
Vivimos más y cada disminuye la natalidad: ¿se viene un planeta envejecido?
El mundo se reconfigura a la par de los cambios socioculturales de las grandes poblaciones. Y en ese barajar y dar de nuevo, ahora vivimos más y nacen cada vez menos niños. ¿Se viene un planeta envejecido?
9 de junio de 2025

Baja la natalidad y aumenta la longevidad: ¿se viene una revolución demográfica? - Créditos: Getty
Te enteraste que cerró otro jardín de infantes, tu mamá te contó del nuevo edificio con amenities que están haciendo pensado para los +60 y cuando saliste a correr te cruzaste con un “cumpleañito perruno”. Todas esas cosas pasaron el mismo día y a la noche, cuando apoyaste la cabeza en la almohada se te vino un pensamiento fugaz pero indeclinable: ¿el mundo se está volviendo viejo?
Dadas las nuevas oportunidades para las mujeres, la crisis económica (y ecológica), la mayor libertad y el no cargar con tantos mandatos, hoy la maternidad se posterga, se reduce a pocos hijos o simplemente se descarta. La decisión a veces es en soledad y a veces es un proyecto de pareja. Al mismo tiempo, en los últimos años se ha evidenciado un aumento de la población +60. ¿Vamos hacia un mundo con menos gente? ¿Nos preparamos para una población más envejecida? ¿Están cambiando los segmentos? ¿Qué les ofrecemos a los nuevos adultos, que están ganando terreno en el mercado?
El sube y baja poblacional

Baja la natalidad y aumenta la longevidad: ¿se viene una revolución demográfica? - Créditos: Getty
Cada vez nacen menos bebés y un estudio del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington estimó que la población mundial comenzará a disminuir alrededor del año 2064. Si bien en la actualidad las cifras arronjan que la población seguirá creciendo debido al número medio de hijos por mujer, lo cierto es que estos números vienen en caída libre (y así seguirán). Pero tranquilas, que en el día a día, esto no representa nada alarmante para nosotras.
En este sube y baja poblacional, la realidad nos muestra que la esperanza de vida se extendió y los nacimientos bajaron, lo que genera que la edad promedio de la población sea más alta. En la actualidad, la gente tiene hijos comparativamente menos que en otra época y es importante remarcar que este fenómeno es exclusivo de clases medias y medias-altas. En líneas generales, la gente sigue teniendo hijos y muchos, más de los que el planeta aguanta, incluso. Así que, en un punto, hasta parecía una buena noticia que haya menos habitantes.
Esta revolución demográfica se ve en toda América Latina y así lo muestran los indicadores: las familias tipo, hoy, representan solo el 37% de la población a nivel regional (tiempo atrás llegaron a estar cerca del 70% o 60%). Es decir, menos del 40% son una pareja con dos hijos, todos los demás tienen otra configuración en el hogar.
La maternidad es una decisión
La baja en la tasa de la natalidad a nivel mundial está relacionada con varios temas. Lo primero que se ve, a grandes rasgos, es que las mujeres (o al menos ciertos sectores o perfiles de mujeres), entienden que la maternidad no es un destino, sino una decisión. Entonces o lo postergan o directamente no lo ponen como un norte. Muchas veces la retrasan porque necesitan tener un nivel educativo alto para ser más competitivas en el mercado laboral. Y la verdad es que tener hijos afecta, incluso está comprobado que el segundo hijo afecta más que el primero, porque es el que saca a muchas mujeres del mundo laboral, ya que entran en un trade off económico entre tener que contratar a alguien para que lo cuide y salir a trabajar.
¿Qué nos hizo cambiar el chip? Tiempo atrás parecía que la felicidad era crecer, casarse y tener hijos; hoy al propósito personal lo pensamos en pos de la felicidad interior, sin tanta presión cultural. Asimismo, planificamos más y somos conscientes de la gran responsabilidad que implica tener un hijo. Idealmente, primero intentamos organizar un poco nuestras vidas y tener un propósito definido, para que maternar sea una decisión alineada a ese propósito y poder brindar una crianza responsable en todo sentido.
