Fátima invita al descanso

Fátima, a 62 kilómetros de Buenos Aires, tuvo ya hace cuatro años la primera posta de este carácter (se llama, precisamente, La Posta del Pilar), albergue también sobre la ruta de importante estructura hotelera, con piscina, además de restaurante y cancha de paddle.

Poco después surgió La Posada del Remanso, otro hotel con piscina, jacuzzi y restaurante, sólo 2,5 kilómetros antes de llegar desde Buenos Aires a La Posta, a medio centenar de metros de la ruta sobre la entrada a Manzanares, otro pequeño pueblito, aún más cercano a Pilar.

Aunque La Posta del Pilar, como pionera, surgió con el fin de atender la demanda hotelera que significa su cercanía con el Parque Industrial de Pilar -argumento similar desplegado por sus continuadores-, lo cierto es que este ramillete de hoteles, sobre un muy arbolado trayecto rutero de cuatro kilómetros, terminó por constituir un objetivo de turismo de fin de semana. También se lo puede aprovechar para una estada más prolongada.

Fuera de propiciar los últimos chapuzones de la temporada, estos hoteles tienen alternativas cercanas: escuelas de equitación -con buenos caballos, picaderos y vallas para saltos- y hasta golf en la excelente cancha del Pilar Golf Club, con un diseño atractivo y carros eléctricos para transporte de los golfistas y sus bolsa de palos.

Si lo que les interesa a los huéspedes son sensaciones más audaces, en Manzanares funciona los fines de semana un campo (Laguna de Manzanares) propicio para practicar turismo de aventura; además, hay vuelos de bautismo en la escuela de aladeltismo Zorros del Aire, o en la de parapente La Brava.

Ambas escuelas ofrecen sus servicios en 60 hectáreas de una superficie mayor que fue la estancia Aguas Mansas, a 4,3 kilómetros de la ruta y su desvío a Manzanares, donde también suele practicarse el audaz bungge-jumping, lanzamiento desde una altísima grúa.

El hotel El Paso (reservas al 0322-91380/91381) tiene doce impecables habitaciones dobles -a la vista de la carretera- con televisión, aire acondicionado, calefacción y frigobar. Cuestan 90 pesos por día con dos desayunos continentales, tarifa que incluye impuestos.

La piscina queda enfrentada con el restaurante del hotel que se construye junto a diez nuevas habitaciones.

La demanda zonal movió también a La Posta del Pilar (0322-90890), que a sus 20 habitaciones y dos suites agregará otras siete (ya en construcción) junto con un nuevo gimnasio. Sus tarifas van desde los 120 a los 170 pesos (que no incluye impuestos), también con desayuno.

La Posada del Remanso (0322-91119) tiene once habitaciones frente a la piscina, tarifadas desde 95 hasta 130 pesos, que además del frigobar y los estabilizadores térmicos, escalonan comodidades adicionales: kitchenette e hidromasaje. También ofrecen servicio de restaurante.

La ventaja estratégica de la zona se mide por su cercanía para visitas turísticas a Capilla del Señor, a 16 kilómetros; la vieja villa de Luján -a veintiséis kilómetros, gran parte por la ruta provincial 6-, y la tradicionalista San Antonio de Areco, a menos de 50 kilómetros, por la misma ruta 8 con peaje en Solís.

En todos los casos, los hospedados pueden acceder a las propuestas de buena mesa cercanas y sobre la ruta: Fetuccini Mario, en la parte urbana de Pilar, y Pilar Viejo, sobre la ruta y apenas termina el doble viaducto de la Panamericana. Por pastas hay que recurrir sobre la ruta 8 angosta, a La Rosada (km 74,8) y a La Casona de Alba (km 62). Hay comidas especiales en Capilla del Señor, y asado con folklore y caballos (todo a 20 pesos) en la estancia La Mimosa (información anticipada por el 803-6356).

A la zona de Manzanares y Fátima se llega por la Panamericana, ramal a Pilar (peaje a $ 1,30), por donde corren diversas líneas locales y, desde Buenos Aires, los ómnibus de la empresa Chevallier.

Francisco N. Juárez