Desbloqueo sexual: consejos para liberar tu energía y apagar el murmullo mental
4 de enero de 2021 • 10:34
Consejos para apagar el apagar el murmullo mental y desbloquear tu energía sexual. - Créditos: Ramiro González.
Me atrae, me gusta, me calienta, quiero soltarme, que todo fluya...Pero cuando llega el momento, me pongo tensa, me desconcentro, no sé qué hacer para dar o sentir placer, todo me da vergüenza, no me conecto, ¡estoy en otra!...". Esta podría ser una consulta random en el consultorio de alguna sexóloga. O también podría ser parte de tu propio ronroneo mental cuando sentís que en tu cama –además de tus fantasías y tus compañías – se meten algunos miedos, prejuicios o creencias que te limitan y te impiden disfrutar.
La propuesta es, entonces, reconectarte con la mujer salvaje, el arquetipo que nos invita a revelar nuestras partes misteriosas, indomables y libres de condicionamientos, creencias y hábitos sociales. Solo que a veces está obturada. Algo le impide aparecer, deseante como es por naturaleza, para lograr su conexión consigo misma y después con el otro. Para descubrir sus zonas erógenas; para disfrutar de su cuerpo y sentir el placer sin culpa. Esta expresión natural se ve y se siente diferente para cada mujer; no hay dos iguales.
Un pulso de vida
Cuando hablamos de sexualidad, no existe una idea fija, un dogma o un modelo en el que debamos encajar, sino que cada experiencia es un punto de entrada a nuestro vasto y rico paisaje interior. La energía sexual no es otra cosa que energía vital, es ese pulso interno que vibra, que te hace levantarte todos los días. Es la energía creativa, de manifestación, acción, de siembra, riego y cosecha. Cuando hablamos de energía "sexual" hay una creencia colectiva muy fuerte que la limita y la traduce solo como encuentros sexuales, pero, si bien es una parte, no es el todo.
Nuestra energía sexual fluye cuando nuestros ciclos naturales son saludables, cuando hay una profunda conexión con el propio cuerpo para poder satisfacer sus necesidades. Cuando podemos sentir placeres cotidianos. Fluye también cuando gestamos ideas y proyectos y los llevamos a cabo. La energía sexual, además, está íntimamente ligada con la abundancia y el merecimiento, dones que durante siglos a las mujeres nos fueron vedados.
EL CHAKRA SEXUAL
Los chakras son útiles para entender qué es y cómo se manifiesta la energía sexual. Para comprenderlo mejor, imaginate que a lo largo de toda la columna tenemos una flauta invisible con 7 agujeros por donde suena "nuestra música" personal. Cada uno de esos agujeros representa un chakra. El chakra sexual es el segundo, ubicado físicamente debajo del ombligo; manifiesta la expresión de la sensualidad y sensibilidad (nuestra capacidad de experimentar el placer). Su equilibrado funcionamiento depende de que la energía se eleve sin bloqueos y que simplemente fluya. Esa energía que, al elevarse, activa lo propio de cada chakra es la llamada kundalini o energía psicosexual. ¿Cómo despertarla? A través de ejercicios de respiración, mantras, danzas, meditaciones, rituales, la práctica del sexo, los buenos pensamientos, la música. Son momentos intensos de alta conexión con nosotras mismas o con el entorno.
Menos hacer, más sentir
La mecánica corporal del "hacer" aleja la energía de la parte inferior del cuerpo y la lleva hacia la cabeza, el cuello y los hombros, lo que suele tensionar el cuerpo. Pero ya lo sabemos: el deseo surge más cuando el cuerpo está abierto, relajado y fluido. Ahora, sumemos a este combo la falta de tiempo, sueño e intimidad emocional y, para muchas de nosotras, la idea de estar comprometidas sexualmente con nosotras mismas o con una pareja se siente como una tarea más que hacer. Una buena idea es reducir el "input" del afuera (tiempo lejos de los factores estresantes más obvios, como la electrónica y las redes sociales). Otra buena idea es dejar de buscar soluciones y estímulos externos, que a menudo requieren incluso más "hacer". Está bueno tomar conciencia de lo que ya está acá con nosotras. La sensación de tu pelo rozando tu cuello, la sensación de la tela moviéndose alrededor de tus caderas, un pedacito de chocolate, un sorbo de té o el olor a flores frescas pueden sacudir tus sentidos y conectarte con la percepción del placer. Con el tiempo, estas pequeñas percepciones sensuales entrenan al cuerpo para que esté más consciente y vivo para la conexión sensual con una pareja y con nosotras mismas.
