Calidad de vida: ¿cómo supero mi angustia?

Cuando aparece ese vacío, esa incomodidad e incertidumbre sabemos que se trata de angustia. Es totalmente normal pero, a veces, duele mucho y no sabemos qué hacer. Conversamos con el psicólogo y escritor Daniel Fernández y nos dio algunas pautas para entender este sentimiento que todas transitamos en algún momento.

Es una señal de alarma que nos avisa que perdimos alguna cosa o vínculo valioso, que una realidad nos invadió dolorosamente. Muchas veces podemos convivir con ella hasta que ceda. Pero otras veces es excesiva y nos desborda, y es en ese punto cuando se torna patológica y tenemos que hacer algo al respecto.

A diferencia de la tristeza, la angustia tiene un componente somático. Esto significa que se manifiesta en el cuerpo. El síntoma más común es el malestar en el pecho. No obstante, en su punto máximo, la angustia puede manifestarse como una crisis y dar lugar al conocido ataque de pánico. En estos casos las manifestaciones van desde sudoración, palpitaciones, temblor, ahogo, nauseas, mareos, hasta la sensación de estar enloqueciendo o de estar a punto de morir.

-Conectate con los propios deseos, con actividades que te motiven a avanzar y a salir de la parálisis emocional.

-Tené presente que a veces es necesario angustiarse más para luego estar mejor: muchas personas quedan presas de una angustia perpetua, porque están involucradas en una relación emocional nociva. Y por no enfrentar la enorme angustia de poner un corte, permanecen en una angustia menor pero constante.

-Tomá estas situaciones como oportunidades para replantearte cómo querés seguir viviendo de ahora en más.

-No te olvides que somos seres sociales, que necesitamos de los otros. Pedir ayuda profesional es siempre el mejor paso hacia la salud.

* Daniel Fernández es licenciado en Psicología y psicoanalista. Acaba de lanzar el libro El origen de tu angustia: cómo superar las fronteras del dolor.