La piba de los almohadones: el emotivo detrás de escena del Indio Solari en Perros de la Calle

En la mañana del 5 de diciembre, Perros de la Calle vivió un momento histórico: Andy Kustnetzoff entrevistó al Indio Solari, cumpliendo así un sueño que lo acompañaba desde hace 30 años. Pero lo que se escuchó al aire fue apenas el capítulo final de una búsqueda silenciosa y profundamente personal de Sol Liggera, productora del programa y protagonista involuntaria de uno de los relatos más emotivos de la radio reciente.

Antes de emitirse la entrevista grabada días atrás, Sol leyó al aire una carta escrita por ella y curada por Hernán Casciari, donde reveló cómo llegó a conseguir la entrevista que Andy deseaba desde hacía añares.

La historia empezó en un momento decisivo de su vida: “Cuando me separé, por consejo de mi mamá, me mandé a hacer dos almohadones, uno periodístico y otro musical”, contó. En ese primer almohadón estaban Andy, Mario Pergolini y Juan Castro; en el segundo, Luis Alberto Spinetta, Charly García, Gustavo Cerati… y el Indio.

Con el tiempo, la vida la llevó a trabajar codo a codo con Andy. Un día, en una reunión, se animó a preguntarle: “¿A quién te falta entrevistar?”. La respuesta fue inmediata: al Indio Solari. “Algo en mí se conectó”, recordó. Desde entonces lo supo: “Mi segundo almohadón sabía que esa entrevista tenía que surgir”.

Sol agotó todas las vías formales para conseguir una entrevista. Y cuando ninguna funcionó, eligió el camino menos convencional: “Activé la campanita de Instagram y durante casi cuatro años le escribí en cada posteo. ‘Hola Mister, ojalá algún día puedas venir a Perros’, y firmaba como Sol, la produ”, dice en la carta. Los managers empezaron a reconocerla. Y un día, él mismo le dijo que quizá el encuentro sucedería.

El motor interno para seguir con la búsqueda era uno solo: su mamá. Ella la alentaba con una frase que Sol repitió quebrándose: “Vos seguí, el no ya lo tenés”. Y así siguió. Hasta que, después de un posteo muy triste por la muerte de su madre, apareció lo inesperado: dos audios. “Sol, linda y perseverante, habla el Indio”. Ella contó que lloró seis horas seguidas. Supo en ese instante que la entrevista iba a ocurrir. “El encuentro entre mis dos almohadones iba a suceder”, dijo.

El día finalmente llegó. Y cuando terminó la nota, Sol salió del estudio con un impulso reflejo: quería llamar a su mamá para decirle “Mamá, esta vez pasó, pasó de verdad”.

Lo que consiguió esta productora oriunda de Junín no fue sólo una entrevista. Fue, como escribió en su carta, una reparación: “Sin saberlo, validaron a la pibita de los almohadones, la que en un departamento vacío, con un colchón en el piso, se animó a seguir los consejos de su madre. Materializar ese sueño reparó mi historia… Ella rompió la coraza de lo imposible”.

Andy lo dijo claro al aire, el mérito de esta entrevista al Indio Solari en Perros de la Calle es todo de Sol Liggera. De su perseverancia, su sensibilidad y esa mezcla de amor y obsesión que a veces es la única forma de abrir puertas que parecían cerradas e inaccesibles.