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Sexo nocturno: ¿cuáles son las ventajas de tener relaciones de noche?

Hablamos en una nota anterior de lo que le pasa al cuerpo cuando tenemos sexo de día. ¿Y de noche? Te contamos en detalle lo que se activa.


Sexo nocturno: ¿qué le pasa a nuestro cuerpo cuando tenemos relaciones de noche?

Sexo nocturno: ¿qué le pasa a nuestro cuerpo cuando tenemos relaciones de noche? - Créditos: Ilustración de Flori Rodri.



En una nota anterior hablábamos de lo que le pasa al cuerpo cuando tenemos sexo de día. ¿Y de noche? Te contamos lo que se activa a nivel físico y emocional.

  • Crea una dimensión paralela

    Y en esta dimensión nada es más importante, nada compite, porque a esa hora simplemente no hay más que hacer. Tu tiempo es tuyo. Sos ama, señora y reina y lo dedicás a tu goce, al placer y a la conexión. Esta sensación de flotar en un sueño mientras el mundo se detiene hace que la palabra “noche” sea sinónimo de “sexo” de manera universal.

  • La oscuridad desinhibe

    La luz exhibe, nos expone. La oscuridad, sin embargo, es amiga de la libertad. Sí, es más fácil desatarse cuando tus gestos no son tan evidentes, cuando tu cuerpo está un poco oculto y cuando, más que ver, hay que sentir. Las penumbras son buenas guías a la hora de ceder el control, a la hora de entregarse, y ese es el único requisito que exigen los buenos encuentros.

  • Es tierra de nadie

    Que no te interrumpan, que no te llamen, que no te busquen, que no te agenden obligaciones: la noche es ese lugar en el que te vas a encontrar sola. Es ese espacio que, aun cuando no sea por elección, se va a encontrar siempre totalmente liberado. No importa cuánto ames dormir, las mejores cosas en este mundo muchas veces pasan cuando decidís no pegar un ojo.

  • Propicia intimidad

    Está claro que, aunque tener sexo es algo muy personal, lo realmente íntimo es dormir con alguien. Es mucho más probable que eso pase cuando se comparte una noche que cuando se comparte un día. También es más probable que pueda extenderse hacia más horas de las que te hubieras imaginado. Eso es lo que pasa con la noche en general: nunca se sabe qué esperar de ella.

  • No tiene límites

    Si estás dispuesta a pagar el precio de no dormir, simplemente no hay límites tan claros de cuánto puede prolongarse una noche. A veces sigue incluso cuando ya salió el sol. El mundo exterior puede volver y vos, seguir en tu noche. ¡Algunas nunca terminan! Sabemos que hay noches que, aunque duren pocas horas, resultan eternas.

  • Te resetea

    Hay cansancios que no se superan durmiendo. El hastío, la tensión, el desencanto, la irritación, a veces necesitan algo más fuerte. Algo como abrazos, ruidos obscenos, otro tipo de descarga. Si para vos descansar también es libertad, disfrutar y dejar ir, es probable que entiendas perfectamente por qué el sexo y la noche se llevan tan bien. 

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