¿Cómo viven los hombres el embarazo?
23 de junio de 2017 • 00:20
Hace algunos meses les presenté a Mauricio Strugo, psicólogo terapeuta Gestalt y especialista en Parejas y Familias. En su momento estuvimos conversando sobre puerperio y depresión posparto masculina. Hoy lo invité para poder charlar sobre qué les pasa a los hombres durante el embarazo, qué sienten, cómo viven la sexualidad, qué les preocupa y cómo pueden sostener a la mujer. Les comparto la entrevista.
La comunicación con nuestra pareja es fundamental durante el embarazo
–¿Cómo viven los hombres el embarazo?
–La noticia de que vamos a ser padres nos va a impactar de diferente manera según en qué situación nos encuentre. No es lo mismo para una pareja que está unida que para una separada o si el embarazo fue planificado o no. Si la pareja está consolidadas y tiene buenos cimientos el panorama será mejor. ¿Que serían buenos cimientos? Si la pareja a lo largo de su historia aprendió a lidiar con crisis y madurar juntos. A los hombres nos siguen educando sugestionados a producir, a ser “machos”, regalándonos herramientas, autos, pelotas y camisetas, armas y superhéroes. Nadie nos enseña a lidiar con las emociones y mucho menos con lo que implica la llegada de un hijo. Muchas veces llegamos al último trimestre del embarazo con poca conexión con la panza.
–¿Cuáles son sus principales miedos y preocupaciones?
–El hombre en esta etapa piensa en cosas concretas: economía familiar, distancia con nuestra pareja, tiempos de familia versus tiempo de esparcimiento. Aquellos que están más conectados con el embarazo (algo que por suerte esta ocurriendo con más frecuencia) están preocupados por como serán ellos como padres, revisando cómo fueron criados y cómo quieren criar a su hijo. A eso se suma la preocupación por la salud emocional de su compañera.
Respecto a los miedos, tememos por nuestras parejas y por el parto; por no poder afrontar los gastos económicos que implicará que nuestra mujer se quede cuidando al bebé.
–¿Y con quién comparte los hombres estos miedos?
–En general, todo esto lo pensamos en silencio y casi no lo hablamos. Con los amigos es imposible, en barra suelen gastarnos ante un planteo emocionar o dar soluciones poco conectadas con lo que sentimos. Con la familia tampoco es fácil porque tenés que estar feliz para sostener a tu mujer para que el hijo nazca sano. Y con la pareja es ideal hablarlo pero hay que ver como está nuestra compañera con su embarazo, que se le dispara a ella con esta situación tan movilizante.
–¿Es cierto que no les cae la ficha hasta que no nace el bebé?
–Depende de cada caso y de cada hombre. Es verdad que los hombres necesitamos cosas concretas, seguridad ante el miedo que puede ser paralizante. Entonces, o queremos saber cómo va a ser todo o nos paralizamos y nos implicamos lo menos posible. Cuando nace nuestro hijo diría que el terreno, al menos al principio es concreto, ahí esta nuestro niño y hasta lo vemos parecido a nosotros. El vínculo se va desarrollando con el tiempo, a medida que el hombre siente que hay un registro de él como padre. Lo ideal es no enojarnos por el apego que tiene con la madre, ya que eso es lo saludable. El bebé necesita de la madre durante toda la extrogestación.
–¿Cómo debería sostener el hombre a la mujer durante el embarazo?
–Se que hay autores que hablan de esto y no lo comparto en absoluto, porque aunque pareciera que no nos pasa nada eso no quiere decir que la situación no sea movilizante también para nosotros. Por supuesto que la que está embarazada es nuestra mujer y tenemos que acompañarla lo mejor posible pero ¿Quién sostiene al hombre si su función es sostener a su compañera? En todo caso, la pareja tiene que ser un refugio para que los dos puedan hablar de lo que les pasa.
Los hombres atraviesan miedos y preocupaciones distintos a los de las mujeres
–¿Cómo vive el hombre la sexualidad durante el embarazo?
