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Gastronomía caribeña

12 de marzo de 1999

A la hora de la comida, la cocina de la isla ofrece una gran variedad de platos de todas partes del mundo. Sin duda, uno de los factores que favoreció la llegada de sabores de otras latitudes fue la actividad portuaria. Hoy, conviven en armonía alrededor de 50 nacionalidades diferentes y existen restaurantes especializados de los países más remotos. Pero no hay que regresar a casa sin haber saboreado la comida criolla. Ellos la denominan la "auténtica comida curazoleña" y las recetas están plagadas de tradiciones y leyendas populares.

Como no puede ser de otra manera para un lugar que está rodeado por el mar, los frutos marinos están a la orden del día. Con ellos se prepara de todo, son la base de la gran mayoría de los platos. Además, se come mucho pollo. En general, la comida es frita y bastante picante.

Los vegetales cumplen un papel secundario en la gastronomía de la isla, aunque hay algunas excepciones: la papaya verde y los pepinos locales se acompañan con carne. Con el kadushi , un tipo especial de cactus y un batido de langostinos, se prepara sopa. También es muy consumida la sopa de yambó , un vegetal de aspecto gelatinoso. Se prepara mezclado con carnes, camarones y caracol. Se comenta que estas comidas tienen un alto poder energético.

Otro de los manjares tradicionales reservado para ocasiones especiales es el keshi yená, un guiso muy elaborado de queso y pollo.

Los domingos nunca falta el chivito con curi (un tipo de salsa). Dicen los que saben que al animal hay que comprarlo por la mañana. Los manjares holandeses tampoco faltan. En pequeños puestos del centro venden muy económicas croquetas de carne y de caracol. Para los postres, prefieren un buen arroz con leche y el dulce más tentador es una especie de turrón a base de coco, maní y azúcar, que se puede comprar en el centro. Es un buen souvenir con el sabor real de Curaçao.

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