¿Por qué nos bloqueamos?
Por el estrés y la sobrecarga sensorial: un aspecto del deseo está relacionado con la cantidad de sensaciones que podemos sentir en nuestro cuerpo. Cuando nuestra percepción está adormecida por el estrés, la sobrecarga sensorial y las exigencias de una vida ajetreada, no podemos sentir mucho de lo que el cuerpo indica, incluido el deseo.
Por la desconexión con la parte inferior de nuestro cuerpo: como mujeres, estamos conectadas de una forma muy particular con la parte inferior de nuestro cuerpo. El poder de crear, nuestro instinto y nuestra capacidad de sentir placer, así como de procrear, se encuentran allí. Con el estrés y el agobio puede venir no solo el entumecimiento de esa zona (vos podés sentirlo cuando decís "estoy dura"), sino también ciertos mecanismos, que pueden tomar la forma de comer en exceso, adicciones o la sensación de desconexión.
Por la pérdida del ritmo propio: una de las cosas que más nos desconectan de nuestra energía sexual es haber perdido el propio ritmo. Nos subimos a las exigencias de un sistema que no se rige por tiempos naturales, nos desconectamos de nuestras raíces, de la propia esencia. Saber dónde se atasca la energía o ser capaz de detectar áreas de tensión es el primer paso para distribuir la energía de manera diferente. El simple movimiento de las caderas, los muslos y la parte inferior del cuerpo puede contrarrestar los efectos de la tensión de la parte superior del cuerpo y el pensamiento excesivo. Incluso algo tan sencillo y simple como bailar puede ser un buen entrenamiento para reconectarte con tu propia música.
Por obstáculos mentales: son los miedos, represiones, mandatos, modelos disfuncionales, mitos, creencias falsas o conflictos emocionales sin resolver, que pueden ser molestos y causar bloqueos a la hora de subir la energía. El tantra propone liberarnos de ese condicionamiento que nos impide tener una relación abierta y relajada con la sexualidad. Por eso el "sanar" o el "desbloquear" implica el trabajo de buscar nuestra verdadera identidad sexual, nuestra esencia. Hablamos de "sanación" cuando logramos hacer conscientes estos mensajes recibidos (¿qué ideas sobre el sexo cultivaste a partir de tus padres, tus parejas anteriores, tus amigas, o la sociedad?). Es profundizar y cuestionar los mandatos (¿tenés todavía ideas acerca de cómo "debería" ser una mujer sexual y deseante?) y librarnos de aquellos que nos controlan y afectan nuestra genuina identidad sexual.
PARA HACER SOLA
Meditación para reconectarte con tu erotismo. Empezá por dejar que venga a tu mente el recuerdo de una ocasión en la que te sentiste apasionada y sexualmente viva. Repasá tu historia hasta encontrar un recuerdo con el que puedas conectarte y que puedas visualizar claramente. Si te cuesta recordar una ocasión en la que sentiste pasión, también vale imaginar cuál sería tu fantasía sexual ideal hoy. Ahora sintonizá ese recuerdo o fantasía. ¿Estás con una pareja o sola? Si estás con alguien, ¿quién es? ¿Cómo es tu entorno? Describilo con tanto detalle como puedas. ¿Estás dentro de casa o al aire libre? ¿Qué aspecto tiene el lugar? ¿Qué colores ves? ¿El lugar es fresco o cálido? ¿Es tranquilo o hay sonidos? ¿Qué está pasando? ¿Cómo son los contactos? ¿Qué está pasando en la sensualidad de tu escena? Ahora percibí cómo te sentís dentro de tu cuerpo. Notá las sensaciones en tu piel, tus labios, tus genitales. Permitite sentir tu deseo. ¿Sentiste calidez, cosquilleo, vibración...? ¿En qué parte de tu cuerpo sentís la pasión? Aferrate a la energía de tu deseo. Y, recordando todos los detalles de esta experiencia, volvé lentamente al presente. Mapa de tu energía. La percepción interna de bienestar general es clave para mantener activa tu faceta erótica. No siempre nos damos cuenta fácilmente de si la vida que estamos llevando nos proporciona el tipo de bienestar personal que precisamos para alimentar nuestra motivación sexual. ¿Cómo descubrirlo?
