Terminó El cuento de la criada: esto es lo que significa su final

El estreno de la sexta temporada estuvo rodeado de muchísimas emociones. No solo porque habían pasado casi tres años desde la emisión de la quinta season finale, sino porque fueron muchos los fanáticos que consideraban que la narrativa se estaba estirando por demás y ya era momento de darle el cierre que merecía. Con una pandemia y una de las huelgas de guionistas y actores más grande de la historia de por medio, la despedida de The Handmaid's Tale arrancó el pasado 6 de abril con un episodio que se tituló "Train" (Tren) y que marcó el humor de la entrega: con momentos de reconciliación, honestidad y vulnerabilidad, la brutalidad de June Osborne se enfocó en misiones claras y menos caóticas, posicionándola en la líder que siempre fue. Fue de esta manera que toda la despedida cumplió con uno de los objetivos más difíciles: regalarnos cierres (más o menos felices) con cada uno de los personajes que acompañamos en estos ocho años de emisión. 

Algo que se logró combinando episodios en donde la acción y el progreso dentro de la historia casi te dejaba sin respiro ("Train", "Execution", "Janine", "The Handmaid's Tale") con aquellos de mayor planificación y hasta reconciliación emocional ("Exile", "Promotion", "Shattered"). Pero, ¿qué pasó con cada uno de ellos?

- Frederick "Fred" Waterford (Joseph Fiennes): su destino no es parte de esta entrega, pero al ser un personaje tan fundamental está bueno que lo repasemos. Después de ser encarcelado en Canadá por crímenes de lesa humanidad y de que el gobierno canadiense accediera a repatriarlo en Gilead, June logra hacer un acuerdo "por debajo de la mesa" y junto a un grupo de excriadas, lo asesinan de manera sanguinaria en el bosque. Consiguiendo, así, un tipo de venganza que después será puesto en cuestión en diferentes momentos.

- Serena Joy Waterford (Yvonne Strahovski): con momentos muy emotivos que construyeron un lazo diferente entre ella y June (quien, durante su parto, le salva la vida a ella y a su bebé), gran parte de esta temporada se centró en perdonar y hacer enmiendas. Es así como llegamos al episodio final en donde la propia Serena reconoce todos sus errores y le pide perdón a quien fue su criada por todas las cosas que "le hizo, le hizo hacer y la hizo pasar". La reconciliación está lejos de ser un colchón de rosas, pero sí, desde la mirada, se da a entender que ambas están listas para dar un paso hacia adelante en sus propias vidas. Serena terminará como refugiada.

- Tía Lydia (Ann Dowd): personaje central en uno de los momentos más épicos de la temporada, esta entrega también significó una reconstrucción de Lydia, quien venía trabajando en que la condición de las criadas mejorara. Convirtiéndose en una pieza clave para lograr que el primer ataque sucediera y salvándose de la ejecución gracias a los rebeldes, su destino sigue conectado a Gilead, pero realiza un último acto de humanidad a ayudar a liberar a Janine.

- Nick Blaine (Max Minghella): es quien tiene -quizá- uno de los finales más trágicos de todos. Después de traicionar a June como única posibilidad para salvar su vida y terminar decidiéndo cuál es el bando en el que estará, es parte de los comandantes que se sube al avión que más tarde el gobierno canadiense bajará con misiles. Mueriendo en este ataque.

- Comandante Joseph Lawrence (Bradley Whitford): es el personaje que más sentimientos encontrados ha generado porque, a pesar de seguir siendo uno de los líderes de Gilead, fue quien nunca dejó de ayudar a June en cada una de sus misiones. Tanto que su final siguió este tono: sabiendo qué pasaría con ese avión, se subió a él como un último sacrificio y pago por lo que hizo (recordemos que es el arquitecto que diseñó Gilead, un hecho que su mujer nunca le perdonó).

Además, quienes podríamos considerar el núcleo duro de June, Emily (Alexis Bledel), Luke (O. T. Fagbenle), Moira (Samira Wiley) y Rita (Amanda Brugel) comparten un mismo destino: sobrevivientes de Gilead y ahora parte de la rebelión, no solo fueron claves a la hora de dar el batacazo en Boston, sino que su mayoría también decide continuar con la lucha y trabajar en la liberación de, hasta el último prisionero del régimen autoritario. A ellos, se sumará Janine (Madeline Brewer) quien es llevada a la frontera gracias a Lydia y reunida con su hija, dándonos a entender que para ellas también iniciará un nuevo capítulo en sus vidas.

Está claro que el noveno episodio, "Execution", es aquel en el que pasa la acción más cruel y brutal, dejándonos el aftermath para el décimo, "The Handmaid's Tale, (un datito de color: ambos fueron dirigidos por Elisabeth Moss).y, de muchas maneras, mostrando las consecuencias y destinos de los personajes de la historia. Pero mientras ciertas justicias se logran en este episodio, uno de los hilos narrativos más importantes se centra en el destino de June quien tiene una conversación súper poderosa con su mamá (a quien encontró con vida en el segundo capítulo de esta temporada) y en donde le plantea algo fundamental: ella entiende que tiene que seguir luchando y que su camino como soldado no finalizó acá. Algo que Holly Maddox le reclama desde el dolor y el miedo por la seguridad de su hija, pero que ella termina diciéndole: "Es como me educaste. Es quién soy".

Lista para seguir luchando y, recordemos, recuperar a su hija mayor que todavía es prisionera en Gilead, June decide revisitar la casa de los Waterford y su habitación. Presentándose como el momento final de la serie, lo que vemos es una reconstrucción de una escena icónica dentro de la primera temporada: June sentada en la ventana mirando hacia afuera, repitiendo casi como un mantra los nombres de las criadas que estuvieron antes que ella y que fueron abusadas en ese mismo lugar, vestida con el atuendo tradicional rojo y con hambre de libertad. Pero mientras que la secuencia es casi tal cual, el significado es totalmente diferente: su alrededor está en ruinas, ella es quien ahora guarda el poder y quien con su fuego (un elemento clave dentro de la simbología de la serie) destruyó todo para, como el ave fénix, reconstruir. Con esas miradas a la cámara que solo Elisabeth Moss saben sostener y que nos interpelan como testigos directos de lo que está sucediendo, su personaje no solo abraza todo lo que le sucedió y logra llegar al punto de conciliar con sus traumas, sino que también nos está diciendo que todo eso lo usará como su principal empujón para seguir luchando por los derechos de las víctimas del totalitarismo de Gilead.