
Los extremos de la vida y sus lecturas
3 de marzo de 2016 • 09:53

Lo primero que me pasó a leer El curioso caso de Benjamin Button, el cuento de Francis Scott Fitzgerald que nos propusimos comentar juntos –es que tuve que hacer un esfuerzo para desprenderme del recuerdo de la película. Volví a verla en youtube después de leer el cuento y para los que empiezan a leer estas líneas creyendo que algo del cuento pueden intuir a partir del filme, les aclaro que este último es más una versión libre que una adaptación cinematográfica. Completamente distinto desde los personajes hasta el conflicto, cómo se desarrolla y cómo se resuelve.
Mientras que la película resalta los aspectos melancólicos, filosóficos del transcurrir de una vida, el cuento está lleno de humor y sarcasmo.

Créditos: Prensa
Después de esta aclaración, vamos a la de los productores del filme, que incluye, la del autor del cuento. "El Curioso Caso de Benjamin Button" comenzó su vida como un relato corto escrito en la década de 1920 por F. Scott Fitzgerald, quien a su vez, basó su inspiración en una cita de Mark Twain: ‘La vida sería infinitamente más feliz si uno pudiera nacer a la edad de 80 años y gradualmente, acercarse a los 18’. La historia de Fitzgerald fue un capricho, un hallazgo de fantasía y el hacer que cobrara vida en la pantalla se percibía como un hecho demasiado ambicioso y fantástico para poder lograrlo. El proyecto se mantuvo a flote durante unos 40 años, hasta que los productores Kathleen Kennedy y Frank Marshall decidieron realizarlo. Durante más de una década, el proyecto intrigaba a Eric Roth, David Fincher y Brad Pitt. Para Roth, el concepto se volvió una oportunidad para observar de forma introspectiva el ancho lienzo de una vida a través de la síntesis de momentos íntimos, experimentados cada día a través de eventos que podían ser tan enormes como una guerra mundial o tan pequeños como un beso. "Eric era la persona ideal para realizar por completo el potencial de una historia con un enfoque a gran escala pero que es también profundamente personal", observa Kennedy. "En ‘Forrest Gump’, él reveló retratos íntimos contrastándolos con el fondo de historias épicas y tiene el don para observar los ricos detalles". La oportunidad de vivir la vida hacia atrás parecería ideal. "Pero no es tan sencillo", dice Roth. "En la superficie, uno pensaría que sería encantador, pero es un tipo distinto de vida, lo cual me parece algo muy absorbente en esta historia. Aunque Benjamin crece hacia atrás, el primer beso y el primer amor siguen siendo igual de significativos y relevantes para él. No hay distinción alguna si vives tu vida hacia atrás o hacia adelante– es cómo vives tu vida".

Zelda y F. Scott Fitzgerald en 1919 - Créditos: Corbis
Primera infancia y vejez
El nacimiento y la vejez , tal vez sea un lugar común, pero es inevitable pensarlo en torno a Button, tienen varios aspectos similares. Son las dos etapas de la vida en las que estamos más indefensos, dependemos de los demás, usamos pañales, y nuestra comprensión del mundo se limita a nuestro entorno más cercano. En una conferencia de prensa, hace veinte años, en la feria del libro, recuerdo que Fernando Savater dijo algo así: en la vejez no le importas a nadie salvo a tu familia, creo que fue en respuesta a alguna pregunta sobre los premios, los éxitos, las expectativas del escritor. Había ido con mi papá que todavía era joven y yo que era muy joven. Me pareció una exageración, entonces, pero cada vez me doy más cuenta de que todo lo que importa es la vida íntima, de los más cercanos. "Lo sacaron del parvulario. Su niñera, Nana, con su uniforme almidonado, pasó a ser el centro de su minúsculo mundo. Los días de sol iban de paseo al parque; Nana le señalaba con el dedo un gran monstruo gris y decía «elefante», y Benjamin debía repetir la palabra, y aquella noche, mientras lo desnudaran para acostarlo, la repetiría una y otra vez en voz alta: «leíante, lefante, leíante». Algunas veces Nana le permitía saltar en la cama, y entonces se lo pasaba muy bien, porque, si te sentabas exactamente como debías, rebotabas, y si decías «ah» durante mucho tiempo mientras dabas saltos, conseguías un efecto vocal intermitente muy agradable."

Créditos: Corbis
Otra semejanza es que tanto a niños pequeños como a ancianos el tiempo parece transcurrirles más lentamente que a quienes se encuentran en el medio de la carrera. Lo que indefectiblemente marca los encuentros y desencuentros generacionales. Un aspecto que en las parejas es mucho más definitorio aún: "En aquel tiempo Hildegarde era una mujer de treinta y cinco años, con un hijo, Roscoe, de catorce. En los primeros días de su matrimonio Benjamin había sentido adoración por ella. Pero, con los años su cabellera color miel se volvió castaña, vulgar, y el esmalte azul de sus ojos adquirió el aspecto de la loza barata. Además, y por encima de todo, Hildegarde había ido moderando sus costumbres, demasiado plácida, demasiado satisfecha, demasiado anémica en sus manifestaciones de entusiasmo: sus gustos eran demasiado sobrios. Cuando eran novios ella era la que arrastraba a Benjamin a bailes y cenas; pero ahora era al contrario. Hildegarde lo acompañaba siempre en sociedad, pero sin entusiasmo, consumida ya por esa sempiterna inercia que viene a vivir un día con nosotros y se queda a nuestro lado hasta el final."
¿Leemos segun la edad?
Una muy buena observación, en la película, es la escena del anciano-niño y la niña escuchando un cuento y mirando los dibujos. Al final ese mismo cuento leído por la niña ya anciana y el anciano devenido niño, marca algo con respecto a los gustos de lectura.
¿Se puede categorizar a los libros según la edad? ¿Es que hay libros para grandes o chicos?
¿Sería lo mismo leer El curioso caso de Benjami Button, o El retrato de Dorian Gray a los 14 que a los 30 o a los 60?
¿Qué libros cambiaron su sentido al leerlos en distintas épocas de tu vida? ¿Qué les pasó al volver a leer algún libro de la infancia? ¿O cuando le leen cuentos a algún niño, les pasa que se aburren o a veces que es tan bueno que no lo pueden dejar hasta leer el final?
¿Hay una edad para leer novelas románticas, o de aventuras? ¿Otra para profundizar en historias intimistas?

Créditos: Corbis
Para la próxima estoy preparando una lista de recomendados para el año, básicamente novedades editoriales, pero pueden sugerir, para incluirlos, sus clásicos e imprescindibles.
Cariños, recuerden el mail: clubdelecturaohala@gmail.com y twitter @danielachueke
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