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El camino de los Pumas

Seguir a la selección argentina, por hermosas ciudades como París, Lyon, Cannes y Marsella, durante el Mundial de rugby puede ser un viaje inolvidable por un país fascinante




PARIS.- El partido Francia vs. Escocia, en marzo último, podía definir la Copa Seis Naciones, pero a unos diez hinchas argentinos que disfrutaban de la previa alrededor del Stade de France poco les importaba el resultado. Su objetivo era otro: mandar un claro mensaje al planeta rugbier, para que los Pumas sean tenidos en cuenta para los grandes torneos internacionales: Six or Tri Nations, can we play? ("Seis Naciones o Tres Naciones, ¿podemos jugar?"), decían sus carteles, que repartían entre simpatizantes locales y escoceses para que se fotografiaran con ellos. Estas imágenes de apoyo circularían luego por Internet.
Siempre con una sonrisa, los hinchas europeos se mostraban asombrados por lo original del reclamo (impulsado por www.rugbyfun.com.ar ), pero no por el pedido en sí: reconocido por especialistas de todo el mundo -estar aquí da claras garantías de eso-, el equipo argentino ya no puede considerarse una sorpresa . Sin ser candidata, las expectativas se dispararon (con resultados como el gran triunfo sobre Inglaterra, en Twickenham) en vistas al próximo Mundial, que comenzará el 7 de septiembre.
Si uno es fan de este deporte (o de los deportes en sí) y tiene la posibilidad de viajar, sabe que este torneo puede ser inolvidable. Y si los resultados no acompañan, recorrer Francia entre partido y partido es un argumento más que suficiente para pensar en un viaje redondo, u ovalado si se quiere.
Francia se tomó en serio esto de organizar mundiales, después del gran encuentro futbolístico de 1998. No es para menos: según se estima, la economía del país será beneficiada en 8000 millones de euros con la realización de este torneo, que a primera vista parece pensado a medida de los hinchas europeos. De los 48 partidos, 36 se jugarán de viernes a domingos, y ninguno coincide en fecha y horario. O sea, es ideal para los que viven cerca y pueden organizar su viaje de fin de semana.
Pero desde la Argentina llegarán cientos de seguidores, mayormente con paquetes turísticos que incluyen las entradas y que están pensados para ver los dos primeros partidos o los dos últimos de la primera ronda. Por la distancia entre los encuentros y los costos generales, viajar de esta manera es el camino para no perderse, al menos, uno de los dos enfrentamientos importantes: contra la selección local, nada menos que en la inauguración, o contra Irlanda, el 30/9, que definirá la suerte de la selección, ya que para pasar de ronda deberá ganar, seguramente, alguno de estos dos partidos. Por eso los primeros paquetes (ver aparte) empiezan o terminan en París, igual que los viajes individuales. Después... dependerá de los resultados. Hay, además, propuestas que se venden en el país para quienes ya se encuentran en Europa o deciden viajar por cuenta propia y sumarse a los tours para seguir de cerca al equipo.

