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Poliamor: ¿van a abrir la pareja? Esto es lo que deberían saber

El poliamor surge como una alternativa al amor romántico tradicional, que muchas veces perpetúa dinámicas de control, posesividad y exclusividad. Propone una forma más amplia de entender el amor que permite explorar diferentes maneras de acompañar y disfrutar. Algunos aspectos a considerar si vas a dar ese paso.


tres jóvenes

Los jóvenes suelen estar más abiertos a relaciones poliamorosas. - Créditos: Getty



El poliamor surge como una alternativa al amor romántico tradicional, que muchas veces perpetúa dinámicas de control, posesividad y exclusividad. Este modelo propone una forma más amplia de entender el amor que permite explorar diferentes maneras de acompañar, disfrutar y compartir.

Hay que saber que no existe una respuesta universal: lo que funcione para una persona o pareja puede no ser adecuado para otra. Este enfoque flexible permite que cada persona mayor de edad pueda decidir lo que realmente quiere vivir. 

En la actualidad hay más libertad de expresión en relación con la sexualidad, pero, aunque hoy se hable más de ciertos temas, no quiere decir que antes no existieran, sino que se ocultaban por miedo al rechazo, a la discriminación o hasta la penalidad.

La sexualidad cambia: ¿por qué y cómo ir adaptándonos?

La sexualidad es variable: lo que nos gustaba a los 20 puede cambiar a los 50 o viceversa; nuestras preferencias también pueden evolucionar en cuanto a prácticas, deseos o incluso orientaciones sexuales. Este cambio constante no solo está influenciado por nuestra biología, sino también por los factores sociales, como la evolución de las redes sociales y la globalización, que permitieron una mayor visibilidad y normalización de prácticas como el poliamor y las relaciones abiertas.

Con el paso del tiempo, las personas pueden experimentar cambios en su visión del amor y las relaciones. Una persona que en su juventud priorizó la exclusividad puede, al llegar a la mediana edad, sentirse atraída por modelos de relación más abiertos, como el poliamor, al darse cuenta de que el amor no necesita ser un vínculo exclusivo para ser profundo. Las experiencias vividas, como la madurez emocional, juegan un papel clave en esta transformación.

Si bien las generaciones más jóvenes suelen estar más abiertas a experimentar con estas nuevas formas de amor y sexualidad, porque están más expuestas a discursos sobre diversidades, pluralidad sexual, esto no sucede siempre. La crianza y la educación que hayan recibido también influyen profundamente en sus creencias y disposición para explorar. 

Pero las generaciones más maduras también pueden encontrar en estas prácticas una oportunidad para renovar su vida sexual y emocional. En muchos casos, el poliamor o las relaciones abiertas se presentan como una vía para reavivar la pasión o redescubrir la conexión emocional con otros, sin necesidad de abandonar el compromiso afectivo de la pareja o vínculo que inició la propuesta.

dos parejas de jóvenes besándose

Las parejas poliamorosas son nuevas formas de explorar los vínculos. - Créditos: Getty

Un ejemplo común puede ser el de una pareja o vínculo de mediana edad que, luego de años de convivencia, decide abrir su relación para explorar nuevas experiencias sin dejar de lado el vínculo emocional que compartían. Para estas personas, el poliamor se convierte en una forma de recuperar la individualidad y disfrutar de nuevas experiencias sin la presión de la exclusividad.

Cuando una de las partes reclama un cambio es esencial analizar si es posible y qué impacto tendrá. Nunca estaremos completamente preparados para algo nuevo, pero si consideramos ciertos puntos, tendremos más posibilidades de disfrutarlo que de pasarlo mal.

Practicar el poliamor, abrir la pareja, ser swinger o experimentar un trío requiere ciertos pilares para evitar que la relación se deteriore. Cada uno de estos pilares tiene una base sólida en la comunicación y el entendimiento mutuo, pero además pueden ser profundizados con prácticas adicionales. Estos pilares se fundamentan en la comunicación, la sinceridad, la gestión de celos y una autoestima sólida, y pueden trabajarse activamente mediante ejercicios y reflexiones diarias.

