P or si un argentino llegara a necesitar un taxi al llegar al aeropuerto de Barajas, Madrid, Pedro Trujillo, un chofer español envió a este diario sus datos: se comunicó en La Nación On Line y dejó su dirección, taxiamigo@arrakis.es.
Antes que vociferar sus servicios en el hall de la terminal aérea, el taxista eligió el correo electrónico como el medio más directo de pregonar sus virtudes.
Poco a poco, van cayendo en la Red todos los datos con los que se puede engarzar un viaje, con la sola exigencia de embarcarse primero en una travesía por Internet.
A partir del próximo miércoles aparecerá en la pantalla de quienes invoquen con sus computadoras el @volar.net un mostrador electrónico para ventas de pasajes de Aerolíneas y Austral. No se trata de aquel ticketless que anunciaban los gurúes de la industria aerocomercial, según el cual los pasajeros harían su reserva por computadora, pagarían con tarjeta de crédito por el mismo medio y, un minuto antes de partir en el avión, retirarían de una máquina tipo cajero automático, luego de insertar la tarjeta y un código, tan sólo un boarding pass .
Aquel ideal sin colas ni agentes de viajes que se interpongan entre la compañía aérea y el pasajero se vio entorpecido por las regulaciones internacionales, la identificación de los pasajeros y convenios entre aerolíneas bajo la mirada atenta de la Asociación Internacional de Tráfico Aéreo (IATA), que lo limitaron a ciertas rutas de cabotaje en Estados Unidos y Europa.
No obstante, las empresas aerocomerciales han encontrado su huella en la autopista cibernética y han puesto en vidriera sus rutas, horarios, tarifas y hasta formas de pago seguras para realizar la operación.
La nueva modalidad
El nuevo sistema de Aerolíneas Argentinas y Austral, el primero en ponerse en práctica en el país, funciona de la siguiente manera: una vez que se ingresó en la página, se pedirá un perfil del cliente, se podrá consultar sobre horarios y tarifas de un trayecto y allí mismo confirmar la reserva. Antes de las 48 horas, el pasaje deberá ser retirado y pagado. Hasta ahora, vía Internet, sólo se podrá abonar con Argencard y Mastercard, pero se irán incluyendo otras tarjetas. Si el boleto no se retira en ese plazo, la reserva quedará anulada automáticamente.
También en un principio sólo se podrá hacer de a una reserva por vez y hasta dos por día, por lo que está dirigido a los viajeros individuales y no a las agencias de viajes, al menos en este período de prueba.
Hasta ahora, tanto Aerolíneas como Austral tienen páginas institucionales en Internet, donde cargan promociones de la operadora mayorista, Optar, y del programa de viajeros frecuentes, Arplus (www.aerolineas.com.ar y www.austral.com.ar).
También ofrecen una planilla para conocer los horarios de los vuelos, pero fueron inútiles los varios intentos de La Nacion de verificar esa información, ya que a cada interrogante, cabotaje o internacional, se respondía que la información no estaba disponible en la Red.
Utilizando Internet ahora como canal de ventas, Aerolíneas espera que en dos años un cuatro por ciento de las ventas se dirijan por ese medio. "Tenemos la herramienta apropiada, habrá que ver con qué grado de eficiencia lo utilizamos", expresaba una fuente de la empresa. Promociones de último momento, vuelos especiales, cambios sobre la hora, las posibilidades que ofrece la comunicación instantánea y directa con los consumidores abre un campo fértil y amplio.
Aerolíneas ya ha probado otros cauces para sus ventas con la compra telefónica que, durante enero, canalizó 1.800.000 pesos, un cuatro por ciento del total facturado ese mes, según cifras de la compañía.
Encarnación Ezcurra