Alé, alé... Allá vamos

En el estadio hay puestos de cerveza free , que no es gratis, sino sin alcohol. El lugar está repleto de puestos de comida y, por supuesto, de gente. Cerca de 80.000 personas, la capacidad máxima del imponente Stade de France, dan un marco colorido y musical al encuentro: cuatro grupos de plateístas marcan el ritmo con instrumentos de viento y percusión. Las gaitas, claro, son de los visitantes, aunque están todos mezclados.
El partido de la selección local contra Escocia fue, para la Maison de la France, organismo oficial de promoción turística, el punto inicial de un recorrido para invitados de distintos países con el fin de mostrar los estadios y detalles de la organización. El match sirvió también para remarcar algo que se vislumbra en cada partido: la esencia del rugby no es sólo fuerza y estrategia, sino también fraternidad. La organización hace gala de esta virtud en todos los spots relacionados con el Mundial, que se repiten en las dos pantallas gigantes. Y a nadie sorprende que el público, por ejemplo, ovacione los dos himnos por igual.
El Stade de France se encuentra en Saint-Denis, en las afueras de París, uno de los pocos lugares donde un estadio puede eclipsaruna obra maestra como su gótica basílica, principal monumento de la Comuna hasta 1998, cuando encontró competencia. Por su estilo moderno e historia reciente, este estadio resaltado en los mapas vio consagrarse a Zinedine Zidane en 1998, con sus dos goles a Brasil en la final.
La primera fecha del equipo argentino es ideal para recorrer París, tal vez para conocer su último gran museo: el Quai Branly, dedicado a culturas milenarias; o ver a Elton John, en Parc de la Villette, entre miles de opciones. En la capital también se jugará el partido Argentina vs. Irlanda, pero esta vez en el estadio Parc des Princes (en Stade de France estará tocando The Police, el 29 y 30).

Resistencia en Lyon

Los partidos de los Pumas servirán de guía ineludible del viaje. Por eso, la segunda estación es Lyon, cuyo apodo ciudad de la resistencia no podía ser más apropiado para el equipo argentino: aquí será su búnker, después del partido inaugural. Si bien no era la ciudad pretendida por el equipo argentino, porque sólo jugará un partido en su estadio Gerland (contra Georgia, el 11), para los viajeros es una gran noticia. La tercera ciudad más grande de Francia cuenta con 500 hectáreas declaradas patrimonio del mundo por la Unesco y ofrece la mezcla ideal entre construcciones renacentistas, mucha cultura y excelente gastronomía, sobre todo en sus bouchons (tabernas típicas).
También en la región Rhône-Alpes, a una hora de Lyon se encuentra Saint-Etienne, otra de las sedes del Mundial, donde el 9 de septiembre jugarán Escocia y Portugal. Más allá de conocer el estadio del club local -donde la selección argentina de fútbol dejó afuera del Mundial a la inglesa en 1998-, visitar la ciudad el día del partido es una forma de ver cómo se vive el torneo en un lugar más pequeño, donde miles de habitantes miran cada encuentro en las pantallas gigantes ubicadas en plazas y todos los bares sacan sus mesas a calle, acrecentando el clima de fiesta.
Saint-Etienne se prepara como pocas. Incluso promete pequeñas canchas de césped sintético en la plaza principal para jugar un rato al rugby antes de los partidos (reales). "Es mejor hacerlo con pantalones largos", aclaran, para evitar los raspones. A su estadio lo llaman Le Chaudron (La Olla), nombre que lleva también una cantina cercana que cada domingo reúne a los hinchas del club local, antes de los partidos. Su especialidad es la andouillette , tripas de cabra para estómagos valientes. La ciudad cuenta con el Museo del Arte y de la Industria, con extraños modelos y prototipos de bicicletas como objetos más destacados.
Algunos paquetes no proponen dormir en Lyon, sino en Cannes, para aprovechar desde allí los últimos días de calor en plena Costa Azul.

Marsella, diferente a todas

También sobre el Mediterráneo se encuentra Marsella, donde el equipo argentino jugará el tercer partido (contra Namibia, el 22/9). La ciudad, fundada por los griegos hace 26 siglos, la segunda más poblada del país y la más antigua, sorprende con su belleza y mezcla de culturas.
Primer puerto de Europa, junto a él se destacan las pequeñas calles del Panier, barrio que cuenta con La Vieille Charité -hospital religioso transformado en museo-, y el AbbayeSaint Victor, con su cripta del siglo IV. Es inevitable ir a Notre Dame de la Garde, sobre una colina, y a la cárcel isleña del Conde de Montecristo, sobre todo para obtener la mejor vista de la ciudad, desde el mar.
La mezcla cultural está en todas partes, pero más aún en el barrio Noailles, donde se ubica el Mercado des Capucins, con puestos de frutas y especias de Africa, además de restaurantes con comida típica de allí. En La Plaine hay también restaurantes y bares para salir a la noche. La cultura joven alternativa tiene La Friche, la Belle de Mai, antiguo complejo industrial reciclado, como uno de sus polos culturales.
Mientras el fútbol reina en Marsella gracias al histórico Olympique, el rugby fue ganando espacio. Incluso jugar en el estadio Vélodrome era casi una cábala para su selección de rugby, hasta que en 2004 perdió... contra los Pumas, que vuelven allí con ventaja.
Por Martín Wain
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En hotel o motorhome, para seguir a la selección

