
Mató a siete hombres y su historia real impacta en Netflix: quién fue Aileen Wuornos
Entre la supervivencia y la violencia, la historia de Aileen Wuornos revela cómo una vida marcada por el abuso y la marginalidad terminó en siete asesinatos y una ejecución que conmocionó al mundo.
31 de octubre de 2025

Aileen Wuornos revela cómo una vida marcada por el abuso y la marginalidad terminó en siete asesinatos - Créditos: Netflix
En los márgenes de la ruta, entre los autos que cruzaban la Florida de los ochenta, se movía una mujer con el rostro curtido por el sol y una mirada que oscilaba entre la furia y el miedo. Era Aileen Wuornos, una prostituta errante que sobrevivía a base de cigarrillos, cerveza barata y la promesa de unos dólares por compañía. Nadie imaginaba que detrás de esa figura desalineada se escondía la que luego sería conocida como la primera asesina serial de los Estados Unidos. Su historia, marcada por el abandono, la violencia y la desesperación, es una de las más inquietantes del crimen contemporáneo: un caso que todavía hoy provoca más preguntas que respuestas.
Una infancia marcada por los abusos y el abandono

Aileen Carol Pittman nació el 29 de febrero de 1956 en Rochester, Míchigan - Créditos: Netflix
Una infancia rota Aileen Carol Pittman nació el 29 de febrero de 1956 en Rochester, Míchigan. Hija de una madre adolescente y de un padre que terminaría preso por delitos sexuales contra menores, su destino parecía torcido desde el inicio. A los cuatro años fue abandonada por su madre y quedó bajo la tutela de sus abuelos maternos, un matrimonio marcado por el alcohol y los abusos. A los catorce, quedó embarazada tras una violación y el bebé fue dado en adopción. Poco después fue expulsada de su casa y comenzó a vivir en los bosques cercanos, cambiando sexo por comida o por un lugar donde dormir. Esa primera etapa de supervivencia callejera definió su modo de entender el mundo: sin confianza, sin red de apoyo, sin empatía. Aileen aprendió a defenderse con las uñas y los dientes, convencida de que todos querían hacerle daño. Su adolescencia fue un espiral de pobreza, alcohol, robos menores y una sucesión de encuentros violentos con la ley.
Su caso y cómo la atraparon

El 30 de octubre estrenó un nuevo documental sobre Aileen Wuornos en Netflix. - Créditos: Netflix
En 1986 llegó a Florida, buscando empezar de nuevo. Allí conoció a Tyria Moore, una camarera con la que inició una relación sentimental que sería tan intensa como destructiva. Vivían en moteles baratos, compartían los pocos dólares que Aileen ganaba como trabajadora sexual y se movían de pueblo en pueblo, durmiendo en autos abandonados o en el costado de la ruta. Florida, con sus autopistas infinitas y su clima húmedo, fue el escenario donde su historia se torció definitivamente.
Entre finales de 1989 y fines de 1990, siete hombres aparecieron muertos en distintas zonas rurales del estado. Todos habían sido asesinados con un arma calibre .22. Su primera víctima fue Richard Charles Mallory, un empresario de 51 años que la levantó en la ruta el 30 de noviembre de 1989. Días después, su cuerpo apareció en un descampado cerca de Daytona Beach, con dos disparos en el pecho. Aileen declaró más tarde que Mallory había intentado violarla, y que actuó en defensa propia. Ese crimen, que en principio pareció aislado, fue el comienzo de una cadena que duraría menos de un año.
En junio de 1990 fue hallado el cuerpo de David Spears, un trabajador de la construcción de 43 años, desnudo y con seis impactos de bala. Un mes más tarde, Charles Carskaddon, de 40, un camionero que transportaba alimentos, fue encontrado de la misma forma: varios tiros en el pecho, su vehículo abandonado. La violencia se repetía con un patrón inquietante.
En julio, la policía descubrió el cadáver de Troy Burress, un vendedor ambulante que había desaparecido días antes. Su camión fue hallado abandonado en Ocala, y su cuerpo apareció a más de 80 kilómetros, en avanzado estado de descomposición. En septiembre, otro cuerpo: Charles Humphreys, de 56 años, exjefe de policía y funcionario estatal, muerto por múltiples disparos.
Le siguieron Peter Siems, de 65 años, un ingeniero jubilado cuya desaparición ayudó a los investigadores a conectar los casos: el auto de Siems fue encontrado chocado y abandonado, y en el parabrisas había huellas dactilares de Aileen y su pareja, Tyria Moore. La última víctima fue Walter Antonio, un camionero de 62 años, hallado el 19 de noviembre de 1990 con cuatro balazos.
Para entonces, la policía ya hablaba de un “asesino serial en la ruta”. Las pistas coincidían: hombres de mediana edad, asesinados con el mismo tipo de arma, autos robados o abandonados, y señales de robo posterior. Las imágenes de Aileen empezaron a circular por bares y estaciones de servicio; el 9 de enero de 1991, fue detenida en un bar de motociclistas llamado The Last Resort, en Daytona Beach.
Las pruebas, los testigos y, sobre todo, la colaboración de Tyria —que accedió a grabar conversaciones con ella para la policía— sellaron su destino. En las grabaciones, Aileen admitía los asesinatos pero insistía en que había actuado en defensa propia: decía que los hombres la habían atacado o intentado violarla. Su versión nunca convenció al jurado.
Durante el juicio, la prensa la convirtió en un espectáculo morboso. Se hablaba de “la prostituta asesina”, de “la mujer monstruo”, de “la reina de la ruta”. Pocas veces se mencionó que había sido víctima de abusos desde la infancia o que padecía graves trastornos mentales. La justicia de Florida la condenó a seis penas de muerte.
El documental que acaba de estrenar en Netflix

