La web 2.0 se metió tímidamente en nuestras vidas y, cuando nos quisimos dar cuenta, ya teníamos incorporados en nuestro lenguaje varios términos nuevos que, no hace mucho, carecían de signifcado: blogs, wikis, tags, agregadores, RSS, folcsonomías, MashUp, APIS, AJAX. Así, todo mezclado, marcas, herramientas y conceptos invadieron nuestra vida; en algunos casos, para facilitarla, y en otros, simplemente para no quedar afuera de lo que está pasando. Durante el primer trimestre de 2007 se vio impreso en oficinas y casas particulares el mapa visual de la web 2.0 realizado por la Fundación Orange. Entender y estudiar ese mapa era una suerte de mandato social.
Creo que la web 2.0 es más que nada una cuestión de actitud y rescato algunos conceptos que me parecen súper interesantes para aplicar en nuestra vida:
Compartir es clave. Ser generosos, solidarios, abrir los códigos al mundo. ¿Cómo? Creando espacios de construcción colaborativa de contenidos: Wikipedia, Facebook, YouTube, Flickr o LinkedIn son claros ejemplos.
La perfección pasó de moda. No hay que estar 10 puntos para salir, ser un Beta constante, es lo más. La vida moderna acepta borradores.
Fracasar está OK. Si el niño mimado de los internautas –y no sólo de los fanáticos de Apple–, Steve Jobs, pudo equivocarse varias veces antes de cambiar la historia con el lanzamiento del iPod, cualquiera de nosotros está habilitado para hacerlo. Es más: antes de que un inversor ponga plata en tu proyecto, lo primero que hace es ver cuántas veces fracasaste. Si no tenés al menos un fracaso en tu carrera, consideran que todavía tenés mucho que aprender.
Bancarse las críticas. Es archiconocido el caso Dell en la blogósfera. Fue una de las primeras empresas en animarse a armar un blog, llamado Direct2Dell, para tener contacto directo con sus clientes. Recibieron una catarata de críticas y quejas, tanto es así que pensaron en darlo de baja. Pero no: se comprometieron a leer todos los comentarios negativos y contestarle a cada uno de los usuarios. Y lo que es mejor aún: capitalizaron las críticas para mejorar su producto final. El éxito fue tal que hasta se animaron a crear IdeaStorm, un espacio para que los usuarios propongan ideas innovadoras: hoy cuenta con 9.488 ideas, que ya recibieron 648.817 votos y 73.058 comentarios.
Ser transparentes. Si no sos honesto, quedás fuera del sistema. Si no, preguntale a los responsables de los candados para motos y bicicletas Kryptonite, subsidiaria de la empresa Ingersoll-Rand. Un caso que los promotores de la web 2.0 no se cansan de contar: un grupo de bloggers puso en la web un video mostrando cómo los candados se abrían con una lapicera Bic. La empresa negó los hechos ante los medios de comunicación. Los bloggers insistieron en demostrar la verdad y la empresa terminó perdiendo más de 6 millones de dólares por intentar sostener una mentira.
Vivimos en la era de las no certezas. Adoptar este concepto nos deja la mente abierta para ser flexibles a los cambios y estar siempre preparados para innovar. O, al menos, para recibir las innovaciones de los otros.
Cariños,
Directora Editorial
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