Ositos de goma: ¿es peligroso sumarlos a nuestros juegos sexuales?
La comida puede formar parte de los juegos eróticos, pero con cierta prudencia. Te acercamos recomendaciones de una médica tocoginecóloga.
25 de octubre de 2022
Gomitas dulces: no se recomiendan para incorporar en una práctica sexual. - Créditos: Getty
Las redes sociales tienen enorme potencial para influir de forma positiva en la vida de miles de personas, pero muchas veces promueven conductas de riesgo o contenido peligroso. Una práctica que se viralizó y está teniendo cada vez mayor difusión es el uso de gomitas dulces vinculadas a la práctica sexual.
El "juego" consiste en introducir estas gomitas en la vagina y que tu pareja intente sacarlas con la lengua; o bien, colocar varias gomitas rodeando el pene, luego el preservativo, y esperar a que las mismas se derritan durante la penetración.
Cada persona vive su sexualidad de forma distinta y no hay un ideal de cómo disfrutarla, pero esta nueva moda está desaconsejada.
Gomitas dulces: por qué no hay que usarlas en el sexo
Camila Enei, médica detrás de la cuenta de Instagram (@ginecotip), recomienda que si se utiliza comida durante la práctica sexual no sea introduciéndola en vagina o el ano. Debe ser de manera externa evitando su contacto con la mucosa ya sea vaginal, anal o urinaria.
"El introducir alimentos, sea cuales sean, a nivel genital, urinario o anal se puede favorecer la aparición de infecciones o irritación de estas zonas y, en algunos casos, diseminación sistémica de las mismas", explica. Esto se debe a que pueden alterar el delicado equilibrio del pH en la vagina, agrega la médica en diálogo con OHLALÁ!
Y profundizó: "El pH de la vagina sana se sitúa normalmente entre 3,8 y 4,5, y el del recto en torno a 7. Un pH vaginal alto puede conducir, por ejemplo, aumento de riesgo de vaginosis bacteriana. En el caso del sistema urinario o rectal puede generar uretritis o proctitis".
La médica especialista en Tocoginecología también resaltó que "ciertos alimentos con alto contenido graso o lubricantes de base oleosa dañan los preservativos, lo que favorece que se rompan”. Así, la utilización de alimentos durante algunos juegos sexuales puede incrementar la exposición a infecciones de transmisión sexual como HIV, sífilis, gonorrea, HPV, clamidia o linfogranuloma venéreo.
En esta misma línea la médica Enei subrayó que muchas personas también optan por usar alimentos como lubricantes durante la penetración ya sea anal o vaginal con el fin de conseguir un encuentro sexual más placentero. Ante estos casos, ella aclaró: “Es necesario saber que no está recomendado el uso de elementos caseros como aceite de cocina, coco, manteca o cremas corporales durante esta práctica". También sugirió evitar alimentos irritantes o picantes que puedan dañar la piel.
¿Entonces, qué? Según la especialista consultada una opción válida para reemplazar los alimentos es utilizar lubricantes untables de diferentes sabores y esparcirlos en el cuerpo para luego lamerlos. O, simplemente, agudizar los sentidos colocando un hielo frío en la boca y de esta manera jugar con la variación de la temperatura y las diferentes sensaciones que esto genera.
Splosh, un fetiche sexual
A esta práctica fetichista que consiste en esparcir alimentos, bebidas o cualquier sustancia líquida (puede ser no comestible) sobre el cuerpo de la pareja con el fin de elevar la excitación sexual se la conoce como "Splosh".
Los alimentos que se eligen dependen del gusto de cada uno: helado, cremas, salsas, jugo de tomate, dulces de leche, almíbar o tierra. Es una práctica milenaria, dado que ya la hacían los griegos y los romanos en su época. Las texturas, los olores, el sudor, la lubricación, la saliva, el gusto incentivan el goce.
Ahora ya sabés: la comida puede formar parte de los juegos eróticos, pero con cierta prudencia, dado que puede implicar riesgos. Cualquiera sea la práctica elegida, debe ser algo consensuado y comunicado, de absoluto placer, sin vulnerar derechos.
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