía material para mi cuenta y ellos difusión, pero comenzó a crecer una linda amistad con los tres que forman parte de este proyecto. Comenzamos a apoyarnos mutuamente, hasta que hace un año surgió la idea de que sea yo quien les cuente al público la historia del edificio donde nos encontramos y les haga una breve reseña en vivo de las cúpulas que vemos desde el lugar. Dada mi experiencia en las alturas, ya identifico cada una de ellas. Es una charla breve, dinámica, que alimenta la curiosidad de la gente. Se van muy contentos sabiendo lo que están mirando. Los veo interesados en saber, prestan mucha atención, y creo que el secreto es que lo transmito con mucho amor. Y soy breve, pensando en que ellos también quieren seguir mirando, sacando fotos y disfrutando de la gastronomía y el show.

Esta iniciativa de Noche de Cúpulas me parece única. Aunque ahora se ha puesto de moda hacer de todo en las cúpulas, ellos siguen siendo únicos porque la propuesta es nivel premium: vista a una cúpula, arte con espectáculo site specific, música, copa de vino, algo rico para degustar hecho por el chef del equipo, y encima de todo, se van aprendiendo un poco del lugar donde están. ¿Qué más podemos pedir? Desde hace un año, estoy en todos los eventos llevando mi pasión a los demás, y te puedo asegurar que es contagiosa.