
Cuál es la única playa de Argentina donde hay amaneceres y atardeceres sobre el mar
En el sur de la Costa Atlántica bonaerense existe un lugar que sorprende con un fenómeno único: amaneceres y atardeceres sobre el mar, aguas más cálidas que el resto de la región y 32 kilómetros de arena suave para disfrutar del verano en un destino distinto.
30 de diciembre de 2025 • 10:39

Visitar Monte Hermoso es regalarse la posibilidad de ver dos veces al día cómo el sol acaricia el mar. - Créditos: Getty images
En la inmensidad de la Costa Atlántica argentina existe un rincón que parece desafiar las reglas de la geografía y la rutina del mar. Monte Hermoso, en el sur de la provincia de Buenos Aires, es la única playa del país donde el sol se anima a salir y a despedirse sobre el mismo horizonte acuático. Su orientación de este a oeste convierte cada amanecer y cada atardecer en un ritual que enamora: el cielo se tiñe de tonos rosados y dorados, y el mar se convierte en espejo perfecto de esa paleta cambiante. No hace falta filtro ni edición: las postales se imprimen solas en la memoria.
Un mar más amable
Otro detalle que distingue a Monte Hermoso es la temperatura de sus aguas. Son hasta 5 °C más cálidas que las de otros balnearios de la costa atlántica, lo que convierte cada chapuzón en un placer prolongado y hace que la temporada de playa se extienda con comodidad. La playa se despliega en 32 kilómetros de arenas finas y suaves declives, ideales para caminar descalza, jugar con los chicos o simplemente dejarse abrazar por la brisa marina. Aquí no hay sombras que interrumpan la experiencia: la orientación del balneario permite disfrutar del sol durante más horas que en cualquier otro punto de la costa.

Si buscás un destino distinto, con aguas cálidas, playas infinitas y un espectáculo solar único, Monte Hermoso te espera. - Créditos: Getty images
Más allá del mar
Monte Hermoso no es solo playa. Es también pesca deportiva, caminatas por la naturaleza y un pueblo que late con identidad costera. Corvinas, pejerreyes y lenguados esperan a los aficionados a la caña, mientras que los amantes de la fotografía encuentran en cada rincón un motivo para disparar la cámara. El ambiente es relajado, familiar y auténtico. No se trata de un destino masivo como Mar del Plata o Pinamar, sino de un refugio que combina descanso y aventura con un encanto natural difícil de igualar.
Visitar Monte Hermoso es regalarse la posibilidad de ver dos veces al día cómo el sol acaricia el mar. Es sentir que la naturaleza se pone de acuerdo para sorprendernos y recordarnos que todavía existen lugares mágicos, donde el tiempo parece detenerse y la vida se disfruta sin apuro. Si buscás un destino distinto, con aguas cálidas, playas infinitas y un espectáculo solar único, Monte Hermoso te espera.
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