Amigas y socias. Se conocieron en la universidad y armaron su propia fábrica de estampas

Gracias a esos encuentros de los lunes, se dieron cuenta de que ese espacio les permitía generar originales múltiples y que así la obra fuera más accesible, porque se pueden hacer muchas copias de una y venderlas más baratas. En ese momento decidieron empezar a ilustrar libros, editar ediciones, editar estampas … "Hace tanto que trabajamos juntas que nos sabemos equilibrar. Dibujamos juntas, una hace una forma, la otra la llena de texturas y la deforma, hasta llegar a una imagen conjunta", dicen. En Fábrica de Estampas todo lo hacen ellas. Dictan talleres en su espacio, en museos, en centros barriales y en escuelas. Además participan de ferias locales e internacionales de arte impreso y gestionan las propias. "Todo lo que ganamos lo usamos para gastos fijos de alquiler, materiales y pasajes; y el resto lo dividimos entre nosotras. Una parte también es para poder trabajar con distintas comunidades y organizaciones. Así, usamos el grabado como herramienta para visibilizar sus saberes y las problemáticas que atraviesan."

Alquilaron su primer taller en Saavedra. Era una ex mercería, con unos muebles increíbles que decidieron comprar. En 2017 se mudaron al espacio donde están actualmente, en una esquina con mucha historia en Coghlan, donde se respira arte. Por supuesto, llevaron con ellas los muebles de la mercería. La esquina de Coghlan tiene dos mesas largas, una biblioteca antigua y estanterías que se confunden con el mobiliario de las viejas imprentas. Sus estampas adornan el local y la prensa se impone, reluciente, en el taller.

"Lo que más disfrutamos es poder haber logrado autonomía haciendo lo que nos gusta todos los días en nuestro taller. Y generar proyectos de cruce con el grabado y con otras disciplinas. Eso nos permite armar redes de afecto y trabajo" cuenta Victoria.

- Sus estampas cuestan desde $100 hasta $5000. Buscan de esa forma fomentar el coleccionismo accesible.

- $20.000 tienen de gastos fijos.

- Hace 8 años arrancaron con $8000 de capital inicial. Como el local antes era una mercería, usaron los muebles que habían para trabajar.

- Hacen series de 100 estampas, numeradas por cada taco de xilografía.