Y actualmente tampoco el horizonte es tener un montón de hijos. La gente ya no tiene tres como mínimo y, en parte, esto se debe a que hay acceso a los anticonceptivos. Como apareció la tecnología para controlar la cantidad de hijos que quieras tener, empezó a estar legitimado el hecho de que no es obligatorio tenerlos o que no deberías tener tantos. En realidad, en la mayoría de los casos, quienes tenían muchos era porque no lo podían evitar, no porque así lo quisieran.
Otro de los casos que se evidencia es el de aquellas personas que quieren tener hijos, pero no lo hacen por los costos que implica. Los millennials, por ejemplo, son mucho más tradicionales de lo que se cree, sobre todo en nuestro país, y las sucesivas crisis económicas y la inestabilidad actual hacen que no puedan abrir muchas puertas. Por supuesto que habrá quien dice “no quiero porque quiero viajar y tener libertad”, pero también está el que dice “quiero tener hijos, pero no los voy a poder mantener”. Las variables son muchas, pero el resultado, generalmente, es el mismo: cada vez hay menos niños.
Redefinición de la juventud
Por otro lado, el promedio de vida se extiende gracias al acceso a la salud pública, los avances de la medicina, las vacunas y la tecnología. Hace 100 años la gente se moría a los 42, y hoy en día, como vivimos más, las etapas van cambiando: sos realmente muy joven hasta los 40 y pico de años y adulto desde los 45 en adelante. Sin embargo, todavía hay mucho cliché sobre lo que pasa entre los 45 y los 65 años, y de 65 en adelante también. Lo que llamamos “la tercera edad” es distinta a lo que históricamente asociamos. ¿Cuánta gente podemos conocer que se separa a los 70 años, cambian de trabajo o se van a vivir a otro lugar? El dinamismo es muy distinto a otras épocas; todos los ciclos de vida, en general, están mucho más sueltos y autodefinidos.
En Argentina, la gente se considera joven a sí misma hasta los 45 años y en el resto de la región hasta los 40. Y algunas investigaciones demuestran que el 37% de las personas se autoclasifica como adolescente hasta 35 años.
DINKS : ¿Quiénes son?
DINK es un acrónimo del término Double Income No Kids y se refiere a aquellas parejas que poseen doble ingreso y no tienen hijos. Este concepto se originó en Estados Unidos y tiene, fácil, 15 o 20 años, pero hoy lo escuchamos con más frecuencia.
El segmento de doble ingreso sin hijos existe porque para las mujeres ya no es obligatorio ser madres y, frente a la posibilidad de elección, quienes eligen no serlo pueden tener más carrera educativa, mejor posición en el mercado laboral y, por lo tanto, mejor ingreso. En una pareja donde las dos personas ganan buenos salarios y no tienen la responsabilidad de gastarlo en alguien más, lo más habitual es que lo gasten en ellos mismos. Invierten en su propio cuidado personal, alimento, salidas, ocio, viajes y consumos culturales: el mercado de las experiencias.
Perrihijos : ¿en qué consiste este fenómeno con nuestras mascotas?

Perrihijos : ¿en qué consiste este fenómeno con nuestras mascotas? - Créditos: Getty
Les festejamos el cumpleaños, les armamos cuentas en las redes sociales, subimos fotos, les hablamos, los metemos en nuestra cama y les compramos ropa y muebles especiales. ¿Los perros y gatos son los nuevos hijos? En algún punto se podría decir que sí. El rol que están ocupando los perrihijos es muy trascendental para sus humanos y muchas parejas jóvenes adoptan a una mascota como primer paso de responsabilidad compartida.
Somos seres sociales y tenemos un impulso de cuidar a otro ser vivo. Buscamos interactuar de alguna manera y hacerlo desde el amor es de lo más primitivo que existe, entonces genera mucho bienestar cuidar a una mascota. Porque, además, nos ofrecen un amor incondicional sin tener que “poner el cuerpo”. En la balanza casi todo da positivo: acompaña, está a tu lado, te obliga a tener una responsabilidad, pero no conlleva la presión de una crianza. En términos de salud mental y bienestar, son considerados hijos y parte de la familia.