La justicia de Florida la condenó a seis penas de muerte. - Créditos: Netflix
Los once años que pasó en el corredor de la muerte la transformaron en una figura casi mítica. Desde la cárcel escribió cartas, dio entrevistas y fue retratada en varios documentales. Con el tiempo, su discurso se volvió cada vez más errático: decía que escuchaba voces, que la perseguían, que el gobierno la vigilaba. En 2002, el estado de Florida ejecutó la sentencia por inyección letal. Aileen tenía 46 años. Antes de morir, pronunció unas últimas palabras que quedaron grabadas en la historia: “Estoy navegando con la roca. Volveré, como en Independence Day, con Jesús… volveré.”
Su muerte cerró un caso judicial, pero abrió un debate social. ¿Era Aileen una víctima del abandono y del abuso, o una asesina despiadada? ¿Qué parte de su violencia era el eco de la violencia que había sufrido? Su figura se convirtió en un espejo incómodo para una sociedad que suele preferir las explicaciones simples.
Con los años, Aileen Wuornos fue interpretada, analizada y convertida en mito. En 2003, Charlize Theron ganó el Oscar por su interpretación en Monster, la película que la humanizó sin absolverla. Desde entonces, su historia ha sido revisada una y otra vez desde distintas miradas: la del feminismo, la de la psiquiatría forense, la de los medios y la del morbo. Aileen encarna la pregunta más incómoda de todas: ¿qué sucede cuando una víctima se convierte en victimaria?
Detrás de sus crímenes hay una vida quebrada, una infancia sin ternura y una cadena de violencias que la sociedad ignoró hasta que fue demasiado tarde. La fascinación que provoca no nace solo de los asesinatos, sino de la tragedia que los antecedentes de su propia historia.
El regreso de su voz: el nuevo documental de Netflix
El 30 de octubre de 2025, a las 4:00 AM (hora Argentina), llega a Netflix Aileen: La reina de las asesinas en serie, el nuevo documental que vuelve a poner bajo la lupa una de las historias criminales más perturbadoras de Estados Unidos.
Dirigido por Emily Turner y producido por BBC Studios Documentary Unit junto a NBC News Studios, el documental se sumerge en la historia real a través de grabaciones inéditas, archivos policiales y entrevistas con las personas que la conocieron de cerca. Parte del material proviene del registro original de la periodista Michele Gillen, de Dateline, quien filmó extensamente a Aileen durante sus años en prisión.
El resultado es un retrato crudo y profundamente humano, donde la propia Wuornos narra su historia con su voz temblorosa y cargada de furia. Más que justificarla, la película busca comprender cómo una vida atravesada por el abuso, la pobreza y la marginación puede transformarse en un estallido de violencia.
Aileen: La reina de las asesinas en serie no es solo un documental sobre crímenes, sino una reflexión sobre los límites de la empatía, la justicia y la fragilidad mental. Una invitación incómoda —y necesaria— a escuchar a quien durante décadas solo fue vista como un monstruo.

Sole Venesio Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación y docente (UBA). Trabajó en LA NACION desde el 2010 hasta el 2024. Fan absoluta del mundo de la cultura, es una seriéfila empedernida y nuestra gurú de los estrenos en la pantalla chica.
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