En nuestro primer curso de verano presencial de OHLALÁ! Makers tuvimos como profesora a la diseñadora y especialista en Visual Thinking Ana Dorado, que nos enseñó a hacer un tablero de visión para proyectar lo que queremos para nuestro emprendimiento a corto o largo plazo. Por acá les dejamos sus indicaciones para llevarlo a cabo:
TABLERO DE VISIÓN
Podés hacerlo en una hoja, afiche, corcho o pizarra, que llenás de imágenes, post its, papeles, fotos, palabras sueltas, líneas, flechas y garabatos. No es necesario saber dibujar, ni es una obra de arte. Es un documento vivo, flexible y muy potente.
Si trabajás en equipo, resulta potente hacerlo con ellos.
¿Qué tener en cuenta?
* Que sea concreto
¿Dónde estás? ¿Al aire libre? ¿En una gran ciudad? ¿En contacto con la naturaleza? ¿Trabajas desde tu casa, en un local, en una oficina? ¿Cómo es la decoración? ¿Con quién/es estás? ¿Tenés socios, empleados, colegas, o trabajas sola? ¿Qué rutinas o actividades haces? Sé específica con todo lo que sea importante para vos y tu proyecto.
* Que dependa de vos
El tablero es tuyo. No pongas cosas que le corresponda hacer a otras personas, o relativas a voluntades o coyunturas ajenas a vos.
* Olvidate del "cómo"
No importa ahora si estás lejos de esa foto: no es el momento de pensar en eso. El tablero es el horizonte que te guía, por eso decimos "como si tuvieras una varita mágica".
* Sé honesta y no te juzgues
Es lo que para tu proyecto es importante: no te preocupes si a otra persona pueda parecerle ambicioso, superficial, difícil de lograr, etc.
* Que sea en positivo y en tiempo presente
Nuestro cerebro identifica las imágenes y no registra el "no": evitá incluir cosas que temas que ocurran (ni siquiera tachadas!). Si te preocupa que algo vaya mal, pensá cómo sería la alternativa que sí te dejaría contenta.
* Que te de alegría
No importa la estética de tu collage. Importa que lo hagas con amor, y que cuando lo mires, te haga sonreír, porque estás definiendo tu rumbo.
Ya lo tengo… ¿y ahora qué hago?
Una vez que lo tengas, te recomiendo pegarlo en algún lugar visible. Para mantener el foco y alinear expectativas. Y si a mitad del viaje el rumbo cambia, ¡se puede volver a ajustar!
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