Los paquetes que se venden en la Argentina para viajar al Mundial son mayormente para los dos primeros partidos (7 y 11 de septiembre), o para el tercero y el cuarto (22 y 30). Las agencias oficiales, designadas por la International Rugby Board ( www.irb.com ), son Rotamund y Caminos, Turismo y Viajes. Ellas ofrecen los mismos programas, que abarcan pasajes, traslados, entradas para ambos partidos, alojamiento (desde tres estrellas) y otros servicios.
El primero es Rugby Champagne, con salida el 4 de septiembre y regreso el 13. Son nueve días y siete noche: tres en París, tres en Cannes, y una en Annecy o Ginebra, según la categoría de hotel elegida. Desde 3965 euros, en base doble.
El programa Rugby de la Provence parte de Buenos Aires el 20 de septiembre y regresa el 2 de octubre. Las seis noches incluidas se reparten igualmente entre Cannes y París, mientras que hay cuatro noches libres. Desde 3268 euros.
Las agencias cuentan con el programa "Llevá a tu mujer", que sale más barato y no incluye entrada a los partidos, y propuestas para empresas.
Los tickets de las rondas siguientes son asignados por la organización a las agencias en función de los países clasificados. "Vamos a estar allá, para que la gente que viaja tenga la posibilidad de acomodar el programa y quedarse si los Pumas clasifican", explica Mariano Lecot, de Caminos. La última semana estas agencias sumaron la propuesta Mundial Express para estar tres noches en París y ver uno de los dos partidos más importantes. Desde 1319 euros.

Tercer tiempo diferente

Moon Travel es otra de las agencias que comercializa paquetes para los dos primeros o los dos últimos partidos de la primera ronda. "Nuestra propuesta es algo más joven, para el que no le importe dormir en un dos estrellas", comentan en la agencia. Sus programas para los primeros dos encuentros, de nueve noches en total, incluyen cinco o seis noches de hotel (en París y Lyon) y cuestan desde 3170 dólares.
El plan para los partidos 3 y 4 (desde 3100 dólares) es de doce noches, aunque de cuatro a seis incluidas (repartidas entre Marsella y París), según el programa.
Pero la propuesta más original que ofrece esta agencia es seguir a los Pumas alojándose en motorhomes, de 4 a 6 personas. Las propuestas son de diez o doce días, y apuntan a disfrutar del torneo recorriendo los hotspots (estacionamientos-camping), donde habrá vehículos con hinchas de distintos países, para compartir la preparación y el tercer tiempo de una manera diferente. Desde 3000 dólares.

Datos útiles

Mundial

  • De las doce sedes, diez son en tierras francesas: París, Marsella, Lyon, St. Etienne, Toulouse, Montpellier, Burdeos, Nantes, Lens y Saint Denis. Las otras dos: Edimburgo y Cardiff.

Paquetes con entradas

Dónde comer

  • Lyon: los bouchons están en toda la ciudad, pero epecialmente en las calles Saint-Jean, Mercière y Tupin.
  • Marsella: lo típico es la bouillabaisse, sopa de pescado con un tipo de mayonesa, azafrán y ajo. Un restaurante famoso que lo sirve es Chez Fonfon :140 rue du Vallon des Auffes (evitar los restaurantes turísticos del puerto principal).

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