–En el primer trimestre de embarazo es tal el malestar que siente la mujer que su libido sexual tienda a disminuir. En el segundo trimestre las ganas suelen reaparecer, junto a la seguridad de que la gestación viene bien. Sin embargo, con la aparición de la “pancita” empiezan a sentir que no se gustan. En el tercer trimestre los dos están muchos más conectados con la llegada del bebé y con la alegría de ir preparando todo. Esto genera un terreno propicio para encontrarse sexualmente. Incluso, sobre el final, los obstetras, doulas y parteras recomiendan el sexo para generar hormonas necesarias para el parto.
El hombre oscila por diferentes etapas: al principio suele estar asustado y como su pareja se mete para adentro no insiste. Luego va con el argumento de la "necesidad sexual” como si necesitará una descarga “para no explotar”; y por momentos, sobre todo cuando la panza asoma tiene temor a lastimar a su hijo. Como siempre, lo mejor es blanquear lo que nos pasa y consultar a profesionales si tenemos dudas. Lo idea les que todo se haga desde un lugar placentero y no para cumplir.
–¿Qué sintomas experimenta un hombre con síndrome de couvade?
–“Couvere" en francés significa empollar, incubar o criar y está relacionado con el hombre y los síntomas que sufre durante el embarazo. Por lo general, aparece en un 10% de los hombres si su mujer atraviesa un embarazo normal y en un 25% de los hombres si es el embarazo es riesgoso. Se manifiesta como antojos, irritabilidad, calambres, nauseas, mareos, dolor abdominal o en las muelas e incluso aumento de peso, como una comprobación de que el embarazo es compartido. Incluso, está comprobado que durante la etapa de embarazo se pueden observar cambios hormonales en los hombres (aumento de estrógeno y prolactina y disminución de testoesterona.
–¿Existe la fantasía de dejar de ser amados o mirados por sus parejas?
–Claro que sí: así como la mujer tiene la fantasía de que su vida nunca será la misma y que no podrá ser otra cosa que madre, el futuro padre piensa que al tener un hijo su mujer no lo va a mirar más. A veces pasa: hay mujeres que a partir de tener un hijo sienten que se completan y que ya no necesitan a su pareja, ni siquiera como padre, entonces ese miedo/fantasía no es un delirio sino real. Lo más importante es hablar, y ser equipo cuando llegue el niño. Lo más sano es que al principio la madre mire más a ese hijo, que depende de ella para todo, pero si la pareja trabaja unida de a poco vuelve a mirarse.
–¿Se despierta un temor como jefe y proveedor de familia?
–Por supuesto. Así como socialmente la palabra “crianza” se asocia con la madre, y dado que ella está demasiado tomada por su hijo para preocuparse por los ingresos o egresos de la familia, el hombre suele sobrecargarse con todo el peso del sostén económico. Generalmente, no se cumple el plazo que se puso la pareja para que la mujer retome su actividad laboral. Esto se suele dar porque ambos no se sienten seguros, o a la mujer le parece muy pronto para dejar a su cría y conectarse con lo laboral. Por lo cual si antes había dos bocas de ingreso, ahora hay una y los gastos aumentan.
–¿Es importante que comparta algún espacio de charla o de abordaje corporal con la mujer?
–Todos los espacios que sirvan para conectarse entre ellos y ser conscientes del proceso de embarazo son más que recomendables. Me parece fundamental y necesario que estos espacios den la posibilidad de incluir al hombre y no partir de la base de que no quieren saber nada. Estar todos más conscientes de todo lo que va a suceder nos preparará mejor para lo hermoso y complicado de tener un hijo.
Aprovecho para recomendarles el libro “¿Parejas o Familias? Las crisis en las parejas al convertirse en padres”, el nuevo libro de Strugo que, sale en Julio y pinta muy bien. Para contactarlo a él lo pueden hacer a mauricio@mauriciostrugo.com.ar
¿Parejas o Familias? Las crisis en las parejas al convertirse en padres, el nuevo libro de Mauricio Strugo
¡Buen fin de semana!
Debbie
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