PosCua : ¿por qué enfocarse en los +40?
Andy Clar y Beta Suárez son comunicadoras, emprendedoras, madres y líderes del proyecto PosCua, un programa que se centra en abordar temas relacionados con la vida después de los 40 años.
“Empezamos a advertir que había todo un espectro que no estaba mencionado. Pasaban de venderte cremas anti age a pañales para adultos sin nada en el medio. Tampoco había una heroína en una telenovela que tuviera una historia de amor con más de 40 años... viendo esto es que empezó a nacer el concepto”, dice Beta.
PosCua es una plataforma de contenido para personas post 40, en la que se habla de todo lo que nos pasa. No tiene que ver solo con la salud ni es un contenido que no pueda ver gente más joven, ¡al contrario! Abordan distintos temas, con profesionales y expertos como invitados, para que aprendas sobre este universo e incorpores nuevas herramientas.
Encontralas en @somos_poscua.
¿Qué hacen las marcas?
Los dinks son uno de los segmentos más codiciados. Por lo general, las marcas que intentan venderles productos o experiencias son de lujo, porque se estima que estas personas consumen mucho y tienen gustos caros, ya que cuentan con el 100% de sus ingresos para satisfacerse a ellos mismos.
Air bnb, en su campaña “Gat an Air bnb”, le habla entre otros segmentos a quienes quieren viajar sin hijos: “Si te vas de vacaciones sin hijos, ¿por qué irías a un hotel lleno de niños? Buscate un Air bnb”. Club Med directamente promociona “Escapadas para DINKs” a sus all inclusive solo para adultos mientras Avios, el club de millas de British Airways lanzó el corto Everyday directamente orientado a este segmento.
Muchas marcas ya les hablan a parejas “padres” de perros o gatos. Por ejemplo, Tinder, dentro de su campaña Todo empieza con un match, diseñó una gráfica que mostraba a una pareja paseando a un perro en un cochecito y se titulaba “Formar una familia”. ¿Qué demuestra esto? Que lo que en otra época hubiera sido el final feliz de “se casaron y tuvieron hijos” ahora es “se juntaron y tuvieron una mascota”.
Incluso, muchas marcas reconocidas tienen colecciones pensadas para estos hijos de cuatro patas. Pocos meses atrás, Louis Vuitton lanzó el Kennel Trunk, un transportador para perros que cuesta 50 mil dólares. Su diseño imita a una casa, ya que tiene ventanas, techo y una puerta. Pero más allá de este lanzamiento, la marca francesa tiene una pet collection que incluye correas, collares, recipientes para comidas, gorros y hasta un bolso para transportar las cosas de tu mascota.
Gucci, por su lado, no se queda atrás: ofrece accesorios, bolsos y hasta indumentaria. Y si lo que buscamos son muebles, IKEA es el que mejores propuestas tiene. La línea de productos para mascotas presenta accesorios para comer, dormir o jugar que se adaptan a la perfección a los muebles de cualquier casa.
Metiéndonos en el terreno local, hay varias investigaciones que demuestran que Argentina es uno de los países más mascoteros del mundo. Y, por supuesto, hay todo un mercado enorme detrás, desde seguros para mascotas por costos veterinarios hasta casas de adornos, correas y comida.
En cifras:
- 1,09 hijos por mujer es la tasa de fecundidad en la Ciudad de Buenos Aires, el nivel más bajo registrado en la historia.
- 32,4 años es la edad promedio de las madres al tener un hijo/a.
- Solo el 37% de la población a nivel regional son familias tipo.
- 37% de la gente en toda la región se autoclasifica como adolescente hasta los 35 años.
Expertas consultadas:
Ximena Díaz Alarcón, cofundadora y CEO de Youniversal, consultora de investigación y tendencias. @ximena_diaz_alarcon.
Lic. Valeria Francia, psicóloga Clínica TCC. Especialista en Neurociencia y Mindfulness. @psicologiayvos.
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