Por supuesto, el ranking lo lidera el acceso a Wi-Fi de calidad, rápido y gratuito (solo un 11% de la gente pagaría por tenerlo, aunque el 29% sí estaría dispuesto a abonar un importe extra para disfrutar una buena vista en su hotel, y el 17% para que su cuarto tuviera terraza o balcón); y la lista de deseos de los viajeros modernos sigue por más ítems que hace unos años eran impensables.
Las cafeteras de última generación (el 23%), la disponibilidad de televisores, revistas u otros medios de entretenimiento (el 44%), y el happy hour, las catas de vinos o cualquier otra iniciativa para disfrutar de buena comida o bebida (42%) están entre los servicios más valorados por los turistas a nivel global. Tecnología, sí, pero también atención. Un 93% no querría el reemplazo del servicio personalizado para los viajes, un 89% aprecia el respaldo de un asesor y más de la mitad (el 58%) preferiría hacer un viaje más corto, pero con más atención exclusiva, si tuviera que tomar esa decisión.
Diferentes estudios de grandes nombres de la industria turística como Hoteles.com, TripAdvisor y American Express coinciden en confirmar que estos detalles son los que hoy los viajeros consideran verdaderamente importantes. Y, además, esperan que se repitan en hoteles, aviones, y hasta en las salas de espera de los aeropuertos.
¿Qué están diciendo esas preferencias y expectativas? Que existe una nueva generación de viajeros que busca vivir una experiencia libre de obstáculos para alcanzar sus objetivos de disfrute y que, además, se corresponda con su estilo de vida. Poder hacer uso de esos detalles de confort es el diferencial que da forma a toda la aventura que representa el viaje.
Un buen ejemplo son los (antes) tiempos de espera muertos en los aeropuertos. En Ezeiza, American Express les ofrece a sus socios de The Platinum Card acceso de cortesía a su salón The Centurion Lounge, parte de su red de lounges VIP en todo el mundo. Está abierto todos los días, de 5 a 24 horas, y apenas entrás te sentís atraído por la energía de un jardín vertical y una fragancia deliciosa que inunda el ambiente, invitándote al relax mientras esperás el horario de tu vuelo. En el interior, tenés snacks gourmet y bebidas nacionales e importadas. Podés leer los principales diarios, revistas y una selección de libros, tanto de literatura clásica como de interés general, ver series en alguno de los televisores multimedia, o bien terminar pendientes de la oficina en alguna de las ·reas de trabajo semi-privadas con computadoras Mac. También, hay varios espacios de ocio, como el family room, donde los chicos de 3 a 12 años tienen su propio entretenimiento, desde material de lectura hasta videojuegos. Y, claro, hay Wi-Fi de alta velocidad para todos los dispositivos que te lleves con vos.
Es que los viajeros modernos quieren diseñar sus propias experiencias, ser estimulados, inspirados, sorprendidos y muy bien atendidos, de principio a fin.
Así, antes de que el avión despegue, hace rato que el viaje ya comenzó.
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