EPUYEN.- Es bueno llegar con hambre a Epuyén. Sobre todo si uno no tiene idea de dónde comer y se deja guiar por un pequeño cartel de madera que indica: "A El Refugio del Lago, 5 kilómetros".
Nuestra intuición de que allí esperaba algo interesante se vio plenamente recompensada por la realidad. El Refugio del Lago es una pintoresca hostería justo en el punto en el cual el lago Epuyén se transforma en el río del mismo nombre, paraíso natural para truchas y salmones que van y vienen desde el Pacífico, porque el río Epuyén se une luego al río Puelo que desemboca en el océano, tras cruzar la frontera sin necesidad de mostrar documentos.
Al trasponer la puerta de la posada y preguntar si era posible almorzar, el olor de la cocina ahorró toda respuesta. Un delicioso aroma en el que se mezclaban hierbas y salsas en plena cocción confirmó de inmediato que allí nos esperaban cosas serias.
Porg supuesto que se puede almorzarg, contestó sonriente, con inconfundible tonada francesa, la patrona del lugar. "Y si se conforman con una picadita previa, ya llegan truchas recién pescadas porque mandé a mi hijo al río", agregó Madame Sophie Dupont, invitando a descansar de los kilómetros del camino ante una buena mesa y un mejor vino.
En el menú, un cartelito que dice "Especialidades francesas, comida natural". y en el terreno entre la casa y el lago, una protegida huerta con productos de todo tipo para hacer honor a la cultura de la cocina francesa.
De los Alpes a los Andes
El matrimonio Dupont representa una perfecta síntesis de los Alpes y los Andes.
Ambos llegaron hace ya muchos años a Bariloche, como instructores de esquí, con su experiencia de habitantes de la zona alpina francesa. Vinieron por una temporada y se quedaron para siempre, unidos románticamente entre sí y con el país. Cuando pasaron los años y llegaron varios hijos, prefirieron radicarse más al Sur, en la calma y la belleza de Epuyén, al pie de la cordillera cuyos valles llevan a Chile entre bosques, lagos y ríos.
En ese verdadero refugio natural, los Dupont no sólo ofrecen comida de primera clase. En realidad tienen una gran variedad de propuestas turísticas, que incluyen cabalgatas, caminatas, trekking de alto nivel y viajes de bicicross en mountain bike con cruce a Chile y retorno por los lagos hasta Bariloche.
Jacques Dupont organiza así viajes plenamente naturales de una semana o 10 días con carpas, caballos, botes y mountain bikes que pueden ser alquiladas en Bariloche.
Rumbo a Chile
El recorrido por los valles andinos es incomparable. Siguiendo el curso de los ríos, el viaje hacia el este se interna en bosques cada vez más verdes y tupidos -la denominada selva valdiviana-, que anuncian las grandes precipitaciones que llegan desde el Pacífico.
En el camino, recorrido en etapas de cuatro o cinco horas por día, se puede pasar mucho tiempo sin avistar más que pájaros, zorros y eventualmente cóndores. y se para a comer lo que se lleva en las mochilas o lo que se puede pescar en el camino, a la espera de los mariscos que aguardan como fruto prometido cuando se llega a Puerto Montt, en Chile.
Desde allí, el retorno es igualmente atractivo, remontando -con el volcán Osorno a la vista- el valle del río Petrohue y los lagos y caminos que conectan con la frontera argentina para retornar a Puerto Blest, sobre el Nahuel Huapi, y desde allí a Bariloche.
La organización de los Dupont incluye los traslados hacia y desde Bariloche para quienes llegan en avión.
Los precios para esta travesía completa varían entre 1000 y 1500 pesos por persona según, la cantidad de integrantes del grupo. Y, por supuesto, hay opciones más cortas, menos exigentes y más baratas para quienes prefieren quedarse alojados en El Refugio y explorar tranquilamente la región.
Si piensa en el Sur para pasar jornadas inolvidables, no deje de anotar este lugar en su lista.
Germán Sopeña