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Noches de cúpulas: cómo es la propuesta para conocer las mejores de Buenos Aires

Te contamos sobre la propuesta de Ana y Verónica Groch quienes convierten la visita a cúpulas en una experiencia poética.


Cómo visitar las mejores cúpulas de Buenos Aires.

Cómo visitar las mejores cúpulas de Buenos Aires. - Créditos: Getty



Cambiar de perspectiva: mirar hacia arriba; mirar desde arriba. En eso consiste, pero hay más. Porque no es solamente un ejercicio de contemplación. Se trata de habitar por un rato esos picos, ornamentales y mágicos, del paisaje urbano que son las cúpulas. Conocerlas, recorrerlas y vivir una experiencia cultural única que fue fabricada a medida para la ocasión.

Noche de cúpulas se llama la propuesta creada por Verónica y Ana Groch, dos hermanas que en 2017 e impulsadas por fuerzas que las constituyen de crianza (a saber: la pasión por el arte, el amor por la ciudad, el respeto por el conocimiento, la devoción por los viajes, la curiosidad indomable y el disfrute de los encuentros sociales) diseñaron una manera distinta de visitar lo más alto de esos edificios emblemáticos que culminan en espacios circulares.

Así, por ejemplo, podés estar apreciando la vista desde la cúpula del Miguel Bencich cuando de pronto desciende por la escalera una soprano que ensaya una ópera. O se cruzan en un pasillo dos gemelos que luego jugarán una partida de ajedrez enfrentados a una cúpula con alegorías del alfil (y que casualmente -o no- se sitúan sobre una Diagonal porteña). Podés estar cenando bajo las estrellas en la terraza de La Inmobiliaria de Avenida de Mayo y una pareja se pone a bailar un tango contemporáneo al ritmo de una bandoneonista que acompaña mientras un haz de luz del edificio de al lado la ilumina cada doce segundos: es el faro del Palacio Barolo. 

De esta manera, también, en el marco del FIBA, el fin de semana del 4 y 5 de marzo vas a poder entrar a la joya mejor guardada del Edificio Argentino, en San Martín al 500, y conocer la historia de quien la habita -la ikebanista Camila Gassiebayle- en una puesta de estilo biodrama dirigida por Vivi Tellas. Además vas a poder recorrer una cúpula que, a través de una instalación de espejos e intervenciones, te va a zambullir en un universo borgiano bajo la dirección de Ignacio Bartolone. La reserva de las entradas, que son gratuitas, va a estar disponible 48 h antes de la función, a las 14:00 h.

Bien de familia

Hay cuatrocientas cúpulas en Buenos Aires (es una cifra aproximada ya que nunca fueron realmente censadas). Todas comparten una impronta en general -arquitectónica, urbanística, estética, social- y cada una tiene su particularidad. Ana y Verónica Groch se desafiaron a averiguar la historia y ponerla en valor a través de recursos escénicos que convierten la visita en una experiencia poética, la de entrar en la cúpula con todos los sentidos.

Ellas realizan la curaduría de las performances, algunas las contratan y otras las producen en formato efímero. Se dejan inspirar por lo que encuentran en cada locación y vuelan alto. Hijas de un amante de las letras y la cultura (su padre fue dueño de la editorial La Brújula), Ana se formó en artes escénicas y Verónica en educación. Ambas ejercen sus profesiones, tanto en el ámbito público como privado. 

Al encarar su proyecto Noche de Cúpulas aplican criterios que provienen del emprendedorismo como también de las políticas públicas y de la gestión cultural. Les interesa ofrecer opciones cerradas pero también abrirlas, por eso hacen eventos privados y corporativos a la vez que participan en festivales, aplican a mecenazgo y obtienen el apoyo de organismos, desde el Fondo Nacional de las Artes hasta empresas privadas. 

Este mix, por otra parte, les da la posibilidad de formatear una propuesta que se adapta tanto a eventos corporativos como a visitas particulares a la vez que se suma a la grilla de actividades culturales abiertas y gratuitas. Y en la elección de lugares también buscan el equilibrio. “Por un lado, hay cúpulas que se suelen visitar y nosotras vamos ahí. Aunque, además, hay otras que son propiedad de alguien, de una familia. Nos interesa mucho entrar en esas para crear una accesibilidad que no existía e interactuar con los habitantes de esa cúpula, en la medida que quieran, integrarlos a la propuesta que armamos para la visita”.

Algunas visitas tienen música, otras baile, actuación, cata de vinos y quesos o gastronomía, arte visual. Algunas tienen varias de estas propuestas y otras, una sola. Algunas son abiertas y otras son cerradas. Algunas duran una hora y otras dos. Algunas son únicas y otras se repiten. 

La diversidad, la flexibilidad, la divergencia y la convergencia son parte de la identidad de Noche de Cúpulas. Así que en el historial fueron sucediendo activaciones bien disímiles en las que participaron artistas tales como Vivi Tellas, Juan Parodi, María Merlino, Pablo Ramírez, Nati Chami, Romina Bulacio Sak, Daniela Horovitz, Sami Abadi, entre otros.

El proyecto nació con el nombre de Foco Cielo y, después, entre las noches de las librerías y otras versiones nocturnas, fue rebautizado como Noche de Cúpulas. Pero se hace de día también. Es una alta idea para cambiar la mirada.


 

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