Consultorio de Crianza

A priori una mujer que amamanta puede consumir cualquier tipo de alimento. No existe tal cosa como leche con gas por comer coliflor o por tomar bebidas colas, por mencionar dos ejemplos que suelen ser motivo de frecuentes consultas. Pensemos sino como harían en aquellas culturas donde se consumen alimentos picantes y con muchos condimentos. Muchos profesionales sostienen que los cólicos son producto del sistema digestivo inmaduro y que remiten de manera espontánea alrededor de los tres meses. Contacto piel con piel, porteo, masajitos pueden ser de gran ayuda.

Sin embargo, si existen bebés que pueden presentar alergias e intolerancias a determinados alimentos que consume la madre, el más frecuente suele ser la proteína a la leche de vaca, variando en síntomas e intensidades según cada caso. En este punto son muchas las mujeres que refieren que al haber eliminado los lácteos de su dieta notaron una mejoría en cuanto a los episodios de cólicos de sus bebés. Otros alimentos potencialmente alérgenos son el gluten, huevo, pescado y soja.

CONTESTÓ: Valeria Fernández, puericultora y coordinadora de Oro Blanco Lactancia.

Hola! La alimentación en trozos, autorregulada o libre de papillas se conoce como Baby Led Weaning (BLW). Es un método que propone que el niño empiece a comer cuando se mantiene sentado (porque esto coincide con la madurez de su sistema digestivo), muestre interés en los alimentos y pueda agarrar la comida por sí mismo y llevársela a la boca. No es el adulto por intermedio de una cuchara el que va a decidir cuánto va a comer el bebé, sino que él sólo va a decidir qué y cuánto se lleva a la boca. La idea es no darle papillas, sino comida en trozos (las que te indique el doctor). Cuando más chico es el bebé más grande deben ser los pedazos para que los pueda agarrar con la mano.

El objetivo de introducir alimentos a los 6 meses no es alimenticio (ya que hasta el año, los bebés tienen cubiertos todos sus requerimientos nutricionales gracias a la teta o la leche modificada) sino didáctico: se busca que el bebé desarrolle su autonomía, aprenda a coordinar y a digerir, conozca texturas, sabores y sensaciones.

CONTESTÓ: Debbie Maniowicz.

Es mucho más normal de lo que pensamos que los niños toquen la teta de mamá, incluso si ya no son bebés. De hecho, nuestra cultura occidental no está acostumbrada a ver niños lactantes de más de dos años, cuando en otras sociedades es algo más común hasta los 4 o 5 años.

Desde el punto de vista del niño, su madre (su teta), es su hábitat, su guarida, su amparo, la confirmación de que todo está bien. Los dos comparten el mismo territorio emocional, por lo tanto, si mamá habilita este espacio, el niño estará nutrido emocionalmente y podrá desplegar su vitalidad, su empatía, su ser, podrá fusionar y confirmar que mamá sostiene, que el mundo gira en el sentido correcto.

Tal como describís, tu hija encuentra en este vínculo entre la teta y su manito, conexión, intimidad, sensibilidad, vulnerabilidad, permanencia. Es su gran refugio que la conecta con el cobijo que encontró durante su lactancia, que tan bien conoce, que aún necesita, percibiendo ahí un lazo seguro y conocido. Entonces, ¿Por qué no habilitarlo? Bienvenido el contacto, el desborde de amorosidad, la entrega absoluta, para criar hijos que echen raíces a través de nosotros, para que luego puedan desplegar su sí mismo.

CONTESTÓ: Iris Rubaja, asesora en crianza con formación en Biografía Humana (Laura Gutman).

¡Buen fin de semana!