CHILECITO, La Rioja.- Escondida entre los macizos de Famatina y de Velasco, el nombre que figura en su partida de nacimiento no coincide con su denominación actual. Bautizada como Villa Santa Rita por Domingo de Castro y Bazán en 1715, la ciudad pasó a llamarse Chilecito por la gran cantidad de mineros chilenos llegados para trabajar en la extracción de metales, a fines del siglo XIX.
No obstante, las montañas de Famatina, ricas en oro, plata y cobre, despertaron la atención no sólo de los chilenos, sino también de ingleses, alemanes y norteamericanos.
El cablecarril
A pocas cuadras del centro, al cruzar el camino que va a Nonogasta y Villa Unión, está la primera estación del cablecarril a La Mexicana, una de las más valiosas minas de la región que tuvo el honor de tener la obra de ingeniería más importante de principios de siglo.
Construido para bajar el mineral que se extraía en el lugar, el cablecarril tiene 9 estaciones y un recorrido de 34 kilómetros. La obra, de dirección alemana, tardó sólo 18 meses y costó un millón de pesos oro, una cifra inédita para la ingeniería de ese entonces.
Empezó a funcionar en 1905, pero estuvo en marcha sólo 21 años. La extracción del mineral era administrada por capitales ingleses, pero su construcción estuvo en manos de la alemana Bleichert, de Leipzig, y la fundición, que se realizaba en Santa Florentina (un pueblo a 7 kilómetros de Chilecito), era también británica.
Ingleses y alemanes perdieron interés en la explotación después de la guerra, y tanto las ruinas de la fundación como la primera estación del cablecarril y el pequeño y admirable museo improvisado al pie de la misma se han convertido en lugares de interés turístico.
Hasta 1974, personal del ferrocarril General Belgrano se ocupó de la manutención de la estructura haciendo un engrase periódico y controlando el estado de las estaciones.
Ingenieros expertos han viajado de Alemania para revisarlo y declararon que el estado del cable es perfecto. La calidad de la construcción es tan alta que, hasta el año último, la Municipalidad lo puso en marcha con fines turísticos, realizando viajes hasta Durazno, la primera estación.
El problema -además de la seguridad, ya que las 450 vagonetas están diseñadas para transportar minerales y no personas- es que el cable funciona a leña y son necesarias enormes cantidades de madera y más de 4 horas para que tome temperatura y empiece a funcionar.
Además, embalados e intactos quedaron los repuestos que la cabecera alemana de la empresa enviaba con frecuencia a la Argentina. La obra fue más significativa que una similar de sólo 6 estaciones, construida en Suiza, ya que ésta supera en 3 estaciones a la anterior, salva desniveles de 3325 metros, posee 262 torres, un túnel de 160 m entre las estaciones cuarta (Siete Cuestas) y quinta (Cueva de Romero) y un viaducto entre la séptima (Calderita Nueva) y la octava (Bayo).
Las vagonetas pesan 200 kg y pueden transportar 500 kilogramos cada una. Llegan a estar suspendidas a 450 metros del suelo y entre torres la mayor distancia es de 668 metros. Avanzaban 2,5 metros por segundo, o sea que demoraban unas 4 horas en completar el recorrido.
En las alturas
La empresa Bleichert ganó la licitación a la que se presentaron dos empresas norteamericanas, dos inglesas, una italiana y dos alemanas.Las instalaciones fueron traídas por mar hasta Buenos Aires y en ferrocarril hasta Chilecito. La base del cable se construyó, a propósito, al pie del tren, de forma tal que los minerales se volcaban apenas llegaban de la mina directamente en los vagones, para ser transportados a La Rioja u otras ciudades.
En el museo, además de fotos del bellísimo paisaje de altura en las estaciones del cablecarril, hay pertenencias de los mineros (desde las botas con suela de madera hasta botellas de aguardiente), teléfonos de magneto, los libros del personal, picos, palas y bateas.
Con autorización, pueden visitarse las instalaciones de la primera estación, a pocos metros del museo, desde donde se puede ver cómo el cable se aleja en dirección recta hacia las lejanas alturas.
Información
La Casa de la Provincia de La Rioja brinda información en el teléfono 813-3417, o en sus oficinas de Callao 755, Capital.
Soledad Gil