Adiós al clóset saturado: cómo preparar tu guardarropa para el verano

Preparar el guardarropa para el verano no es solo guardar los abrigos y sacar la ropa liviana. Es una buena oportunidad para reconectar con tu estilo, mirar qué te representa hoy y qué ya no te identifica tanto. Cada cambio de estación trae un pequeño giro en la forma en que queremos vestirnos y sentirnos, y eso también se nota frente al espejo.

Con el tiempo, todos acumulamos prendas que ya no usamos, cosas que perdieron forma o que simplemente dejaron de hacernos sentir bien. Ordenar tu clóset antes del verano es una forma de empezar de nuevo, liberar espacio y dejar que las prendas frescas y cómodas se queden. Más que una tarea, puede ser un pequeño gesto de renovación personal.

El verano se acerca y tu guardarropa merece estar listo para acompañarte sin complicaciones. Más que sacar los abrigos y poner la ropa liviana a la vista, se trata de mirar qué usás, qué te hace sentir bien y qué espacio podés liberar. Acá van cinco claves para que tu clóset quede listo para la temporada sin estrés ni vueltas.

1. Hacé un inventario

Mirar toda tu ropa con ojos nuevos ayuda a saber qué usás y qué no. No guardes todo “por si acaso”: quedate con lo que realmente te gusta y te hace sentir cómoda. Así vas a tener claro qué vale la pena mantener y qué podés dejar ir.

2. Clasificá por frecuencia y versatilidad

Separá la ropa según cuánto la usás. Tené a mano las prendas que realmente usás y dejá en segundo plano las que casi nunca entran en tus outfits. Esto hace que elegir qué ponerte sea mucho más rápido y fácil.

3. Destiná un lugar estratégico para lo nuevo

Cuando incorporás ropa nueva, reservale un espacio especial en el clóset. Así no se mezcla con todo y podés combinarla sin complicaciones. Mantener un lugar fijo para lo reciente ayuda a que tu clóset siga ordenado.

4. Dale aire a tus accesorios

Sombreros, cinturones, carteras y bufandas pueden transformar cualquier look, pero si están amontonados se pierden. Ordenalos a la vista o en contenedores simples; así podés encontrar rápido lo que necesitás y tu clóset respira mejor.

5. Creá mini-rituales de revisión

No hace falta hacer limpieza profunda todo el tiempo. Con solo unos minutos a la semana para revisar y reorganizar lo usado, mantenés el clóset funcional y fresco. Son pequeños hábitos que hacen que tu ropa siempre tenga su lugar.