¿Van a abrir la pareja? Algunas cuestiones para tener en cuenta

  • Comunicación asertiva: es fundamental hablar abiertamente sobre deseos, límites y preocupaciones. Por ejemplo, una pareja poliamorosa debe dedicar tiempo a conversar sobre sus sentimientos asegurándose de que todas las partes se sientan escuchadas y respetadas.
     
  • Sinceridad: ser honestos con nosotros mismos y con nuestras otras parejas. Muchas veces las personas se embarcan en prácticas no convencionales sin realmente estar preparadas para hacerlo, lo que puede generar malentendidos o frustraciones. La sinceridad sobre lo que estamos buscando y lo que necesitamos es clave.
     
  • Gestión de celos: reconocer esta emoción y trabajar en las creencias que la generan. Los celos no pueden eliminarse, pero se pueden gestionar al tener conversaciones abiertas sobre lo que realmente nos causa incomodidad. Muchas veces, los celos surgen de interpretaciones erróneas o miedos infundados que no tienen que ver con la situación en sí, sino con inseguridades internas.
     
  • Autoestima sólida: sentirnos seguros con quiénes somos y con nuestras decisiones. La autoaceptación es crucial cuando se exploran nuevas formas de amor, ya que las comparaciones o los juicios ajenos pueden generar inseguridades.

En muchas parejas o vínculos, así sean poliamorosas, la falta de conversación sobre la sexualidad genera conflictos o desconexión. Es importante decir que la sexualidad no es un tema que deba tratarse solo cuando surgen problemas, sino que es algo que debe formar parte de las conversaciones cotidianas, aunque a veces sean incómodas.

Introducir temas como abrir la pareja, incluir una nueva persona a las que ya forman parte de una relación poliamorosa, usar juguetes sexuales o explorar nuevas posiciones requiere diálogo siempre con empatía y respeto.

Prejuicios a inseguridades

Generalmente cuando se propone algún cambio en la pareja surge la sensación de que nuestra pareja o vínculo se encuentra insatisfecha o que ya no nos desea o ama y las inseguridades salen a flote. Una buena forma de iniciar conversaciones difíciles es usar frases que inviten al diálogo en lugar de imponer cambios. Por ejemplo, en lugar de decir: “Quiero que probemos algo nuevo”, se podría decir: “Me gustaría saber cómo te sentirías si exploráramos algo diferente juntos”. Este enfoque puede ayudar a evitar que la otra persona se sienta presionada o rechazada.

Hay estudios científicos que demuestran que las parejas que practican una comunicación abierta y sincera sobre sus deseos sexuales tienen más probabilidades de mantener relaciones duraderas y satisfactorias. Esto es especialmente importante en relaciones no convencionales, donde las expectativas pueden ser más flexibles, pero también más difíciles de manejar sin una comunicación clara.

Explorar nuestros deseos 

La libertad en la sexualidad no significa libertinaje. Decidir explorar algo nuevo, como el poliamor, no nos hace ni mejores ni peores personas: lo importante es hacerlo con honestidad y con la disposición de reflexionar sobre lo que esa experiencia nos va enseñando.

Es importante desmitificar ciertos prejuicios que existen alrededor de estas prácticas. Por ejemplo, se tiende a pensar que las personas que practican el poliamor no son capaces de amar de manera profunda o que los swingers son personas “promiscuas” o que se encuentran insatisfechas en su vida sexual. Sin embargo, la realidad es que estas prácticas pueden fomentar una mayor intimidad y conexión emocional, ya que requieren una constante reflexión y gestión emocional.

En definitiva, explorar nuevas formas de amar y relacionarse implica reflexionar sobre nuestras creencias, emociones y deseos. La clave está en la sinceridad, el respeto y la apertura para decidir qué camino queremos tomar. La sexualidad, como la vida misma, es un abanico de posibilidades que podemos descubrir si así lo deseamos, siempre cuidando de nosotros mismos y de quienes nos rodean.

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