Mundial Rusia 2018: Cómo dominar el transporte público de Moscú
10 de mayo de 2018 • 18:30
Viajar en colectivos y subtes no es tan complejo pero hay que tener en cuenta algunos detalles - Créditos: Shutterstock
Como cualquiera de las grandes capitales del mundo, Moscú no se agota en un city tour, en una semana de recorrida ni tampoco en un solo viaje. Es la segunda ciudad más grande de Europa después de Estambul y no todo está a dos pasos de la Plaza Roja. Las distancias pueden ser grandes y el tránsito se pone pesado en determinados horarios. Así que para no gastarse una fortuna en tours o taxis durante este Mundial Rusia 2018 , aprender a manejarse en subte será de gran ayuda.
Entonces, superá tus temores y sumergite en los túneles. No sólo descubrirás el pulso de la ciudad cotidiana sino que algunas estaciones –las más viejas– son verdaderas obras de arte. Allí verás arte, historia y convivencia social. (A nadie se le ocurre pintarrajearlas o destruir techos o esculturas, por ejemplo).
Tanto en Moscú como en San Petersburgo el pasajero dispone de una amplia variedad de boletos: individuales, de dos viajes, de 20 viajes o más, o tarjetas como la SUBE con importantes descuentos. Si se compra el boleto individualmente es más caro y vence a los cinco días.
En Moscú la tarjeta es la Troika card, que sirve para el metro y el transporte de superficie. Se le puede cargar a partir de 100 rublos. En San Petersburgo es la Podorozhnik Card, una tarjeta verde.
Un dato importante a tener en cuenta para evitarse un mal rato es que tanto en el subte como en el transporte público en general, los bolsos grandes o valijas... pagan un boleto aparte (una mochila, no). Así que no pases un mal momento y compralo de entrada. Y si entrás al subte con un bulto voluminoso, te lo van a hacer abrir como control de seguridad.
Demás está decir que Rusia es un país seguro, así que no hay problemas para viajar en transporte público a cualquier hora. Verás que hay cámaras por todos lados y también personal policial en las estaciones.
Del aeropuerto al hotel
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Moscú tiene cuatro aeropuertos, tres de los cuales reciben vuelos domésticos e internacionales. Ellos son Sheremetevo, Domodedovo y Vnukovo.
Si viajás solo, la opción más cómoda desde el aeropuerto hasta la ciudad es tomarse el tren (Aeroexpress, 500 rublos) hasta la terminal ferroviaria a la que llega y desde allí un taxi hasta el hotel. Si son varias personas es más barato tomarse directamente un taxi hasta el hotel.
El Aeroexpress sale de cada uno de los aeropuertos de Moscú (Sheremetevo, Domodedovo, Vnukovo) y cada uno llega a una terminal ferroviaria diferente (Belorusky, Paveletsky, Kievsky, respectivamente). En los aeropuertos está bien señalizado en cartelería y, en algunos, en el piso, así que sólo siga la flecha.
En el trayecto desde la terminal de arribo hasta el tren te vas a encontrar con muchas máquinas expendedoras de boletos en los pasillos y en el hall antes de abordar. Se puede pagar con tarjeta o con efectivo y las máquinas están en varios idiomas. Hay un tren cada media hora o 40 minutos, según el horario.
No obstante, si después de un día de viaje no querés experimentar nada y sólo te interesa desplomarte en un auto y que te lleven, un taxi de los que vocean a los pasajeros en los aeropuertos no baja de los 2500 rublos hasta el centro (unos 40 dólares).
Existe una opción más barata (unos 800 rublos según el horario) que es a través de alguna de las app para celular. Yandex y RUtaxi son las más comunes, pero hay otras. (A Uber la compró Yandex el año pasado). Todos los taxis son seguros, están identificados como taxis o no, pero no los vas a encontrar circulando libremente por la calle como estamos acostumbrados en Buenos Aires. Sólo se los encuentra en algunas paradas y éstas muchas veces están desiertas, porque los moscovitas se manejan estrictamente por celular. Así que tenga a mano una app para llamarlos. Es todo automático, está en varios idiomas y no necesita hablar con nadie.
Otra opción puede ser la de alquilar un auto. Pero, como en todas las grandes ciudades, tal vez no sea la mejor idea, sobre todo porque en Moscú el transporte público es bueno, rápido y seguro.
Si finalmente te decidís a hacerlo, el procedimiento de alquiler en cualquier ciudad de Rusia no es diferente del de otros lugares del mundo. Sólo te pedirán el pasaporte, el registro internacional (se tramita en el ACA) y el número de una tarjeta de crédito de respaldo. Las empresas rusas de rent-a-car tienen precios más bajos que las internacionales.
El problema seguramente se te presentará cuando salgas a la ruta o en las mismas ciudades porque los carteles están prácticamente todos en cirílico. Así que a no ser que tengas un GPS y cierto arrojo se te puede complicar el manejo.
Viajar al interior
Si decidís hacerte alguna escapada al interior, prestá atención a las distancias. Si bien Rusia es un país con una conectividad excepcional tanto a nivel ferroviario como aéreo, las distancias son enormes, y a ello hay que sumarle las horas de diferencia por los distintos husos horarios. Hay 10 horas de diferencia horaria entre el este y el oeste del país.
Si tomás trenes, recordá que tanto para las reservas que puedas hacer por internet como cuando lo tengas que tomar en algún lugar del interior, los horarios que se indican son los de Moscú. La razón no es caprichosa sino que en un país con tantos husos horarios, es la única forma de normalizar el tráfico. Esta es la página oficial de los ferrocarriles rusos. Hay muchas más pero son de agencias y cobran comisión. Se puede reservar hasta con tres meses de antelación. Otro buscador de trenes es Tutu.
Si la distancia supera los 800 km, ahorrá tiempo y volá (porque básicamente 800 km son 12 horas de viaje). Hay muchas aerolíneas regionales en Rusia y dos con cobertura nacional Aeroflot y S7 Airlines, que además, son internacionales.
Y sea un viaje aéreo o en tren, no esperes a llegar a Rusia para comprar los pasajes porque la diferencia cuando se compra sobre la fecha es alta. Hacelo desde acá por la web.
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