PARA HACER DE A DOS
Sanación de los chakras. Los chakras contienen información y algunas experiencias se graban en la psiquis de tal forma que pueden generar bloqueos y estancamiento emocional. Ejercicio. Con las manos cubiertas con aceite de masaje, pedile a tu pareja que haga círculos en tu espalda en sentido horario para estimular los chakras y en sentido antihorario para sedarlos. Hay que comenzar por el primer chakra, en la zona sacra, hasta llegar a la cabeza. Luego, repetir la secuencia boca arriba. Culminar recostados para relajar.
Meditación del abrazo. Resulta muy recomendable, antes o después de tener relaciones sexuales, tener conversaciones profundas, practicar ejercicios de meditación o cualquier interacción que requiera entrega. Ejercicio. Acérquense lentamente y abrácense. Sientan cada parte del cuerpo de su pareja: el calor de su piel, el tacto de sus extremidades, el movimiento de la respiración de su pecho. Ábranse a lo que el cuerpo de su compañero/a pueda comunicarles sobre sus emociones. ¿Está relajado o hay tensión? ¿Hay alguna parte de su cuerpo que se retraiga o, por el contrario, siente deseos de mayor acercamiento? Cuando hayan terminado, respiren profundamente, sepárense y sonríanse.
Conexión entre corazones. Este ejercicio es para aquietar la mente y sintonizarse el uno con el otro. Ejercicio. Siéntense frente a frente. La mejor posición es la postura del diamante (sentados sobre los talones con las piernas flexionadas). Apoyen la mano derecha en el centro del pecho de la pareja y tómense la mano izquierda por debajo. Inhalen profunda y lentamente por la nariz y exhalen por la boca. Sostengan la experiencia unos minutos para dar tiempo a que lleguen la calma y la conexión. Recordá siempre que no tenemos que convertirnos en alguien más para ser amadas, no necesitamos alterar quienes somos.
EL ÉXTASIS DE LO SIMPLE
Saber disfrutar del sexo requiere, en primer lugar, saber disfrutar en general de experiencias mucho más simples de la vida. La tarea de cada una, entonces, será encontrar por dónde va su espacio de conexión más profunda... ¿Qué recursos o vivencias son eficaces para relajarte y dejarte ir? ¿Qué te emociona tanto que te sirve para entrenar la capacidad de soltar el control y sentir, solo sentir? ¿La música? ¿El baile? ¿La naturaleza? ¿El arte? ¿La meditación? ¿Dónde encontrás tu éxtasis? ¿Qué te provoca eso? Porque esa conmoción probablemente comience a sacudir tu energía sexual. ¿Ya identificaste esas experiencias en tu vida? Son esos momentos que nos dejan en una especie de trance, esos que nos sacan unos instantes del mundo cotidiano de la racionalidad y, a cambio, nos invade la emoción y no estamos hablando todavía de sexo... De ahí en más, todo será más fácil en el camino hacia el deseo y la excitación sexual.
Expertas consultadas: Patricia Safadi. Psicóloga, sexóloga. @licpatriciasafadi. Juliana Dalzotto. Terapeuta integral de la salud cíclica y sexual. @loba_somos.
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